Flora y fauna de Malpica de Tajo
Insectos con cuerpos cilíndricos y rostro (pico) pronunciado, provisto de piezas bucales que las hembras utilizan como instrumento para taladrar; antenas acodadas, en forma de maza, insertadas en el rostro; tarsos con 4 segmentos. Color: marrón oscuro. Prácticamente negro, con un aspecto lustroso. Antenas con ocho articulaciones. Protórax provisto de picaduras visibles, alargadas y ovales. Ausencia de alas posteriores. El gorgojo del trigo es incapaz de volar, sólo puede caminar, mientras que el gorgojo de arroz vuela activamente.
El gorgojo del trigo se suele desarrollar en almacenes de cereales. Los gorgojos son insectos importantes a la hora de dañar los productos almacenados en los establecimientos agrícolas. Se les considera a menudo como dañinos primarios de los cereales ya que son capaces de infestar granos sin dañar. Atacan también a los productos cerealeros duros como las pastas, macarrones y espaguetis.
Los productos refinados no son aptos para su multiplicación, a menos que endurezcan. Pueden provocar los siguientes daños:
- Reducción de peso y de la calidad del grano, resultado de la alimentación de las larvas sobre el endosperma. El germen no siempre es atacado, por lo que puede producirse la germinación, que genera una planta débil, vulnerable a los ataques de hongos, bacterias e insectos. Las larvas y los adultos se nutren de granos.
- Aparición de un tinte blanco cuyo origen son los excrementos pulverulentos, que contaminan el producto y le confieren un gusto desagradable.
- Calentamiento del grano que acelera el desarrollo de los insectos y hace que la materia prima sea susceptible al endurecimiento, a los hongos e incluso a la germinación. El incremento de temperatura puede llegar hasta a causar la muerte de los insectos.
El grano dañado por los gorgojos se reconoce fácilmente por la presencia de grandes agujeros que son las vías de salida de los adultos. Para dar una cierta idea del ingente número de gorgojos que se pueden generar cabe citar el resultado de un estudio según el cual, 5 semanas después de la infestación del trigo por formas larvarias, se han podido ver adultos saliendo de los granos a la velocidad de 100 kg/día. Para detectarlos se puede usar la inmersión del grano en agua; en el caso de que flote puede indicar que la infestación existe.
Para prevenir la plaga:
- Higiene y limpieza extrema del lugar de almacenamiento de granos, removiendo restos de periodos anteriores limpiando grietas, rincones, muros, etc.
- Lavado profundo de elementos de transporte, ya que cualquier resto infectado puede afectar la carga almacenada la próxima temporada.
- Temperatura: Entre rangos de 13º a 35ºC los insectos son capaces de desarrollarse, por lo que es fundamental una temperatura menor a ésta en los granos.
- Almacenamiento Hermético: Los insectos mueren por falta de oxígeno. La desventaja es que la semilla en contacto con paredes húmedas desarrolla hongos y afecta su coloración.
- Polvos inertes y vegetales: Polvos inertes como ceniza y arena mezclada con granos generan una barrera física contra el daño ocasionado por insectos. El uso de polvos vegetales se enfoca a la prevención, son plantas con propiedades insecticidas como cebolla, ajo, eucalipto, menta, etc.
La hembra pone alrededor de 200 huevos, a una velocidad de 2 ó 3 diarios, en función de la temperatura y de la humedad, colocando cada uno de ellos en un pequeño agujero realizado en el grano, y sellándolo luego con un tapón de saliva mucilaginosa. A 18 - 20°C, los huevos eclosionan tras 8 a 11 días, para dar nacimiento a pequeñas larvas blancas desprovistas de patas, que se alimentan del endosperma del grano. En los granos pequeños como los del trigo o del arroz sólo se desarrolla una larva, pero los granos mayores como los del maíz soportan el desarrollo de varios individuos. Las larvas no viven nunca al aire libre, y se desarrollan totalmente en el interior del grano. Mudan cuatro veces, para transformarse finalmente en ninfas, dentro de los granos, tras 6 a 8 semanas. Los adultos salen después de 5 a 16 días más, y viven unos 9 meses. Si se les molesta, fingen haber muerto replegando las patas sobre el cuerpo y permanecen en esa posición.
Atacan principalmente granos enteros, tales como, trigo, maíz, cebada y arroz.