Flora y fauna de Malpica de Tajo
El nombre genérico Herpestes proviene del vocablo griego {herpo} que significa "que se arrastra". El nombre específico ichneumon proviene del griego {ichneuma, -atos} y viene a significar "cazador, que sigue la pista, lo que se busca por las huellas". Y el nombre común o vulgar de meloncillo provien del latín meles y significa tejón.
Es un mamífero de cuerpo alargado y afilado, está cubierto de un pelo negro con las puntas en amarillo cremoso, o pardo con la punta en gris plateado, lo que le da un aspecto jaspeado. La cabeza es alargada, puntiaguda y su diámetro nos es mucho mayor que el de su cuello. Las patas son oscuras y cortas, con cinco dedos en cada pie y garras afiladas y curvadas que utiliza para excavar pero no son retráctiles. Tiene la cola ancha en su base y con mechón de pelos largos y negros en su punta y casi tan larga como su cuerpo; las orejas son cortas anchas y redondeadas. Un rasgo distintivo de esta especie es que tiene la pupila horizontal, algo excepcional entre los carnívoros. Además presenta una bolsa anal de gran tamaño, con dos aberturas glandulares . Los machos suelen ser de mayor tamaño que las hembras.
Es de hábitos diurnos aunque esporádicamente puede salir por las noches. Sus periódos álgidos de actividad suelen ser el mediadía y la media tarde. Se alimenta de conejos, micromamíferos y reptiles, sobre todo culebras, aunque también come aves, insectos, carroña, etc., incluso puede con serpientes venenosas como las víboras, a las que da muerte esquivando su venenosa mordedura, se han informado de ataques a ovejas y cabras e incluso a terneros recién nacidos. Utiliza sus fuertas patas y garras para excavar en busca de alimento en las madrigueras de los conejos y para acondicionarlas como vivienda habitual.
Su hábitat habitual es el monte bajo pero se adapta a vivir en casi cualquier nicho ecológico, lo he visto en las cuevas de las orillas del rio Tajo en el Coto Escolar, en cultivos como alguno de los maizales del quinto del "Olivar Viejo" y en zarzales de las riberas de los arroyos Pusa y Cedena y el río Tajo. Los machos suelen ser territoriales disponiendo de un delimitado coto de caza y reproducción pero las hembras se recorren cualquier territorio que esté a su alcance. En Malpica no lleva asentado mucho tiempos (unas dos décadas, se piensa que en la península fue introducido por los fenicios y la corriente más actual que es autóctono de la península a donde inmigró de Africa a través del estrecho de Gibraltar) pero su expansión ha sido en progresión geométrica.
Se alimenta de pequeños mamíferos, conejos en particular, y reptiles, sobre todo culebras -tampoco teme a las víboras-, y también come aves, insectos, carroña...
La época del celo suele ser en primavera y las hembras dan a luz a entre dos y cuatro crías por parto, después de una gestación de entre 72 y 88 días. Las crías permanecen con la madre alrededor de un año, durante el cual la siguen caminando en fila india, pegados unos a otros, con el morro bajo la cola del individuo que le precede. Su aspecto de gran serpiente peluda ha podido ser el origen de varias leyendas del sur peninsular y alguno de sus nombres comunes.
En una superficie blanda su paso marca los cinco dedos y si es más dura cuatro dedos y las uñas.
Sus deyecciones son alargadas, cilíndricas y con algunos estrangulamientos. Miden entre 10 y 15 cm de largo y son de color negruzco o grisáceo oscuro por contener pelo de conejo. Al secar quedan brillantes. Suelen estar depositadas en letrinas familiares en cruces de sendas y cerca de zarzas y en lugares visibles.
Sus únicos predadores naturales conocidos son el lince o el lobo que por esta zona no hay de manera que se reproduce sin control natural. En cuanto a su impacto medioambiental existen opiones enfrentadas, la de los cazadores que lo responsabilizan de ser uno de los principales causantes de la drástica disminución de la población de conejos por estos parajes y los ganaderos que los responsabilizan de ataques a corderos y, de otro lado, la opinión de los conservacionistas argumentando que el meloncillo no ataca a los conejos adultos, sólo a los gazapos (lo que ya es suficiente, sino para abocar, junto con las capacidades predadoras del zorro, la especie a su extinción, sí para que la caza de conejos engrose, por su escasez, el catálogo de actividades fagocitadas por el modo de vida moderno). La realidad es que, hoy por hoy, es una especie protegida en Castilla La Mancha cuya muerte o lesión puede acarrear fuertes sanciones.
Otros nombres comunes o vulgares: Mangosta africana, mangosta europea, bicha, culebra con pelos, serpiente peloda, melón y garduña.