Flora y fauna de Malpica de Tajo


 

Jabalí (Sus scrofa)

Etimología de Sus scrofa

El nombre genérico Sus es una palabra procedente del latín {sus, suis} que significa "cerdo". El nombre específico scrofa deriva del latín {scrofa, ae} "cerda, marrana".

Características

Longitud del cuerpo: 120 cm Longitud de la cola: 22 cm Alzada a la cruz: 65 cm Peso: los machos entre 70 y 90 kg, las hembras entre 40 y 65 kg (puede llegar a alcanzar los 150 kg). El jabalí es un mamífero de tamaño mediano provisto de una cabeza grande y alargada, en la que destacan unos ojos muy pequeños. El cuello es grueso y las patas son muy cortas, lo que acentúa aún más su rechoncho cuerpo, en el que es mayor la altura de los cuartos delanteros que los traseros, a diferencia del cerdo doméstico, que por evolución genética ha desarrollado más la parte posterior de su cuerpo, donde se localizan las piezas que alcanzan más valor en el mercado de las carnes. El jabalí compensa su mala vista con un importante desarrollo del olfato, que le permite detectar alimento, como trufas o vegetales y animales bajo tierra, o incluso enemigos a más de 100 metros de distancia. El oído está también muy desarrollado y puede captar sonidos imperceptibles para el ser humano. Sus pelos son gruesos y negros midiendo entre 10 y 13 cm en la cruz y unos 16 cm en la punta de la cola. El color de la capa o pelo es muy variable y va desde colores grisáceos a negro oscuro, pasando por colores rojizos y marrones. Las patas y el contorno del hocico son más negras que el resto del cuerpo. La crin que recorre el lomo a partir de la frente, se eriza en caso de cólera. El cambio de pelo tiene lugar hacia mayo o junio, aunque la hembra con crías muda más tarde. En verano, las cerdas son más cortas. Dimorfismo sexual: El hocico de las hembras es más afilado y puntiagudo que en el macho. En las hembras no sobresalen los caninos, mientras que en el macho los caninos inferiores son curvados hacia atrás y de crecimiento continuo, se afilan al estar en contacto con los caninos superiores. A los dos años, los colmillos sobresalen de la boca del macho y a los cinco años, los colmillos se encorvan, pudiendo alcanzar los caninos inferiores, llamados navajas, los 20 cms. de longitud.

Jabalina y sus jabatos

Hábitat y etología

El jabalí es de comportamiento muy sociable, no es territorialista, y se desplaza en grupos matriarcales, normalmente de tres a cinco animales formados por hembras y sus crías, aun que de vez en cuando se pueden ver grupos superiores a los veinte individuos. La jabalina (hembra del jabalí) dominante es la de mayor edad y tamaño. Los jóvenes machos de un año, llamados bermejos, viven en la periferia del grupo. Exceptuando el período de celo, los machos en edad reproductora son más bien solitarios, aun cuando los individuos mayores y más viejos macarenos, suele ir acompañados por un macho más joven conocido como el escudero. El jabalí durante el día es normalmente sedentario, pero durante la noche puede recorrer distancias considerables, que pueden ir desde los 2 a 14 km por noche, normalmente al paso cruzado o al trote ligero (J. Reichholf, 1995), mientras que en las huidas puede practicar un vivo galope, que sin embargo sólo puede mantener durante un corto periodo de tiempo. En el bosque utiliza casi siempre los mismos pasajes para sus correrías, pero en el caso de las hembras preñadas o con crías, se vuelven más sedentarias.

El jabalí se adapta a todo tipo de hábitats siempre que disponga de una mínima cobertura y alimento (acuden mucho a los chaparros par la bellota), aunque prefiere los lugares con una vegetación alta donde poder camuflarse (carrasca, aulagas, junqueras, espinos...), y dónde abunde el agua (para beber, revolcarse en el lodo o el barro y regular su temperatura). Sus hábitats predilectos son los encinares y los macizos forestales caducifolios o mixtos, sobre todo si están poco visitados y su nivel inferior es rico en maleza, zarzas y espinos donde pueda revolcarse en seco y al abrigo del viento. Pero también se le encuentra en el matorral mediterráneo (maquia) y marismas, sin desdeñar las áreas de cultivo, siempre que mantengan una mínima cobertura de arbolado o arbustos donde protegerse. En caso necesario, nada bien y durante mucho tiempo. Soporta fácilmente los rigores del invierno gracias a su pelaje y dura capa de piel lo que le permite permanecer en invierno en la zona de alta-media montaña sin mayores problemas que los derivados de la falta de alimentos.

Huellas

Se marcan dos pezuñas principales de unos 5 cms. que se diferencian de las del ciervo por ser más afiladas y alargadas. Ocasionalmente, y como rasgo típico de la especie, aparecen marcadas, a unos 2 cms., unas pequeñas pezuñas secundarias, mucho menores y más abiertas que las principales.

Hella de Jabalí

Excrementos

Negruzcos de 3 a 7 cms. de grosor, formados por una serie de glóbulos más o menos cohesionados de 5 – 10 cms. de longitud.

Otros rastros

Muy característicos en la especie son los rastros dejados en árboles (rascaderos y afiladeros) y en el suelo (hozaderos, revolcaderos, bañas y camas). Todos ellos con unas marcadas funciones dentro de la etología del animal. Quizá sean los más desconocidos las marcas que efectúan los machos con los colmillos en los árboles, llamadas afiladeros, y que puede apreciarse en las siguientes imágenes. Se interpreta que no son afiladeros de los dientes, como se ha considerado popularmente, sino que se trata de marcas de aviso de los grandes machos, que intenta colocar lo más alto posible, para dejar constancia de su envergadura para o bien disuadir de su presencia en el territorio a otros machos competidores o atraer a las hembras.

Periodo de Celo

Durante el período de celo, de noviembre a enero, el jabalí macho busca hembras receptivas de un modo tan activo que a veces llega a olvidarse de su propia alimentación. En cuanto encuentra una piara, comienza expulsando a los jóvenes del año anterior. En caso necesario, lucha contra sus rivales para conquistar a las jabalinas, generalmente dos o tres, y en ocasiones hasta ocho.

Las crías

Las crías o jabatos nacen con unas características rayas longitudinales a lo largo del cuerpo, lo que les ha dado el nombre de rayones o listones. Posteriormente éstas desaparecen a lo largo de los primeros meses de vida y su pelaje se oscurece, pasando del rojo bermejo al año de edad y al marrón o negro en los ejemplares adultos.

Los Baños de Barro

Los baños de barro desempeñan un importante papel en la ecología de la especie, considerándose que tienen varias funciones. Así aseguran su regulación térmica, en cuanto que el jabalí no suda al tener las glándulas sudoríparas atrofiadas. De igual modo se ha considerado que los baños de barro tienen un importante papel en las relaciones sociales de la especie e incluso se ha descrito un papel en la selección sexual, de modo que si mientras en el verano usan las bañas de barro todos los jabalíes, sin distinciones de sexo ni edad, durante la época de celo parecen reservadas casi exclusivamente a los machos adultos, de modo que se ha considerado (Pedro Fernández-Llario,[3] 2004), que estos baños pueden estar ligados a la persistencia de los olores corporales sobre un sustrato estable como el que proporciona una capa de barro adherida al pelo (incluso para perder rastros con los perros de caza), sin olvidar las funciones de marca territorialista, y sobre todo sanitarias que tienen para la especie los baños en barro.


Principales problemáticas

La inexistencia de depredadores naturales y el abandono de los poblamientos humanos de los montes, ha motivado que la especie haya proliferado en exceso, por lo que se hace necesario su control cinegético. Los daños en los cultivos y plantaciones, así como la incidencia en otras especie de fauna, que pueden verse seriamente amenazas en su supervivencia por la presencia de jabalíes, es otra de sus principales problemáticas. De hecho se ha constatado que donde abunda el jabalí disminuye la biodiversidad de modo preocupante, aun cuando puede representar un efecto beneficioso sobre el control de la población de roedores, insectos y lavas perjudiciales. La labor de enterramiento de semillas, así como la aireación de la tierra con sus hozadas, es otro aspecto beneficioso para la naturaleza de forma general.

LÉXICO DEL JABALÍ

Con la edad el jabalí va adquiriendo una serie de nombres muy característicos:

Jabato o rayón. Cría pequeña de corta edad en la que la capa tiene unas características rayas longitudinales. También puede llamarse cochastro al jabato pequeño o de leche, pero es palabra poco usual.

Bermejo. A los ejemplares jóvenes que, no siendo rayones, aún no han madurado y tampoco tiene el color de un adulto. Bermejo por su color rojo.

Escudero. Al macho joven que acompaña a un adulto.

Jabalina. La hembra adulta que ha sido ya madre.

Verraco. El macho adulto con ostensible capacidad reproductora.

Es una especie que no está amenazada sino que evoluciona positivamente debido a su valor cinegético y su adaptabilidad. Está en franco ascenso en los montes del término municipal.

La carne de jabalí es muy utilizada, cuando uno tiene la suerte de conseguir uno, en la cocina.