Flora y fauna de Malpica de Tajo
El nombre genérico Malva deriva del Latín {malva, -ae} vocablo empleado en la Antigua Roma para diversos tipos de malvas, principalmente la malva común (Malva sylvestris), pero también el "malvavisco" o "altea" (Althaea officinalis) y la "malva arbórea" (Lavatera arborea). El epitéto latino sylvestris significa "silvestre".
Esta planta, símbolo del sosiego y de la dulzura, ya era utilizada por los griegos hace más de dos milenios. Hipócrates la recomendaba como emoliente y laxante, propiedades que han sido demostradas, y que siguen vigentes en la actualidad.
La Malva sylvestris es es una hierba perenne, de hasta 2 m de altura. Generalmente tien tallos erectos, con ramificaciones. El tallo puede ser glabrescente (sin pelos) a pubescente (con pelillos). Las hojas son palmatífidas (de forma de palma), alternas y pecioladas. Florece a mediados de verano, produciendo inflorescencias en forma de racimos helicoidales; las flores, hermafroditas miden entre 2 y 6 cm de diámetro, con pétalos purpúreos o rosa, con venas más oscuras. El perianto es pentámero (cinco pétalos) , con calículo (pequeño cáliz formado por los sépalos) de 3 piezas soldadas en su base. Las flores se cierran al anochecer y cuando hace mal tiempo para proteger el polen. El periodo de floración es de abril a Septiembre. Las flores, comestibles refinan cualquier tipo de ensalada y con las flores secas se puede dar color a las infusiones y arroces. La polinización es esencialmente entomógama, aunque son capaces de autopolinizarse. El fruto es una cápsula (esquizocarpo) formada por varios mericarpos (partes que se separan al madurar y que contienen una única semilla). El fruto se disemina por la gravedad, cayendo al suelo cuando madura.
Es muy abundante en terrenos baldíos, huertos, cultivos, márgenes de caminos, escombreras y jardines (cuando están descuidados).
Se suele confundir con la Malva multiflora, podemos diferenciarlas por:
1) La multiflora suele tener las flores más claras y pequeñas pero el fruto de mayor tamaño.
2) La Malva sylvestris tiene el calículo o epicáliz formado por tres brácteas o piezas pequeñas sueltas y estrechas, mientras que en la Malva multiflora estas tres piezas son anchas y triangulares y soldadas entre ellas formando un epicáliz que abraza al cáliz. Se pueden diferenciar en la flor:
O se pueden diferenciar más fácilmente en el fruto
3) En la Malva multiflora los 7 a 9 mericarpos son convexos y lisos en el dorso o levemente rugosos, con ángulos dorsales obtusos y caras laterales radialmente ruguladas, glabros o pelosos, amarillentos y raramente ennegrecidos; los carpóforos (eje central del esquizocarpo) sin protuberancia ni disco que sobrepase o recubra los mericarpos. En la Malva silvestris los 10 a 13 mericarpos son de forma arriñonada, reticulados en el dorso, de color pardo y con costillas laterales sinuadas en abanico radial.
Existe una industria farmacológica alrededor de la malva y en este completo artículo se realiza "Una revisión de los beneficios para la salud de Malva sylvestris L" . Se conocen en esta planta principios activos de cierta importancia como la arabinosa, la ramnosa y pequeñas cantidades de taninos. La malva contiene, principalmente, mucílagos, taninos, pigmentos orgánicos, ácidos y vitamina C.
Suelen utilizarse, en la medicina tradicional, las hojas, tallo y flores para tratamientos de casi todo, sistema circulatorio, digestivo, genito-urinario, respiratorio, nervioso, posparto, esqueleto, piel y músculos. Los mucílagos facilitan la cicatrización de heridas internas, lesiones de las mucosas y úlceras de estómago. Se emplea en el tratamiento de la bronquitis, afecciones de las vías respiratorias superiores (tos, catarro de garganta y laringe, inflamaciones), estómago, intestino y como laxante suave. En aplicación externa, la malva sirve para la preparación de baños y apósitos contra las úlceras, quemaduras y erupciones cutáneas; su acción emoliente es muy útil para su aplicación en cataplasmas contra forúnculos y ablandamiento de bultos. Para ser aplicada en enemas profundos. Con las hojas de la malva se hace un té que sirve para aliviar la fiebre. Se toman de dos a tres tazas de té por dia. Para su uso en medicina se recolectan las hojas y flores. Las hojas, que deben estar limpias, sanas (evitar las que estén manchadas de roya) y no ser viejas, deben recogerse a mano en plena floración (primavera y verano), con tiempo soleado y estable. Las flores se recolectan acompañadas del cáliz y sin pedúnculo, siempre con buen tiempo. Hay que poner las partes recolectadas a la sombra o en un secadero con temperatura no superior a 35º C.
Cuando las flores están totalmente desecadas presentan color azul. De pequeños pelábamos los frutos de la malva (ver fotos inferiores) en forma de panecitos (cuando aún no existían las barras y los panes eran de esa forma) y nos los comíamos. Hay quien asegura que las hojas se pueden comer como si fuesen verdura, cocidas o fritas.
Lo de "irse a criar malvas" proviene de que esta planta crece bien en terrenos bien abonados y la descomposición del cuerpo humano (como cualquier materia orgánica) produce un buen abono nitrogenado.
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