Flora y fauna de Malpica de Tajo

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Acebuche (olea europaea sylvestris)

Es un olivo silvestre que se diferencia en que tiene un porte arbustivo, hojas de forma oval, es de menor tamaño y produce un fruto bastante más pequeño.

Acebuche rodeado por las coscojasEl acebuche es un árbol de copa redondeada y densa, pero se suele presentar corno arbusto, puede formar matorrales, pero suele acompañar a las encinas y en menor proporción, a los alcornoques y quejigos. Su altura puede llegar hasta 10 m, es de gran longevidad y lento crecimiento. El tronco es corto, irregular, grueso, que se va retorciendo según va envejeciendo, la corteza es lisa, de color gris ceniciento, que con el tiempo se va oscureciendo y cubriéndose de numerosos hoyos profundos, las hojas se disponen opuestas, son de forma lanceolada, recias y correosas, con bordes ondulados a veces y extremo con punta pinchuda, el haz es de color verde mate o grisáceo y el envés blanquecino. Las flores, en racimos, son blancas. Produce pequeñas aceitunas (las acebuchinas) atractivas para las aves en otoño. En la antigüedad, los triunfadores de los Juegos Olímpicos eran coronados con ramas de olivo silvestre. Usado como patrón para todas las variedades de olivo cultivado y como ornamental por su bajo o nulo mantenimiento. El acebuche es termófilo, resistiendo la sequedad y el calor, pero sensible a heladas frecuentes e intensas y prefiere los suelos ricos y calizos.

Aunque siempre ha habido esforzados aceiteros que han molturado las acebuchinas, ultimamente venimos asistiendo a una lenta pero creciente popularidad del aceite de acebuchina ya que sus características organolépticas son incomparablemente mejores que las de cualquier otro aceite de oliva (triplica el contenido en polifenles de cualquier otro aceite) y su precio al menos triplica al del mejor aceite de oliva, no creo que sea muy arriesgado aventurar un floreciente porvenir para los ecebuches. En cuanto se comience a mecanizar su recogida y se solventen los problemas genéticos de bajo rendimiento (alrededor de un 18%), ligados a su lento crecimiento (unos 80 años para alcanzar su pleno desarrollo) y a su baja proporción carne/hueso, la producción de acebuchina y su aceite se hará un hueco de honor en el mercado del aceite. No mucho tiempo ha de transcurrir para que contemplemos al silvestre acebuche domeñado, cultivado y amarrado a la espaldera.