Flora y fauna de Malpica de Tajo
El nombre genérico "Viola" procede del latín {viola} y significa violeta por el color de sus flores. El epíteto específico kitaibeliana fue asignado en honor al botánico y químico húngaro Pál Kitaibel que la catalogó.
Es una plantita anual, pelosilla y enana. Las hojas mayores tienen el limbo de ovado a oval-redondeado, crenado –con de una a cuatro incisiones por lado–, con abundantes pelitos rígidos y retrorsos; las estípulas son normalmente palmatipartidas, con la división principal similar a las hojas –má o menos ovada, crenada y truncada en la base–, otras veces casi entera y estrecha. Los pedúnculos están bracteados en su parte superior. Los sépalos tienen apéndices, en las flores primeras –las más grandes– generalmente redondeados y sin dientes o, a lo más, con sólo un diente poco marcado. Los pétalos, en dichas flores, que sobrepasan ligeramente al cáliz –mucho en ocasiones–, blancuzcos, muchas veces teñidos de azul o violeta –alguna vez amarillentos–; el inferior, detraído el espolón, de 3,5-10 × 1-5 mm –de c. 12mm de longitud en las formas de corola máxima–; espolón 1,5-3 × 0,5-2 mm, corto, obtuso, no ancho, que sobrepasa netamente a los apéndices calicinos, azulado como caso normal. Fruto en cápsula oblongo- subtrígona, glabra, finalmente casi exerta del cáliz. Las semillas son de un color castaño claro.
Aunque la bibliografía asegura que pueden tener un tamaño considerable, los rodales que yo he descubierto (y cuando la vas buscando es más abundante de lo que se piensa de antemano) sólo constan de plantas diminutas en las que es difícil reparar si no vas avisado. Las he fotografiado en febrero y marzo en el monte de la cabecera de Valdeguiñuelas y un prado junto al canal de Castrejón en El Relucío.
Es tan enana que casi nadie repara en ella, luego es poco probable que se cnozcan sus propiedades y usos.
Violeta enena y pensamiento menudo.