Flora y fauna de Malpica de Tajo


 

La Rata de agua (Arvicola sapidus)

Etimología

El nombre genérico Arvicola provienen del latín {Arvensis} y significa "de campo, campestre". El nombre específico sapidus deriva del latín {sapidus} "sabroso, sazonado". Que viene a traducirse como "el sabroso habitante de los campos" y nos da una idea muy explícita de la función principal para la que estaba destinada esta rata en la antiguedad.

Características

El pelaje de la rata de agua es corto y denso, adaptado para el agua y el buceo, lo que se da muy bien a la especie, que puede llegar a comer bajo el agua. El pelo es muy escaso en los pies y cola, aun cuando tiene cubiertas de pelo las plantas de las patas posteriores. El color de la capa o piel es variable y va desde el pardo al negro, pasando por el color marrón, con tonalidades rojizas en el dorso, siendo el vientre de característico color gris sucio.

Longevidad: Su vida media está en torno a los tres años, aunque muchos ejemplares mueren en el primer y segundo año. Excepcionalmente puede vivir cinco años. Se adapta a la vida en cautividad.

Hábitat

Roedor de mediano tamaño particularmente adaptado a la vida en medios acuáticos, de donde toma su nombre de rata de agua, de modo que encuentra su óptimo en las proximidades de ríos, arroyos, lagos, pantanos y acequia de riego, aunque también puede vivir en junqueras, praderas y barrancos de curso intermitente, siempre que cuenten con humedad edáfica y vegetación no leñosa con la que completar su dieta. Está activa todo el año, tanto de noche como de día, aun cuando prefiere las primeras horas de la mañana y hasta media tarde. La rata de agua que vive en medios subterráneos, para lo que excava galerías -bien en el mismo subsuelo o entre las raíces y oquedades terrosas naturales- en terrenos adecuados para ellos. Las galerías subterráneas en las que vive la rata de agua suelen ser superficiales, no muy profundas, de forma ovalada y vertical (las del topo son ovaladas y horizontales), que comunican con un nido de cría, en el que deposita su descendencia en un nido acondicionado con hierba seca. En zonas pantanosas o muy húmedas suele acondicionar el nido en alto, normalmente sobre juncos, para aislar a los recién nacidos del agua y evitar que mueran ahogados en alguna inundación. Cuando está próxima la madriguera a un curso de agua, suele contar, además, con alguna boca que emerge bajo el agua y comunica directamente la madriguera con el agua, sin necesidad de salir a la superficie terrestre. En el interior del nido suele acopiar la rata de agua alimentos para la época de escasez (particularmente invierno). Se ha dicho que puede acumular en su nido hasta 10 Kgs. de alimentos en reserva.

Rata de agua

Alimentación

Se alimenta principalmente de vegetales pero también puede consumir gusanos, insectos, peces pequeños, anfibios y artrópodos.

Reproducción

Dimorfismo sexual: No aparente, si bien la hembra cuenta con cuatro mamas (2 pectorales y 2 inguinales).

Madurez sexual: Alcanza la madurez sexual a los poco meses de vida.

Celo: Puede estar activa todo el año, aun cuando tiene su óptimo en mayo-junio y lo normal son dos camadas al año. En situaciones de sequía puede interrumpirse la actividad sexual durante el verano.

Gestación: La gestación dura 42 días.

Parto: La hembra suele parir de 1 a 7 ejemplares, aun cuando lo habitual son 3 ó 4 ejemplares por cría, los que deposita la hembra en el interior de la madriguera, donde acondiciona un nido esférico con restos de materia vegetal. El nido suele estar excavado en el suelo, contando con una pequeña galería. En zonas pantanosas y encharcadas coloca el nido en alto.

Duración de la lactancia: Unas dos semanas. Abren los ojos a los 10 días. A los 15 días los ejemplares jóvenes comienzan a salir al exterior, para completar su dieta con materia vegetal.

Huellas: Por su poco peso no suele quedar marcadas. En limos y barro blando suele marcar cinco tubérculos plantares.

Excrementos: Son de un color marrón o verde, de forma cilíndrica con los extremos romos. Son muy uniformes en aspecto y tamaño, de unos 10 mm. de largo por 3 ó 4 mm. de diámetro, y aparecen depositados en montoncitos.

Otros rastros: Los restos de bulbos, raíces roídas, daños en la corteza de la base de los árboles y hierbas consumidas son otro buen rastro. También puede detectarse su presencia por las galerías superficiales que deja en el suelo al retirarse la nieve. Estas ramificaciones que tienen un diámetro de 6-8 cms y que pueden llegar a varios metros, según P. Bang (1998) se forman durante el invierno y bajo la nieve, momento en el que animal para desplazarse, acondiciona galerías en la parte más baja de la nieve y al extender después su sistema de galerías subterráneas se desprende del exceso de tierra, apretándola contra la pared de la galería de la nieve, que al retirarse presenta este característico aspecto. La presencia de ratas de agua en un territorio también puede conocerse por las entradas a sus madrigueras o nidos, donde son apreciable montículos aislados de la tierra extraída, distribuidos irregularmente, con diferente forma y tamaño, sin relación de continuidad con los agujeros de entrada y salida, lo que permite diferenciarlos claramente de las toperas.

Enemigos naturales: Particularmente los carnívoros adaptados a medios acuáticos como la nutria y el turón. La rata parda o de alcantarilla (Rattus norvegicus) puede desplazar a la rata de agua de sus hábitats naturales, con pérdida de la biodiversidad y degenerando el ecosistema.

Principales problemáticas: Puede ocasionar daños en la regeneración de la vegetación de ribera, así como en los árboles, particularmente en la corteza de la base del tronco e incluso en sus raíces. Se ha indicado que la rata de agua puede contar raíces de hasta 30 cms. También ocasiona daños en las huertas y cultivos próximos a los lugares en que habita, por lo que tradicionalmente ha sido perseguida por el hombre.