Hemeroteca sobre Malpica de Tajo

 

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Hemeroteca sobre Malpica de Tajo

Aunque hoy en día ya casi nadie compra la prensa escrita en papel (y sospecho que tampoco muchos leen los medios digitales), en los siglos XIX y XX los periódicos impresos(1) desempeñaron un papel clave en la difusión y el desarrollo de las ideas, las modas y el modo de vida de la sociedad. Expongo aquí publicaciones relacionas con el pueblo y/o sus habitantes aparecidas en medios escritos y extraídas, fundamentalmente, de la Hemeroteca Nacional (en el período y de los medios escritos que su consulta posibilita) en las que he insertado debajo algún comentario —si alguna cosa dispusiera que añadir o comentar—, que, al tiempo, sirva para conocer o repasar algo de nuestra historia, pues, el desconocimiento actual imperante es una de las principales causas que propician el que las poderosas fuerzas reaccionarias del inmovilismo y la irracionalidad, usando los medios de comunicación de la globalización para retorcer o tergiversar la verdad, estén, de forma más o menos solapada, obligándonos a repetirla.

Se comprenderá fácilmente, que esta relación, confeccionada durante bastante tiempo (y no poco esfuerzo) es, por naturaleza, incompleta, dinámica e inconclusa, así que si alguna persona desea participar o colaborar, rectificando, suprimiendo o añadiendo alguna entrada solo tiene que proponerlo o seguir el procedimiento habitual de determinados individuos de dudosa educación cívica y catadura moral(0), liberarse de sus frustraciones y/o miedos acudiendo la difamación y la manipulación, esparciendo sus miasmas por los mentideros del pueblo y las redes sociales, sin proponer nunca solución alguna.

Al objeto de intentar introducir algún tipo de orden y/o clasificación y facilitar la carga de su extensa presentación, he dividido esta hemeroteca en dos períodos (uno para los finales del siglo XVIII y el siglo XIX y el otro sobre el pasado siglo XX) teniendo en cuenta la época y/o temática.

Finales del siglo XVIII y siglo XIX

Las publicaciones escritas de esta época en las que aparece la palabra Malpica (que son cientos) están, casi todas, relacionadas, como es lógico, con la actividad cotidiana y cortesana (en aquella época toda la actividad social y política giraba en torno a la corte) de los marqueses de Malpica ya que aparecen en la mayoría de las publicaciones de los órganos de representación nacional (desempeñaron cargos representativos en el Senado y/o las Cortes) y en los actos oficiales y cortesanos, y con las marquesas, pues desempeñaban también importantes cargos en la corte e intensa actividad como Damas de Honor y Mérito. Es pues, en buena una medida, una crónica escrita de las noticias publicadas sobre la vida social y cortesana los marqueses de Malpica (en donde he destacado y extraído las noticias que, a mi juicio, podrían ser de interés) y fácilmente entenderemos el porqué si comenzamos consultando las biografías de dos de los personajes centrales de aquella época, figuras históricas que, por su importancia en la corte española, fueron clave para el futuro de sus posesiones, títulos, descendientes y, por ende, de nuestro pueblo.

Joaquín Fernández de Córdoba marqués de Malpica y su esposa María Encarnación Álvarez de las Asturias Bohorques y Chacón, 1837(Valentín Carderera y Solano, Museo de Huesca).

Biografías de D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco, X marqués de Malpica, XI Marqués de Povar, IX conde de Gondomar, XIX señor de Parla, XX señor de Valdepusa, VI duque de Arión, IX Marqués de Mancera, VIII marqués de Montalvo y grande de España y de Dña. María de la Encarnación Álvarez de las Asturias-Bohorques y Chacón. (2)

Años 1758 y 1762

Pérdida de una pollina y en 1762 puesta en venta de un birlocho. Diario noticioso, curioso, erudito y comercial público y económico 1/4/1758 página 3.

Diario noticioso, curioso, erudito y comercial público y económico 1/4/1758 página 3. Perdida de una pollina y en 1762 venta de birlocho

Para comenzar, como muestra de uno de los principales fines de la prensa, dos anuncios de poca trascendencia: El primero sobre la búsqueda de una burra perdida (uno de los burros rucios más famoso es el que pierde Sancho Panza en la primera parte de Don Quijote de la Mancha y reaparece veinte capítulos después) y el segundo sobre la puesta en venta de un birlocho que era un carruaje ligero y sin cubierta, de cuatro ruedas y cuatro asientos, abierto por los costados y sin portezuelas muy usado, por las clases sociales altas, para paseo y exhibicionismo. Anuncios de este tipo o de subastas de "aprovechamientos" en Valdepusa se repiten con cierta frecuencia, y me hago eco solo de algunos.

Situándonos en la línea histórica temporal recordemos que, a la muerte sin descendencia de Carlos II y nombrado como sucesor, en 1700, de la corona española Felipe de Anjou, como Felipe V, "el Animoso" (nieto de Luis XIV de Francia y bisnieto de Felipe IV de España) terminaba la dinastía de la casa de Habsburgo (cuyo candidato el Archiduque Carlos de Habsburgo contaba con los apoyos de Inglaterra, Holanda y Austria -potencia europea en auge- y la corona de Aragón) y se entronizaba en España la de los Borbones (apoyada por Francia y la nobleza castellana) lo que provocó el enfrentamiento, Guerra de Sucesión, cuyo conflicto terminó (después de la victorias borbónicas de Almansa, Briguega y Villaviciosa pero también porque Carlos de Habsburgo heredó en 1711 el Imperio alemán y se desinteresó de su aspiración a reinar en España y a sus aliados, Inglaterra y Holanda, no les interesaba tampoco una posible unión de España y Austria bajo un mismo monarca), en 1713, con la firma del Tratado de Utrecht que trajo como consecuencias, además del reconocimiento de Felipe V como rey de España, la pérdida de los territorios de los Países Bajos españoles, los territorios italianos de Nápoles y Cerdeña, Saboya se anexionó la isla de Sicilia y Gran Bretaña obtuvo Gibraltar, Menorca y el navío de permiso (derecho limitado a comerciar con las Indias españolas) y el asiento de negros (permiso para comerciar con esclavos en las Indias). Podemos considerar que con el Tratado de Utrecht se inicia de la hegemonía británica. En enero de 1724, Felipe V abdicó de forma inesperada en su hijo Luis, primogénito de su primer matrimonio con María Luisa de Saboya, pero tras la temprana muerte de Luis I, en agosto del mismo año, Felipe volvió a reinar España y tras fallecer su padre, en 1746, su hijo Fernando VI ocupó el trono español. Durante el reinado de estos dos primeros borbones el estado español sufrió importantes y hondas transformaciones: los Decretos de Nueva Planta, un nuevo modelo de administración territorial, basado en la división del territorio en provincias; sustitución de los Virreyes por los Capitanes Generales como gobernadores políticos de las provincias, se creó la figura de los Intendentes, funcionarios encargados de las cuestiones económicas, en los Ayuntamientos se mantuvieron los cargos de Corregidor, Alcalde Mayor y Síndicos personeros del común (elegidos por el pueblo para su defensa), la reformaron de la administración central suprimiendo todos los Consejos, exceptuando el Consejo de Castilla (órgano asesor del rey), se crearon las Secretarías de Despacho (Estado, Guerra, Marina, Hacienda, Justicia e Indias), antecedentes de los ministerios, en 1787 se establece la Junta Suprema de Estado (antecedente del Consejo de Ministros), un mayor control sobre la Inquisición y, sobre todo, la expulsión de la Compañía de Jesús adoptada por Carlos III en 1767 y el Catastro de Ensenada en 1749 en la Corona de Castilla y el establecimiento de la moneda única (el real de a dos) para reorganizar la hacienda real. Bajo el reinado de Felipe V se inició la renovación de la cultura en España, en ciencias, literatura, filosofía, arte, política, religión y economía. En 1712 aún no acabada la guerra de Sucesión, se fundó la Biblioteca Nacional; un año después, se creaba la Academia de la Lengua y, más tarde, las de Medicina, Historia... todas ellas a imitación de las Academias francesas.

Después los españoles (1759-1788) vivieron el período del Despotismo Ilustrado del rey Carlos III, hijo de Felipe V y hermanastro de Fernando VI, que continuó con la política centralista, basada en el modelo francés, iniciada por sus antecesores en que los grandes ministros ilustrados ensayaron diversas reformas económicas que finalmente no se llevaron a cabo por la oposición del clero y la nobleza pero empezaron a calar en la sociedad española las ideas y proyectos reformistas. Llegamos así a la época que nos ocupa.

Año 1772

Respuesta aguda. Diario curioso, histórico, erudito, comercial, civil y económico 17-8-1772, página 3.

Diario curioso, histórico, erudito, comercial, civil y económico 17-8-1772, página 3. Respuesta aguda del marqués de Malpica

Por la fecha en que se dice que debió ocurrir la anécdota, (no por la publicación del artículo) había de ser D. Francisco de Ribera, el II marqués de Malpica, marido de Dña. Juana Enríquez de Ribera y Córdoba. Durante su mandato se construyó la iglesia de San Martín de Pusa y D. Miguel de Belorado fundó la cofradía de la Vera Cruz (la del cristo de Valdepozo actual). D. Francisco fue Consejero de Estado por iniciativa del Conde-Duque de Olivares, también desempeño los cargos de Ayo y Mayordomo Mayor del infante cardenal D. Fernando y del rey Felipe IV y se distinguió en alguna de las batallas navales contra los turcos. La hija cuya belleza se celebra debería ser Catalina de Ribera Enríquez.

En el año de publicación del artículo, se 1772 mandó construir, en Valdepusa, las casas-labranza de Bernuy, los Jarales, el Relucío y el Castillo y alojó en ellas a los guardas del Señorío, que hasta entonces habían residido en Malpica y San Martín, para que desempeñasen mejor su función de vigilancia para combatir el robo de leñas y bellota y la caza furtiva. También se inició los libros e índices del archivo en las oficinas de la Casa y creo recordar haber leído que el VII marqués de Malpica D. Joaquín María Enríquez de Pimentel y Toledo formó parte de la controvertida Junta de Reformación y Censura de las Costumbres.(3)

Continuando con la línea histórica temporal en España reinaba Carlos III «el Político»​ o «el Mejor Alcalde de Madrid» (una de las pocas "rara avis" de los monarcas españoles) que intentó modernizar la sociedad utilizando el poder absoluto del Monarca bajo un programa ilustrado. En la línea de la Ilustración propia de su época, Carlos III realizó importantes cambios —sin quebrar el orden social, político y económico básico, despotismo ilustrado— con ayuda de un equipo de ministros y colaboradores ilustrados, como el Marqués de Esquilache, Aranda, Campomanes, Floridablanca, Wall y Grimaldi. La nobleza, que representaba el 4 % de la población, descendió en número, debido a la desaparición de los hidalgos en los censos por las medidas restrictivas hacia este grupo por el rey, pero su poder económico se acrecentó gracias a los matrimonios entre familias de la alta nobleza, que propiciaron una progresiva acumulación de bienes patrimoniales. Mediante un decreto en 1783, el rey aprobó el trabajo manual y lo reconoció, favoreciendo a los nobles. A partir de ese momento, los nobles podían trabajar, cosa que antes no podían hacer, únicamente podían vivir de sus riquezas. Los títulos nobiliarios aumentaron con las concesiones hechas por Felipe V y Carlos III. Se crearon la Orden Militar de Carlos III, las Reales Maestranzas con estatutos nobiliarios y el Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid. En contrapartida se pusieron numerosas restricciones a los mayorazgos y a los señoríos, aunque nunca llegaron a desaparecer durante el reinado. Carlos III ayudó a repartir las riquezas de la iglesia entre los más necesitados en el país y abolió algunas leyes dictadas por la iglesia que suprimían derechos del pueblo.

Año 1786

Un hallazgo. Diario curioso, histórico, erudito, comercial, civil y económico, 12-9-1786 página 4.

Diario curioso, histórico, erudito, comercial, civil y económico, 12-9-1786 página 4. Un hallazgo

Por la fecha en que fue encontrada la caja del reloj, el anuncio había de referirse a la casa de Madrid que, D. Joaquín María Enríquez de Pimentel y Toledo, Dávila Zúñiga y Barroso de Ribera VII marqués de Malpica, tenía en la calle del mismo nombre al final de la calle Mayor.

En este año sigue azotando nuestra zona (y la provincia de Toledo), con especial virulencia, pues ya era endémica desde 1782, la epidemia de las fiebres tercianas (paludismo, debido al plasmodium falciparum, transmitido por medio del mosquito anopheles atroparvus) que se nominaba de esta manera pues uno de sus síntomas se manifestaba en "calenturas de fiebre que se repetían cada tres días". Un 8% de la población de la provincia de Toledo murió, en este año, por causa de esta epidemia. Sobre las causas de la epidemia se barajaban distintas explicaciones, algunas tan peregrinas como la expresada por Manúel Trancoso, que en su Memoria sobre la epidemia de tercianas padecida en Córdoba en 1785 destacaba como verdadera causa «la pérdida del equilibrio de la materia eléctrica que nos circunda con la que en nuestros cuerpos existe» o la argumentación-esgrimida por Francisco Ambrosio Fernández Luna, médico de Almódovar del Campo: «la causa poderosa de dicho azote epidémico es las .pasiones de ánimo de tristeza o melancolía, las que obrando en la substancia espiritosa del cerebro desecan éste», en 1789 desde Méntrida, junto a la importancia de los años húmedos se destacaba «el exceso en comer higos, pepinos, melones... y mucho desgobierno en no comer a la hora que debieran», En Valmojado se creía que la enfermedad procedía de «indigestiones por el mal uso de alimentos y por el demasiado trabajo», en el Casar de Escalona se creía que procedía de la «obstrucción de poros o constipados» y, en respuesta a la pregunta 13 de Las Relaciones del Cardenal Lorenzana sobre San Martín de Valdepusa en 1782 (la de Malpica no consta), se dice "Las enfermedades que se producen comúnmente son tercianas y pueden provenir de lo seco y ardiente del país, pocas aguas y no buenas,...". El anopheles atroparvus necesitaba para su desarrollo de zonas encharcadas y una temperatura media superior a los 20ºC. Los años de abundantes lluvias en primavera, por encima de lo normal, y de un caluroso verano eran los más propicios lo que explicaría su-aparición y desarrollo tras la primavera y primeros meses de otoño aunado al descuido de la vigilancia urbana, con calles llenas de fango e inmundicias, era otro elemento más que actuaba en contra de la sanidad pública. A la carencia de medidas higiénicas básicas y la ausencia de aseo personal se unía el hambre que convertía a los más desfavorecidos en focos permanentes del desarrollo dé la enfermedad y de la muerte. Además, el anopheles atroparvus había encontrado en el hombre, ante la crisis de la cabaña ganadera, su ·medio de alimentación. Esta epidemia desencadenó una crisis agraria y hambruna generalizada, «fue tanta y tan grande la escasez de granos y epidemia de tercianas que en los años de 1784, 85 y 86 se padeció en la provincia de La Mancha y parte de Castilla la Vieja ... », que el rey mandó suministrar de su Real Botica la quina necesaria y ordenó que se socorriese a los pobres y enfermos con los fondos de Propios. Los efectos positivos de los tratamientos a base de quina no eran conocidos por todos los médicos y cirujanos que se enfrentaron a esta enfermedad entre 1784 y 1787, en Yeles se señalaba que «como en todas partes, se ignora el remedio seguro para ellas», en Pelahustán (1782) se trataban «como le parece o como sabe el cirujano, que es el único facultativo que hay», en los Navalucillos, «se curan como aprenden los facultativos, pues he notado en ellos, en una misma enfermedad, muchas variaciones en su método de curativa», en Otero «no se puede dar razón, pues cada uno lo despachaba como podía», en Magán (1782) «se curan según el sistema que sigue el médico del pueblo, el que ahora hay regularmente manda sangrar», en Cobisa «se aplican pocas y las más ordinarias medicinas». Como la quina era difícil de conseguir, cara y agria, la ineficiente sangría seguía siendo el recurso más utilizado por los cirujanos y por algunos médicos y lo más normal era que la corteza del quino acompañara en el tratamiento a las sangrías, purgas y refrescos (Alcabón, Aldeanueva de Barbarroya, Almonacid de Toledo, Cebolla, Escalona, Gamonal, Gerindote, San Pedro de la Mata, Santa Cruz del Retamar, Santa Olalla, Torre de Esteban Hambrán, Villaminaya, Villamuelas, Viso de San Juan, ...)

Año 1792

Fallecimiento de D. Joaquín María Enríquez de Pimentel y Toledo, Dávila Zúñiga y Barroso de Ribera, VII marqués de Malpica. Mercurio de España 26/11/1792, página 8.

Mercurio de España 26/11/1792, página 8. Fallecimiento de D. Joaquín María Enríquez de Pimentel y Toledo, Dávila Zúñiga y Barroso de Ribera, VII marqués de Malpica

Por la fecha en que ocurrió el deceso debería tratarse de D. Joaquín María Enríquez de Pimentel y Toledo, Dávila Zúñiga y Barroso de Ribera, VII marqués de Malpica, XII duque de Medina de Rioseco, VIII marqués de Povar, V marqués de Montalbo, XIV conde de Melgar, V y último conde de Navalmoral, VI conde de Gondomar quien se casó en 1761 con María Bernarda Cernesio (m. 1802) y al que sucedió (ya viuda de D. Pedro Fernández de Córdoba, duque de Medinacelli, mediante cuyo enlace entronca la casa de Malpica con la más poderosa e importante de Medinacelli) su única hija María Petronila de Alcántara Enríquez y Cernesio, Pimentel y Guzmán (Madrid, 19 de noviembre de 1746-Madrid, 29 de febrero de 1802), VIII marquesa de Malpica que fundó la ermita de Casa de Vacas en ese quinto, "pues, al estar este lugar en el centro de la gran Dehesa de Valdepusa, facilitaba así el oír la Santa Misa a los guardas y a sus familias".

En ese año reinaba Carlos IV "el Cazador" (entronizado al morir su padre, Carlos III, el 14 de diciembre de 1788) o, según los historiadores su esposa, la reina María Luisa de Parma (que tuvo 24 embarazos y 14 hijos), y su hombre de confianza, Manuel Godoy que lo presentan como un monarca débil y manipulable y que fue el primero de los diez reyes de la edad moderna que no murió en el trono. Sea como fuere, durante este reinado de Carlos IV, que no suele reconocerse como el rey más absoluto aunque fue la época en que el poder estuvo más centralizado en el rey, el imperio español alcanza su mayor extensión, la Ilustración llega a su punto más álgido y constituye uno de los periodos más interesantes de la historia española por su complejidad y porque comienza a configurarse el estado moderno en enconada pugna con el régimen feudal, pues se debatieron y proyectaron numerosas reformas internas de las que algunas se quedaron sin poder llevar a la práctica, quedando en estado latente para épocas posteriores, como la supresión de la Inquisición (abolida por cuarta vez y, esperemos, que definitiva por el gobierno liberal moderado de Francisco Martínez de la Rosa en julio de 1834), la reorganización del ejército o la reforma agraria, pero otras, como el tope a la creación de mayorazgos y la posibilidad de desvincularlos, o la desamortización de ciertos bienes eclesiásticos, sí pudieron acometerse. Esta tendencia absolutista e ilustrada (sobre todo durante las regencias de Godoy), desagradaba tanto a la alta nobleza como al clero, que veía en la política contra los mayorazgos, las desamortizaciones y su apartamiento del poder, un atentado contra sus tradicionales privilegios y será esta nobleza despechada, que luchaba por mantener sus privilegios, la que integre el llamado «partido fernandino», que acabaría derrocando a Carlos IV en Aranjuez.

Para hacernos una idea más precisa del avance ilustrado repasemos los logros en materia cultural. En 1790 se comenzó a publicar la primera Biblia traducida al castellano, obra de Felipe Scío iniciada en el reinado de Carlos III y expresamente protegida por Carlos IV; en 1792 y 1794 salieron a la luz sendas traducciones (censuradas) del Ensayo sobre la naturaleza y la causa de la riqueza de las naciones de Adam Smith; en 1795, el Informe sobre el expediente de la ley agraria, de Jovellanos; en 1806, por poner un último ejemplo, se representó con gran éxito El sí de las niñas, de Leandro Fernández de Moratín, obra protegida por Godoy y que fue prohibida por la Inquisición bajo Fernando VII, los intentos de reforma de los teatros y las universidades, inicio del control estatal de la instrucción primaria en detrimento del monopolio eclesiástico, impulso de las llamadas «enseñanzas útiles», como la Medicina, la Cirugía, la Ingeniería de Puertos, Caminos y Canales o la Botánica; y a otras vinculadas a las Humanidades pero igualmente útiles al poder como la Historia, la Geografía/Cartografía o la Filología. Un perfecto compendio de la comunión entre la ciencia, los intereses del Estado y el espíritu ilustrado fue la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, emprendida en 1803 bajo la dirección de Francisco Javier Balmis, y que llevó la vacuna contra la viruela (descubierta por el inglés Edward Jenner en 1796) a las posesiones españolas del otro lado del Atlántico. Tanto Carlos IV como María Luisa de Parma demostraron un exquisito gusto artístico al que dieron rienda suelta con su activo mecenazgo. El Palacio Real y Sitios como el de Aranjuez dan buena muestra del entusiasmo de los reyes por la decoración. Sobre el nombre de pintores de mérito como Mariano Salvador Maella, Francisco Bayeu o Vicente López resplandece el del inigualable Francisco de Goya, cuyo genio supieron apreciar Carlos y María Luisa nombrándolo Primer Pintor de Cámara y encargándole numerosos retratos oficiales como el de la Familia de Carlos IV. Durante su exilio en Roma Carlos IV reunió una colección de obras de arte en un pequeño palacio que mandó construir junto al convento de frailes jerónimos de San Alejo, en el Aventino. Fueron 688 cuadros que sus pintores de cámara, Madrazo y Ribera, (Juan Antonio) se encargaron de inventariar a la muerte del rey y que en 1819 se trasladaron a España. Se conoce esta colección como la de San Alejo, parte de la cual se envió al Museo del Prado y el resto se repartió entre sus herederos.

En este año de 1792 comienza la primera regencia de Godoy (el 15 de julio fue designado consejero de Estado y el 15 de noviembre entró en el gobierno como secretario de Estado). "El acceso de un joven sin experiencia, formación, ni servicios relevantes a la dirección de la política de la Monarquía ha dado lugar a interpretaciones muy variadas, algunas pintorescas. Sus muchos enemigos, y ante todo los parciales del conde de Aranda, quienes constituían el llamado “partido aristócrata” o “aragonés”, aludieron desde el primer momento a “razones inconfesables”, dando a entender que todo derivaba de la relación amorosa entre Godoy y la Reina. Esta explicación ha gozado de fortuna durante largo tiempo, pero ha sido rectificada por la historiografía actual. Carlos IV estaba disconforme con la forma como sus secretarios de Estado habían conducido hasta entonces las relaciones con Francia y, en concreto, no le satisfacían las actuaciones destinadas a garantizar la pervivencia de la Monarquía en ese país y la suerte personal de su rey Luis XVI, jefe de la Casa de Borbón. Ni Floridablanca, aglutinante del sector “golilla” o “manteísta”, ni Aranda, su sustituto en la Secretaría y cabeza del otro grupo — el “partido aristócrata”— en disputa desde tiempo atrás por el poder, habían logrado resultados satisfactorios en este sentido, por lo que Carlos IV decidió asumir personalmente las cuestiones más graves. Para ello deseaba al frente de su gobierno a un individuo de su total confianza, alguien que fuera “hechura” suya (expresión utilizada por Godoy en sus Memorias), que todo, incluso su persona, dependiera de él por entero y que, además, no dispusiera de un plan político propio ni de un grupo en que respaldarse. Godoy reunía todas estas condiciones y por esta razón —abonada por múltiples pruebas de fidelidad personal ya dispensadas a los monarcas— fue elevado al principal puesto del Gobierno". La Parra López, Emilio. Biografías de la Real Academia de la Historia. Manuel de Godoy y Álvarez de Faria. https://dbe.rah.es/biografias/10812/manuel-de-godoy-y-alvarez-de-faria.

Año 1794

Misa de ánimas por los familiares difuntos de la marquesa de Malpica. Diario de Madrid 19/10/1794 página 3.

Diario de Madrid 19/10/1794_página 3. Misa de ánimas en honor de los familiares de la marquesa de Malpica

Una misa de ánimas es la que se oficia por las almas del Purgatorio o, como pienso que sería en esta ocasión, para rogar por los familiares difuntos de Dña. María Bernarda Cernesio viuda del VII marqués de Malpica. Lo que no entiendo es el porqué de la diferencia de emolumentos dependiendo o en función (a trozos o intervalos) de la hora de la celebración.

Desde su ascenso al poder Godoy intenta salvar la vida de Luis XVI, procesado y condenado a muerte pero pese a los esfuerzos de todas las cortes europeas, el monarca francés fue guillotinado en enero de 1793, lo que un conflicto bélico conocido como la guerra de la Convención, del Rosellón o de los Pirineos, en la que España participó y fue derrotada por la Francia republicana, fruto del desastroso abastecimiento, la pésima preparación del ejército y la escasa moral de la tropa frente a los enardecidos sans culottes franceses. Un ejército de 25 000 hombres dirigido por el general Ricardos entró en el Rosellón y logró algunos éxitos pero a partir de 1794 las tropas españolas se vieron forzadas a la retirada. Los franceses ocuparon Figueras, Irún, San Sebastián, Bilbao, Vitoria y Miranda de Ebro. Godoy suscribió con Francia la Paz de Basilea en 1795. La República francesa devolvió a España las plazas ocupadas, a cambio del territorio hispano de la isla de La Española —colonia de Santo Domingo—. En agradecimiento el rey Carlos IV le concedió el título de príncipe de la Paz. En 1796, concluida la fase más radical de la Revolución, Godoy firmó el Tratado de San Ildefonso y España se convirtió en aliada de Francia. Este cambio de postura buscaba el enfrentamiento con Gran Bretaña, principal adversario de la Francia revolucionaria y tradicional enemiga de España con la que disputaba la hegemonía marítima y, concretamente, el comercio con América. La escuadra española sufrió la derrota frente al cabo de San Vicente en 1797, pero Cádiz y Santa Cruz de Tenerife resistieron a los ataques del almirante Nelson. En América los británicos ocuparon la isla de Trinidad, y sufrieron una derrota en Puerto Rico. Ello provocó la caída de Godoy en mayo de 1798.

Año 1806

Subasta testamentaria de las yeguadas y vacadas de Valdepusa. Diario de Madrid 19/6/1806, página 2.

Diario de Madrid 19/6/1806, página 2. Subasta testamentaria  de las yeguadas y vacadas de Valdepusa.

D. Manuel Antonio María de la Soledad Fernández de Córdova y Pimentel, IX marqués de Malpica murió en 1805, luego posiblemente será esta parte de su testamento (yeguada y vacada de Valdepusa) la que sus herederos (el título de marqués lo hereda D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco entonces con 18 años) anuncian en pública subasta en 1806, supongo para que para intentar salvar bienes que estaban en Auditoría de Guerra. La marquesa viuda había recibido una oferta de compra, por el rey Carlos IV, para adquirir la biblioteca del Conde de Gondomar para instalarla en el Palacio Real de Madrid que fue tasada en 150.000 reales de vellón (37 500 pesetas), impago que hubo de reclamar posteriormente, el 23 de noviembre de 1829, su hijo D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco.

El vellón (la acepción castellana es el conjunto de la lana de esquileo de la oveja o el carnero) era una aleación de cobre y plata (con oro en ocasiones) con se acuñaban las monedas, su nombre procede del francés "billón" que significa lingote. A partir del reinado de Isabel II, el real de vellón equivalía a 25 céntimos de peseta.

Nos habíamos quedado en la caída de Godoy en mayo de 1978, tras lo cual se hacen cargo del gobierno de la España de Carlos IV dos ilustrados, Francisco de Saavedra y Mariano Luis de Urquijo, que se sucedieron al frente del gobierno entre 1798 y 1800. En 1799 llega al poder de Napoleón  y es proclamado Emperador en 1804 lo que altera las relaciones internacionales y se renovó la alianza con Francia. Napoleón necesitaba, en su lucha por mar contra los británicos, contar con la escuadra española y convence a Carlos IV para que restituya su confianza en Godoy quien, de nuevo, asumió el poder en 1800 y firmó el Convenio de Aranjuez de 1801 por el que ponía a disposición de Napoleón la escuadra española, lo que implicaba de nuevo la guerra contra Gran Bretaña. Godoy declara, en 1801, la guerra a Portugal, principal aliado británico en el continente, antes de que lo hiciera Francia. Este conflicto, conocido como la guerra de las naranjas, significó la ocupación de Olivenza por España, que además obtuvo el compromiso de Portugal de impedir el atraque de buques británicos en sus puertos. En 1805, la derrota de la escuadra franco-española en la batalla de Trafalgar por la Armada británica provoca que  Napoleón recurrió al bloqueo continental, medida a la que se sumó España.

Año 1807

Subasta testamentaria de parte de la herencia de la Sra. Marquesa de Malpica. Diario de Madrid 10/5/1807, página 2.

Diario de Madrid 10/5/1807, página 2. Subasta testamentaria de parte de la herencia de la Sra. Marquesa de Malpica

Las propiedades que los testamentarios subastan habían de pertenecer a María Petronila de Alcántara Enríquez y Cernesio marquesa de Malpica fallecida en 1802 pues Doña María del Carmen Teresa Pacheco, Fernández de Velasco y Zúñiga, duquesa de Arión murió en 1828.

En 1807 se firmó el Tratado de Fontainebleau que estableció el reparto de Portugal entre Francia, España y el propio Godoy, y el derecho de paso por España de las tropas francesas encargadas de su ocupación. La presencia de soldados franceses en territorio español, de donde no saldrían hasta su derrota en la Guerra de la Independencia, aumentó la oposición hacia Godoy. El 30 de octubre de 1807, los vasallos de Carlos IV conocieron un decreto sin precedentes por el que Carlos IV acusaba públicamente al heredero de conspirar contra su vida. Una nota anónima llevó al monarca al cuarto de su hijo, donde habría encontrado papeles comprometedores para él y su partido (del que se supone que el canónigo Juan Escoiquiz, ayo de Fernando, era el cerebro). El 5 de noviembre, el monarca perdonaba a su hijo, de nuevo a ojos de todo el reino, publicando unas humillantes cartas en las que éste reconocía su culpa. Con el perdón oficial al príncipe, y el exilio de los implicados (denunciados por el príncipe Fernando), se zanjó momentáneamente el asunto. Hay muchos interrogantes en torno a la Conjura de El Escorial. No cabe duda de que Fernando conspiraba contra sus padres. Es conocida la campaña de sátiras y rumores que el príncipe promovió contra su madre y Godoy. Pero a todas luces la maniobra de Carlos IV denunciando la deslealtad de su hijo no hizo sino empeorar la situación y acrecentar la leyenda de mártir del príncipe Fernando, a quien la opinión pública consideró víctima de una conspiración de Godoy (casado con una sobrina de Carlos III) para hacerse con el Trono. Esta acusación se antoja absurda, pero todo apunta a que la popularidad de Godoy estaba en su mínimo nivel y que el pueblo estaba dispuesto a creer cualquier historia rocambolesca sobre él. Los fernandinos quisieron ver en los hechos una conspiración de Godoy, y Godoy una torpe reacción de caballero ante un problema que debería haberse resuelto en privado. En todo caso, estos sucesos y el escándalo marcó el comienzo del fin del reinado de Carlos IV. A pesar de los numerosos comentarios sobre la debilidad de carácter de Carlos IV, las fuentes no parecen indicar que fuese un pusilánime, ni que careciese de interés por los asuntos de Estado, Carlos IV tenía su vida organizada en torno a la rutina de la Corte (tanto la diaria, como la marcada por las estaciones y las estancias en los Reales Sitios de Aranjuez, San Ildefonso y El Escorial) y dedicaba buena parte de su tiempo a distracciones alejadas de los despachos, pero Carlos IV estaba al tanto de lo que pasaba en su reino y tomaba las decisiones importantes. En cuanto a la política exterior, el monarca no sólo decidía los tratados o rupturas importantes, también participaba en el juego diplomático hablando con los embajadores extranjeros cuando la ocasión lo requería.

Año 1808

Segunda subasta testamentaria de parte de la herencia de la Sra. Marquesa de Malpica. Diario de Madrid 25/2/1808, página 4.

Diario de Madrid 25/2/1808, página 4. Segunda subasta testamentaria de parte de la herencia de la Sra Marquesa de Malpica

Las propiedades que los testamentarios subastan habían de pertenecer a María Petronila de Alcántara Enríquez y Cernesio marquesa de Malpica fallecida en 1802 pues Doña María del Carmen Teresa Pacheco, Fernández de Velasco y Zúñiga, duquesa de Arión murió más tarde en 1828.

Ya tenemos las tropas francesas en territorio español (que entraron en España el 18 de octubre de 1807 al mando del general Junot) en teoría para atacar Portugal desde tierra (llegan a la frontera el 20 de noviembre), aunque alguna otra intención albergarían cuando desplegaron tropas estratégicamente por otras ciudades españolas.

En marzo de 1808, temiéndose lo peor, la familia real se retiró a Aranjuez para, en caso de necesidad, seguir camino hacia el sur, hacia Sevilla y embarcarse para América. El motín de Aranjuez, más parecido a un golpe de Estado, fue un motín cortesano urdido por los fernandinos y apoyado por la Guardia de Corps. Se dice que fue el Conde de Montijo (el llamado «tío Pedro») el que dio la señal para que el 17 de marzo la población tomase la casa de Godoy iniciando tres días de disturbios que acabaron con el cese del Príncipe de la Paz primero, y con la abdicación de Carlos IV después, el 19 de marzo de 1808. Días más tarde, Carlos declararía inválida dicha abdicación, aduciendo que había sido forzada. Aunque el pueblo acogió el ascenso al Trono de Fernando VII con gran alborozo, los franceses se negaron a reconocer al nuevo rey y apoyaron las reivindicaciones de Carlos IV. Con la excusa de dirimir entre las disputas de padre e hijo, Napoleón los citó a ambos en Bayona, donde –entre el 5 y el 10 de mayo– consiguió que Fernando le devolviese el Trono a Carlos y que éste lo pusiese a su disposición. Tras el desafortunado episodio de las abdicaciones de Bayona, Napoleón le cedió el Trono a su hermano José, Fernando fue recluido en el castillo de Valençay, y Carlos IV inició el exilio en el que viviría el resto de su vida. Grande fue el coste: La sangre vertida el dos de mayo y más tarde en toda la guerra de la Independencia "en que la muerte estuvo presente en todas sus formas y no hubo exceso que no se cometiera", la pérdida de los virreinatos americanos y un reinado nefasto del "rey Felón" Fernando VII y que acabaría en la primera guerra carlista.

El 2 de mayo, el pueblo de Madrid se sublevó contra la presencia de las tropas francesas. Tras la represión, el alcalde de Móstoles declaró la guerra a Napoleón, y pronto se extendieron por todo el país las Juntas de Gobierno para organizar la resistencia. Había comenzado la guerra de la Independencia. Los partidarios de expulsar a los franceses se unieron en torno a la Junta Central. El 19 de agosto de 1808, el ejército de Andalucía, al mando del general Castaños derrotó a los franceses en Bailén. José I Bonaparte, colocado en el trono de España por Napoleón, abandonó Madrid, y las fuerzas francesas levantaron el sitio de Gerona y Zaragoza, pero en diciembre el propio emperador entró en España con su ejército y restituyó a su hermano en el trono. Ante esta situación el pueblo opuso resistencia con la guerra de guerrillas, que implicó a toda la población en el acoso a los invasores. Entre los guerrilleros destacaron Espoz y Mina, el cura Merino y el Empecinado. Los llamados «afrancesados» aceptaron a José Bonaparte y colaboraron con él en la elaboración de la Constitución de Bayona y en la promulgación de una legislación liberal que suprimió los derechos feudales y la Inquisición, entre otras medidas. Los franceses volvieron a sitiar Gerona y Zaragoza, que cayeron tras una larga resistencia. En 1809 sucedió el final del segundo asedio a Zaragoza y del tercero a Gerona y la alianza hispanobritánica contra Napoleón. En 1810 se disolvió la Junta Central y se reunieron en Cádiz unas Cortes no estamentales que asumieron la soberanía nacional. Dominadas por los liberales, las Cortes de Cádiz abolieron los señoríos y la Inquisición, la tortura y las pruebas de limpieza de sangre para acceder a los cargos públicos

Año 1810

Enfrentamientos en los alrededores de Malpica. El Observador 3/8/1810, n.º 5, página 20.

El Observador 3/8/1810, n.º 5, página 20. Enfrentamientos en los alrededores de Malpica

De la misma noticia se hace eco el Diario Mercantil de Cádiz el 29 de julio de 1810

Diario Mercantil de Cádiz el 29 de julio de 1810. Enfrentamientos en los alrededores de Malpica

En estas noticias se relata uno de los asedios a Malpica en que nuestros paisanos, con los refuerzos de Isidoro Mir, los de Talavera, Cebolla y La Puebla de Montalbán lograron que rechazar a los franceses, con la única baja de un tambor que fue abatido por "exceso de entusiasmo".

Enfrentamientos en los alrededores de Malpica. Gaceta de la regencia 8/10/1810, n.º 92, página 7.

Gaceta de la regencia 8/10/1810. Relato de Camilo Gómez de sus enfrentamientos con los franceses en los alrededores de Malpica

De entre las partidas de guerrilleros que operaron por la provincia de Toledo, mencionamos: Los Cazadores de África, que manda Isidoro Mir. Partida de observación de la izquierda del Tajo, mandada por Ventura Ximénez, “Héroe del Tajo”, natural de Mora. Los Escuadrones de húsares franconumantinos, al frente de la cual estuvo Juan Paralea Blanes, “El médico”; con él cooperan las partidas del Viejo de Seseña y la de Ambrosio Camarena, “El Pellejero”, natural de Argés. La partida de Francotiradores de Castilla, cuyo jefe fue Camilo Gómez quien da parte de esta escaramuza en los alrededores de Malpica. Otros famosos guerrilleros que operaron en la provincia fueron Baldomero Gómez, natural de Mora de Toledo; Francisco Sánchez, “Francisquete”, que actúa conjuntamente con la partida de Francisco Abad, “Chaleco”.

No hemos de olvidar que el pretexto para la entrada de los franceses en España (18 de octubre de 1807) es consecuencia del tratado de Fontainebleau de 1807, firmado entre Francia y la España absolutista (auspiciado por Godoy y la aquiescencia de la familia real), que prevé el ataque y la división de Portugal (aliada de Inglaterra) en tres partes, una de las cuales, la más al sur, le sería entregada a la familia de Godoy con el nombre de Principado de los Algarves. Para ello Napoleón decidió la invasión del país vecino (llegan a la frontera con Portugal el 20 de noviembre de ese mismo año) utilizando como vía de comunicación y avance el valle del Tajo (había que asegurar pues las posiciones claves de Toledo y Talavera de la Reina) y también que, como los planes de Napoleón iban más allá, sus tropas fueron tomando posiciones en importantes ciudades y plazas fuertes (Burgos, Salamanca, Pamplona, San Sebastián, Barcelona o Figueras) para controlar Madrid con objeto de derrocar a la dinastía de los Borbones y suplantarla por su propia dinastía (convencido de contar con el apoyo popular), posteriormente, para acabar con la resistencia española había que ocupar Cádiz y Andalucía (ante una previsible invasión inglesa desde Gibraltar), y su camino pasaba por Ocaña, luego la provincia de Toledo, por su situación geopolítica en el área central del territorio peninsular, cerca de Madrid, y enclave de las ruta hacia Extremadura, Levante y Andalucía, motiva el que sus poblaciones y tierras fuesen, pues, escenario de continuos enfrentamientos entre los dos ejércitos contendientes durante toda la guerra de Independencia (sin olvidar la guerra de guerrillas) hasta casi el 1813 en que, tras la batalla de Vitoria y San Marcial, fueron expulsados de España.

En la guerra de la Independencia participó el marqués de Malpica (4), a quien el gobierno francés, como represalia, embargo títulos, bienes y rentas el 9 de mayo de 1809, y alcanzó el grado de brigadier en 1815.

Año 1811

Venta de dos caballos en la casa de Malpica. Diario de Madrid 28/12/1811 página 3.

Diario de Madrid 28/12/1811 página 3. Venta de dos caballos en la casa de Malpica

El anuncio de la venta se hace también en perfecto francés; capacidad de adaptación a las circunstancias de quienes vivían en la Madrid ocupada, con un país en plena guerra de Independencia.

Año 1812

Concesión de los títulos y herencia de la casa por José Napoleón a Manuel Fdez. de Córdoba Pacheco y la Cerda. Diario de Madrid 31/7/1812, página 1.

Concesión de los títulos y herencia de la casa por José Napoleón a Manuel Fdez. de Córdoba Pacheco y la Cerda

En sus intentos de atraerse las simpatías de los españoles, José I Bonaparte, organizaba fiestas y publicaba leyes que contentaran a las gentes, supongo que la redistribución de títulos a sus simpatizantes sería una de ellas.

Este es un año de los más importantes de la historia española pues, el 19 de marzo de 1812, festividad de San José, fue aprobada y promulgada la Constitución de las Cortes de Cádiz, conocida por eso como la Pepa, que fue la primera Constitución propiamente española y la más liberal hasta su época y la más influyente posteriormente. En la constitución de Cádiz, (estructurado en 384 artículos y divididos en diez títulos) se establecía la soberanía en la Nación —ya no en el rey—, la monarquía constitucional, la separación de poderes, la limitación de los poderes del rey, el sufragio universal masculino indirecto, la libertad de imprenta, la libertad de industria, el derecho de propiedad o la fundamental abolición de los señoríos, entre otras cuestiones, por lo que «no incorporó una tabla de derechos y libertades, pero sí recogió algunos derechos dispersos en su articulado». Además, confirmaba la nacionalidad española para todos los nacidos en cualquier territorio de la corona española.

Año 1813

Parte de la guerra de la Independencia. El Conciso (Cádiz) 25/3/1813, página 7.

El Conciso (Cádiz) 25/3/1813, página 7. Parte de la guerra de la Independencia

Se cita que había sido destruida la barca de Malpica para dificultar y entorpecer la posible persecución paso de tropas francesas invasoras en su franco repliegue y huida hacia el norte de vuelta a Francia.

Con el Tratado de Valençay de 1813 Napoleón devolvía al rey Fernando VII y a sus sucesores la condición de reyes de España y de las Indias, directamente y sin intermediación de las Cortes. Frente a este evento el Congreso declaró la nulidad del tratado y no reconoció a Fernando VII como rey mientras no jurase la Constitución gaditana; otra de las innumerables felonías que perpetró el rey Felón fue derogarla, por vez primera, en Valencia el 4 de mayo de 1814, al mes y medio de regresar a España por Gerona.

Año 1814

Felicitación de los cuerpos de Caballería de la Reina, Borbón y Cazadores de Sevilla destinados en Cádiz al regreso de Fernando VII. El Procurador general de la nación y del rey 5/5/1814 página 5 y 6.

El Procurador general de la nación y del rey 5/5/1814 página5 y 6. Felicitación de los cuerpos de Caballería de la Reina, Borbón y Cazadores de Sevilla destinados en Cádiz al regreso de Fernando VII

Por el Tratado de Valençay de 11 de diciembre de 1813, Napoleón reconoció a Fernando VII, el rey Felón(5), como rey de España con plenos poderes. Este tratado se firmó sin conocimiento de las Cortes españolas y de la Regencia, que ejercía el poder ejecutivo en nombre de Fernando VII y además vulneraba e infringía un decreto de las Cortes de Cádiz del 1 de enero de 1811, el cual prohibía al rey de España firmar acuerdos o tratados con otras potencias mientras estuviera privado de libertad, fuera del territorio español, así como lo determinado en la Constitución de 1812 sobre su juramento, y el 13 de marzo de 1814 con el beneplácito del Emperador salió de Valençay. El 22 de ese mes entró en España por Báscara (Gerona). No juró la Constitución, ni siguió el itinerario marcado por las Cortes, sino que tras un breve paso por Zaragoza, donde recibió todo tipo de homenajes, se dirigió a Valencia el 16 de abril de 1814, protegido por el general absolutista Elío. Dos días antes, 69 diputados de la misma tendencia, encabezados por Bernardo Mozo de Rosales, habían firmado un documento conocido como «Manifiesto de los Persas» defendiendo el rechazo al liberalismo y el consecuente retorno al Antiguo Régimen. Frente a estos acontecimientos, Fernando VII promovió la promulgación del llamado «Decreto de Valencia» de 4 de mayo siguiente, que proclamaba la restauración absolutista, aboliendo la Constitución y toda la legislación emanada de las Cortes de Cádiz. El 5 de mayo Fernando VII salió de Valencia emprendiendo una marcha triunfal hacia Madrid. El entusiasmo popular ante el retorno de "El Deseado" fue apreciable. El régimen constitucional no fue capaz de oponer resistencia y las Cortes fueron disueltas el 10 de mayo de 1814 tras el Golpe de Estado.

Año 1822

Enfrentamiento en la Década Ominosa. El Indicador de los espectáculos y del buen gusto 18/9/1822, n.º 134, página 1.

El Indicador de los espectáculos y del buen gusto 18/9/1822, n.º 134, página 1. Enfrentamiento de la Guerra carlista en el Torrejon.

Por la fecha este artículo se corresponde con alguno de los episodios del intento de golpe de Estado del 7 de julio de 1822 (claro antecedente de las guerras carlistas posteriores en donde ya se usaban el lema «Dios, Patria y Rey» y el término "Cruzada" que se usó posteriormente a partir de 1936, y que, probablemente, por los aires que soplan, no tardaremos mucho en volver a oírlas), en el que estuvieron directamente implicados el rey y miembros de su familia para terminar con las libertades que el rey se vio forzado a aceptar durante el Trienio Liberal. Pero sigamos exponiendo la línea temporal histórica con los antecedentes y sus consecuencias

Después de su regreso a España y el golpe de estado de 1814 ya tenemos a Fernando VII "El rey Felón" reinando en España como un déspota monarca absoluto, Hasta 1820 (sexenio absolutista) intentó restaurar la condición social anterior a la Guerra de la Independencia, se ocupó en perseguir a los liberales y afrancesados (a quienes había prometido respetar) creando la Comisión de Causas de Estado, abolió la libertad de prensa, las diputaciones y ayuntamientos constitucionales y se cerraron las universidades. Se restableció la organización gremial y la Mesta y se devolvieron las propiedades confiscadas a la Iglesia.

Aunque los levantamientos militares fueron numerosos durante el Sexenio Absolutista (1814-1820): Francisco Espoz y Mina (1814), Juan Díaz Porlier (1815), Vicente Ramón Richart (1816), Luis Lacy y Francisco Milans del Bosch (1817) y Joaquín Vidal (1819) cuyo propósito era el de arrastrar a la población una vez iniciado el pronunciamiento, todos terminaron fracasando, sus organizadores fueron descubiertos, apresados y ajusticiados, antes de que sus llamamientos populares a la insurrección pudiesen expandir su eco. Solo tras el pronunciamiento de Riego en 1820, Fernando VII se vio obligado a jurar la Constitución de 1812, iniciándose así el Trienio Liberal (1820-1823). El monarca tuvo que desdecirse y jurar (por vez primera) la Constitución. Fue en ese momento cuando pronunció una de las frases que, según los especialistas, dan buena muestra de su hipocresía: “Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional" que dijo al tiempo que negociaba con las potencias de la Santa Alianza la intervención militar en España para acabar con los liberales que le habían obligado a jurar la Constitución. Pero, descontento, emprendió todo tipo de acciones para eliminar, como en 1814, la Constitución. Especialmente sonado fue el intento de golpe de Estado del 7 de julio de 1822 (claro antecedente de las guerras carlistas posteriores en donde ya se usaban el lema «Dios, Patria y Rey» y el término "Cruzada" que se usó luego a partir de 1936, y que, probablemente, por los aires que soplan, no tardaremos mucho en volver a oírlas), en el que estuvieron directamente implicados el rey y miembros de su familia. Ante el fracaso del golpe las potencias de la Santa Alianza, reunidas en Verona en 1822, decidieron intervenir militarmente en España para ayudar a Fernando VII a recuperar su gobierno absoluto. El 28 de enero de 1823, Luis XVIII anunció ante la Asamblea Nacional francesa el envío a España de un ejército formado por cien mil hombres (los llamados «Cien Mil Hijos de San Luis») al mando de un miembro de la familia Borbón, el Duque de Angulema. Semanas después, el 7 de abril, el ejército invasor francés, acompañado de guerrilleros absolutistas españoles refugiados en Francia, atravesó de nuevo los Pirineos y sin hallar gran resistencia avanzó con rapidez por territorio español (de nuevo "la muerte estuvo presente en todas sus formas y no hubo exceso que no cometiera" la violencia absolutista) y el 30 de septiembre se rindió Cádiz. Ese mismo día, Fernando VII firmó un decreto prometiendo perdón general por todo lo pasado, pero al siguiente día, salió de Cádiz y se reunió con el Duque de Angulema en El Puerto de Santa María y dio un nuevo decreto que derogaba la Constitución (por segunda vez) y declaraba nulas las actuaciones del régimen constitucional. A continuación se desencadenó por toda España la persecución de los partidarios del régimen constitucional (una muestra más de su felonía), muchos de los cuales recurrieron al exilio para evitar la cárcel o salvar sus vidas. Muchos, sin embargo, fuera por confianza en su comportamiento leal a las leyes, fuera por descuido o por otras razones, no tuvieron la misma suerte y sufrieron la pena de muerte. El caso más señalado fue el de Rafael del Riego, ejecutado de manera ignominiosa en Madrid. El 13 de noviembre de 1823, dos días después de la ejecución de Riego, Fernando VII entró en Madrid e inauguró un nuevo tiempo de durísima represión y ausencia de libertades, etiquetado como la «Década Ominosa». Durante estos años el rey hizo oídos sordos a quienes solicitaron algunos cambios políticos para modernizar el país y resolver la grave situación económica. Sólo aceptó algunas reformas administrativas, sugeridas por antiguos afrancesados, como Pedro Sáiz de Andino y Javier de Burgos, pero impidió cualquier avance en el orden político y, por supuesto, la mínima aproximación hacia un sistema representativo, ni siquiera al de Carta Otorgada como el vigente en Francia. Pronto se alzaron voces en las propias filas absolutistas contra el rey, exigiendo mayor dureza en la represión de las ideas liberales y de quienes las sustentaban y el establecimiento de un sistema absoluto de signo teocrático. La negativa de Fernando VII a satisfacer esta última demanda, mantenida con especial énfasis y fanatismo por el clero, que interpretó como un atentado a su poder personal, estuvo en el origen, entre otros factores, de varios movimientos insurreccionales organizados por sectores ultraconservadores; el más relevante fue el ocurrido en 1827 en Cataluña (la rebelión de los Agraviados). Aunque las revueltas fueron sofocadas – de nuevo mediante el recurso a la represión- quedó muy malparada la imagen de Fernando VII, quien para recuperar su popularidad realizó un viaje a Cataluña, que prosiguió por el norte de España durante varios meses. El periplo, finalizado el 11 de agosto de 1828, fue todo un éxito para Fernando, pues le permitió controlar por el momento a los absolutistas extremos, mientras algunos sectores reformistas se forjaron ilusiones sobre la posibilidad de ciertos cambios, que no se produjeron. Para contrarrestar los intentos de los liberales, el monarca recurrió al procedimiento habitual de la represión, dando lugar a episodios muy sonados, como la muerte de Mariana Pineda y el fusilamiento del general Torrijos y de sus compañeros desembarcados en las costas de Málaga aunque ello no aminoró el acoso de los ultras, aglutinados en torno a su hermano Carlos María Isidro. Para desactivar las maniobras de los ultras, Fernando VII promulgó el 29 de marzo de 1830 la Pragmática Sanción, (que ya estaba aprobada por las cortes en el reinado de su padre Carlos IV y no había entrado en vigor) mediante la cual se restablecía la norma castellana que reconocía a las mujeres el derecho a heredar el Trono. El 10 de diciembre de 1830 María Cristina dio a luz una niña (la futura Isabel II), hecho que recrudeció la disputa por la sucesión entre los partidarios de Carlos María Isidro y el rey. En septiembre de 1832 Fernando VII sufrió una grave enfermedad y se temió por su vida. Las presiones de los ultras se incrementaron y el 18 de septiembre el rey derogó la Pragmática Sanción. Restablecida su salud, de nuevo decretó el derecho de las mujeres a reinar en España (31 diciembre 1832), pero los ultras o «carlistas», como pronto fueron conocidos, no acataron esta decisión. El 29 de septiembre de 1833 murió Fernando VII sin que hubiera sido resuelto el problema de su sucesión. Su esposa, María Cristina de Borbón, quedó como regente del reino durante la minoría de su hija Isabel II, que entonces contaba 3 años de edad. Ya tenemos el problema sucesorio que fue el germen de la Guerras Carlistas.

En 1802 se casó con su prima María Antonia de Nápoles que sufrió dos abortos, no tuvo descendencia y murió de tuberculosis el 21 de mayo de 1806. En septiembre de 1816 Fernando VII contrajo matrimonio con la portuguesa Isabel de Braganza, sobrina suya, quien murió en diciembre de 1818 sin descendencia. El 2 de septiembre del año siguiente casó por tercera vez, ahora con María Josefa Amalia de Sajonia(6), una persona muy piadosa con la que tampoco tuvo hijos. Finalmente, en 1829, se casó con otra de sus sobrinas, María Cristina de las Dos Sicilias (13)(boda, bien acogida por los españoles, debido a las simpatías despertadas por la nueva reina, que proporcionó a Fernando VII fugaces y últimos momentos de popularidad) y tuvieron dos hijas: La futura reina de España Isabel II y la infanta Luisa Fernanda casada con el duque de Montpensier. Y aquí surge el problema sucesorio que constituye la excusa (pero no la causa parafraseando a Tucídedes) para el desencadenamiento de las tres Guerras Carlistas.

Año 1826

Pérdida de un reloj de oro. Diario de avisos de Madrid 9-11-1826, página 4.

Diario de avisos de Madrid 9-11-1826, _página 4. Pérdida de un reloj de oro

Por la fecha (7) en que extraviado el reloj, debía pertenecer a la casa de Madrid que el marqués de Malpica Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco, tenía en la calle del mismo nombre al final de la calle Mayor.

Desde el punto de vista de la historia de España los hechos ocurren en plena Década Ominosa (abominable) en que se restaura de nuevo el absolutismo, fueron tiempos "de contrarrevolución ciega y vengativa que llevó a los liberales al exilio o a prisión, y que hizo temer lo peor, incluso a sus aliados, que tuvieron que dejar una parte importante de sus tropas en el país para ayudar a la monarquía a controlar la inestable situación derivada de una restauración sin concesiones". De hecho durante los años posteriores a 1823 las tropas francesas, que permanecieron en España hasta 1828 en virtud del convenio firmado entre las dos monarquías, intervendrán en numerosas ocasiones para proteger a la población con simpatías liberales del hostigamiento y los excesos represivos de los absolutismos. El duque de Angulema le había confesado el 7 de septiembre en una conversación privada al general Miguel Ricardo de Álava, enviado por el Gobierno constitucional para pactar las condiciones de un alto el fuego, que era menester «sujetar a Fernando, sin lo cual no cabía esperar de él cosa buena» y que «el partido servil en general», en el que se apoyaba Fernando VII, «es el peor de la nación. Estoy acostumbrado de su estolidez e inmoralidad. Los empleados de la Regencia [absolutista] no tratan sino de robar y hacer negocio». Se puede considerar como símbolo del comienzo de la restauración absolutista la indignante (originó protestas en toda Europa) y chapucera condena y posterior ejecución en la horca en la Plaza de la Cebada de Madrid de Rafael de Riego el 7 de septiembre de 1823. La ejecución del guerrillero y héroe de la Independencia (paradojas de la historia y paradigma de la crueldad del rey Felón, ya que fue condenado por quien él ayudó a recuperar su trono) Juan Martín Díez, «el Empecinado», se llevó a cabo el 19 de agosto de 1825. Un testigo presencial tan "ecuánime, moderado y pacífico" como dice Gaspar Gómez de la Serna que fue Ramón de Mesonero Romanos, escribe que el 13 de noviembre de 1823, seis días después de ordenar la ejecución de Riego, Fernando VII el Deseado «lanzó a la Nación en todos los horrores de la saña política, de las venganzas personales, de la persecución contra el saber y el patriotismo». No me extiendo más pero en el apartado dedicado a "Represión y exilio de los liberales" del artículo de la Wikpedia que enlazo más arriba pueden consultarse algunas de las "atrocidades" más sobresalientes de esta represión institucionalizada que volvería a repetirse por los mismo actores y causas parecidas un siglo y pico más tarde y que se está volviendo a planificar y gestar de nuevo desde hace algunos años. En el campo de las reformas institucionales, que algunas hubo, cabe destacar la creación de nuevas instituciones (el Consejo de Ministros, la Secretaría de Estado del Fomento, la Superintendencia de policía) y el aumento del peso de los otros ministerios, en particular el de Finanzas. El Consejo de Ministros, creado por decreto de 19 de noviembre de 1823, heredero de la Junta Suprema de Estado que funciona en 1787 y en 1815, conoce unos inicios titubeantes, el embajador de Francia advertía en junio de 1824 lo siguiente: «No se debe perder de vista que el Consejo de Ministros (...) sólo existe de nombre. Los secretarios de Estado (...) no son auténticos ministros (...), no son sino secretarios encargados de despachar las órdenes del rey». En un primer momento, el Consejo de Ministros debe imponerse frente al Consejo de Estado en el que se atrincheraron los ultras. No lo consigue realmente hasta agosto de 1826, con el final de la crisis institucional que se inició a fines de otoño de 1825. La creación del Ministerio de Fomento sucedería después de la fecha del artículo que tratamos, por el decreto de 9 de noviembre de 1832 y fue el resultado de una larga lucha que enfrentó a ultras y moderados del absolutismo y que pudo resolverse a favor de estos últimos sólo después de los acontecimientos de La Granja. La Superintendencia General de Policía fue el primer cuerpo de policía creado en España en el inicio de la Década Ominosa mediante un real decreto promulgado el 13 de enero de 1824. Como ha señalado Jean-Philippe Luis, con su implantación «se dio un paso importante hacia la creación de una verdadera policía moderna». Sin embargo, como ha advertido Juan Luis Simal, su aparición «estuvo íntimamente ligada a la represión y control de los liberales».

Año 1828

Perdida de un galgo. Diario de avisos de Madrid 21-1-1828, página 4.

Diario de avisos de Madrid 21-1-1828, página 4. Perdida de un galgo.

Por la fecha en que extraviado el galgo, debía pertenecer a la casa de Madrid que el marqués de Malpica Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco, tenía en la calle del mismo nombre al final de la calle Mayor. Desde el punto vista histórico continuamos en plena Década Ominosa (1823 a 1833) que ya hemos referenciado en la entrada del artículo anterior.

Fallecimiento de la Excma. Sra. Doña María del Carmen Teresa Pacheco, Fernández de Velasco y Zúñiga, duquesa de Arión. Diario Balear 4/7/1828.

Fallecimiento de la Excma. Sra. Doña María del Carmen Teresa Pacheco, Fernández de Velasco y Zúñiga, duquesa de Arión

La Excma. Sra. Doña María del Carmen Teresa Pacheco-Téllez- Girón y Fernández de Velasco y Zúñiga, V duquesa de Arión, marquesa viuda de Malpica y de Mancera, era la madre de Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco (el hijo primogénito de los seis) y muere a los 62 años y cuatro meses de edad. Su esposo era D. Manuel Antonio Fernández de Córdoba, marqués de Malpica y Маncera, conde de Gondomar, de la ilustre casa de Medínaceli. Desde 1º de junio de 1793 fue dama de la Reina Madre y lo era también de la augusta Esposa de S. M. reinante. En 2 de julio de 1794 fue honrada (con 20 años de edad) con la banda de la Orden de Маría Luisa, en la que era de las Damas más antiguas. Posiblemente esta marquesa de Malpica, que hubo de refugiarse en Malpica y San Martín de Pusa durante la guerra de la Independencia, era la que tuvo que desplazarse en burro desde Valdepusa a Madrid al final de la guerra de la Independencia al haber le sido embargados los bienes por las autoridades francesas.

Año 1830

Venta de una partida de buenos garbanzos en la casa del marqués de Malpica. Diario de avisos de Madrid 13/1/1830, página 3.

Diario de avisos de Madrid 13/1/1830, página 3. Venta de una partida de buenos garbanzos en la casa del marqués de Malpica

Pues eso, un anuncio de venta de una partida de buenos garbanzos en la casa del marqués de Malpica, seguramente procedentes de Valdepusa.

Seguimos inmersos en plena Década Ominosa y uno de hechos históricos más importantes de este año de 1830, por las repercusiones posteriores que tuvo al ser una de las causas de o excusas para las Guerras Carlistas, fue la publicación de la Pragmática Sanción aprobada (en 1789) al principio del reinado de su padre Carlos IV que abolía el Auto Acordado, publicado por Felipe V el 10 de mayo de 1713 por el que se había establecido en España la Ley Sálica , vigente desde el siglo v (comienzos de la Alta Edad Media) y publicada por orden de su rey Clodoveo I, que impedía que las mujeres pudiesen reinar y el nacimiento, 10 de octubre de 1830, de una niña, Isabel, la futura reina Isabel II.

Tras la repentina muerte el 19 de mayo de 1829 de su tercera esposa, María Josefa Amalia de Sajonia, el rey anunció solo cuatro meses después (el 26 de septiembre) que iba a casarse de nuevo. La cuarta esposa fue la princesa napolitana María Cristina de Borbón-Dos Sicilias(13), sobrina de Fernando y 22 años más joven que él. Se casaron por poderes el 9 de diciembre —el matrimonio fue ratificado el día 11—103​ y pocos meses después (el 31 de marzo) Fernando VII hacía pública la Pragmática Sanción. A principios de mayo de 1830, un mes después de la promulgación de la Pragmática, se anunció que la reina María Cristina estaba embarazada, y el 10 de octubre de 1830 nació una niña, Isabel, por lo que su tío Carlos María Isidro quedó fuera de la sucesión al trono, para gran consternación de sus partidarios ultra absolutistas, esto fue el desencadenante de las guerras Carlistas. Los «carlistas», a los que la publicación de la Pragmática de 1789 había pillado por sorpresa,​ no se resignaron a que la recién nacida Isabel fuera la futura reina y prepararon un movimiento insurreccional para finales de 1830 que fue desbaratado por la policía.

Nombramiento como dama de honor de la reina a Dña. María de la Encarnación Álvarez de las Asturias-Bohorques y Chacón, marquesa de Malpica. Diario Balear 16-12-1830, página 3.

Nombramiento como dama de honor de la reina a Dña. María de la Encarnación Álvarez de las Asturias-Bohorques y Chacón, marquesa de Malpica

Doña María de la Encarnación Álvarez de las Asturias Bohórquez y Chacón, hija de los Duques de Gor, Grandes de España, Marqueses de los Trujillos, Condes de Torrepalma y de Canillas de los Torneros, Vizcondes de Caparacena, nació en Madrid el 7 de abril de 1798. En 1833, año de la muerte de Fernando VII, se le concede a la Marquesa de Malpica la Banda de las Damas Nobles de la Reina María Luisa, creada en su día por Carlos IV como homenaje a la que fue su esposa, y máxima distinción que la Corona otorgaba a las Señoras de la Nobleza. Fue también Dama de la Reina y, como constatación de la confianza que la Soberana depositó en ella, fue nombrada Aya del Príncipe de Asturias, el futuro Alfonso XII, y de las Infantas

Año 1831

Bautizo de una de las hijas de los marqueses de Malpica. El Correo 16/12/1831, nº 537, página 2.

El Correo 16/12/1831, n.º 537, página 2. Bautizo de una de las hijas de los marqueses de Malpica.

Por la fecha del bautizo, estamos en plena Década Ominosa, la hija de los marqueses de Malpica bautizada había de ser María Cristina Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques I Marquesa de Griñón que nace en Madrid el 6 de septiembre de 1831, se casa en Madrid, (4/28/1879) con Fernando Rámirez de Haro y Belvís de Moncada, IX Conde de Villariezo y fallece en Madrid el 18 de febrero de 1893. María Cristina Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques recibió este título, creado para ella por la reina Isabel II de España en 1862, a petición de su padre, el militar Joaquín Fernández de Córdova y Pacheco, VI duque de Arión, X Marqués de Malpica, y IX de Mancera. La pareja no tuvo hijos así que el título del marquesado correspondió a su sobrino Joaquín Fernando Fernández de Córdoba y Osma.Los reyes cuyos nombres recibe serían Fernando VII de España, llamado «el rey Felón» y María Cristina de Borbón-Dos Sicilias(13).

El gobierno promulgara el 1 de octubre un decreto con medidas «contra los facciosos y revolucionarios» incluida la pena de muerte, que diez días después acordara el cierre de las Universidades y que el 1 de marzo de 1831 restableciera las comisiones militares. Así, se produjo un incremento de la represión de la que fueron víctimas el librero madrileño Antonio Miyar, ahorcado; Juan de la Torre, ahorcado por haber dado un viva a la libertad; y la joven viuda granadina Mariana Pineda, ejecutada a garrote vil con la excusa de haber encargado bordar una bandera morada con las palabras «Libertad, Igualdad, Ley». La misma suerte correrían el general José María Torrijos y sus hombres en diciembre de 1831, todos ellos fusilados sin juicio previo tras el fracaso de su pronunciamiento por tierras de Málaga.

Año 1832

Poema de Ventura de la Vega sobre el Pusa. Cartas españolas 28/6/1832, página 306.

Cartas españolas 28/6/1832, página 306. Poema de Ventura de la Vega sobre el Pusa

Ventura de la Vega era un escritor, poeta y dramaturgo argentino afincado en la corte española. En su juventud (adolescencia más bien) fue compañero de Espronceda en el colegio San Mateo y junto a él formará parte de la Academia Poética del Mirto, y, dentro de ella, de un subgrupo de exaltados que forman una sociedad secreta, “Los Numantinos”, contrarios al absolutismo de Fernando VII, que apoyan, en lo que pueden, al reo Rafael del Riego (la columna comandada por el teniente coronel Rafael del Riego durante el pronunciamiento que lleva su nombre iniciado el 1 de enero de 1820 en Las Cabezas de San Juan, cantaba un himno que quedó como símbolo del republicanismo), hasta que en 1824 la policía disuelve el grupo y Ventura de la Vega es recluido por un tiempo en el convento de los Trinitarios de la calle de Atocha. Ventura de la Vega se va convirtiendo en figura ilustre en el Madrid cortesano del momento, la reina Isabel lo nombra gentilhombre de cámara con ejercicio, y en los años siguiente asciende a intendente general de la Real Casa y su Patrimonio, aunque renuncia a este segundo cargo, aceptando en cambio el de secretario particular de la Reina, en sustitución de Donoso Cortés, con un sueldo anual de 40.000 reales. Cesa en dicho cargo en octubre de 1847 para ocupar la subsecretaría del Ministerio de Estado. En su época se dijo que su númen fue Dña. Blanca de Osma y Zabala (hija de Joaquín de Osma y Ramírez de Arellano y de Ana de Zavala y de La Puente III marquesa de la Puente y Sotomayor y I marquesa de la Puente, Grande de España, había casado con Fernando Fernández de Córdoba, VII duque de Arión, marqués de Povar y XI de Malpica) cuando era una tierna infante

El poema se me antoja una oda al recogimiento, la quietud, la mansedumbre y la tranquilidad del ignoto, apartado y ledo discurrir del Pusa, pues si por contra:

Por esos tendidos llanos

te lanzaras,

En tu cristal inocente

¡Cuántos siervos y tiranos

retrataras!

De aquel trance malhadado

De las armas españolas

fue testigo,

Guadalete(8) ensangrentado,

Y abrió tumba entre sus olas

a Rodrigo.

Berecina(9), el lauro honroso

Que cuatro lustros tejieron

hondo tragó;

Y el poder de aquel coloso

Que los hombres no vencieron,

allí se hundió.

Elogio a la reina María Cristina por el decreto de amnistía. La Revista española 1/12/1832, página 6 y 7.

Elogio a la reina María Cristina por el decreto de amnistía. La Revista española 1/12/1832, página 6 y 7

No tengo claro si los firmantes se refieren al decreto de amnistía de 15 de octubre de 1832 (el rey había delegado en su esposa María Cristina el 6 de octubre por estar gravemente enfermo) o al decreto posterior de 30 de octubre de 1832. Por el primero a los amnistiados también les era permitido «el ejercicio de su profesión o industria y el goce de sus condecoraciones y honores». Por el segundo, se reconocía su antigüedad en el servicio y se atendían las condiciones económicas de los empleados militares y civiles que se habían beneficiado de la misma. Una amnistía que además estuvo precedida por el nombramiento como superintendente general de policía de quien durante el trienio liberal había sido jefe político de Madrid, el brigadier de infantería José Martínez San Martín, en sustitución del consejero de hacienda Marcelino de la Torre. Como también fueron importantes tanto la reapertura de las universidades, como la definitiva puesta en marcha, tras dos años de demora, del Ministerio de Fomento, cuya organización y competencias fueron obra de su entonces titular interino Victoriano de Encima.

​ En el verano del año 1832, los carlistas intentaron aprovechar la oportunidad que les proporcionó la enfermedad del rey en los que serían conocidos como los «sucesos de La Granja». El 16 de septiembre de 1832 se agravó el delicado estado de salud de Fernando VII que se encontraba convaleciente en su palacio de La Granja (en Segovia).​ Su esposa la reina María Cristina, presionada y engañada por los ministros «ultras», el conde de Alcudia y Calomarde, y por el embajador del Reino de Nápoles (respaldado por el embajador austríaco, que es quien dirige «los hilos desde la sombra»), que le aseguraron que el Ejército no le apoyaría en su Regencia cuando muriera el rey (e intentando evitar una guerra civil, según su propio testimonio posterior), influyó en su esposo para que revocara la Pragmática Sanción del 31 de marzo de 1830, que había restablecido la Pragmática Sanción de 1789 que cerraba el acceso al trono a Carlos María Isidro. El día 18 el rey firmó la anulación de la Pragmática de la ley sálica, por lo que la norma que impedía que las mujeres pudieran reinar, volvía a estar en vigor. Pero inesperadamente Fernando VII recobró la salud y el 1 de octubre, contando con el apoyo de «lo más granado de la corte y del reino y la flor de la grandeza española» que habían acudido a La Granja para evitar que los «carlistas» se hicieran con el poder,​ destituyó al gobierno, que incluía a los ministros que habían engañado a su esposa, y el 31 de diciembre anulaba en un acto solemne el decreto derogatorio que jamás se había publicado (pues el rey lo había firmado con la condición de que no apareciese en el periódico oficial La Gaceta de Madrid hasta después de su muerte), pero que los «carlistas» se habían encargado de divulgar —en el discurso que pronunció en el acto solemne de anulación Fernando VII declaró «que el decreto firmado en las angustias de mi enfermedad fue arrancado de mí por sorpresa; que fue efecto de los falsos terrores con que sobrecogieron mi ánimo, y que es nulo y de ningún valor»—. De esta forma Isabel, de dos años de edad, volvía a ser la heredera al trono. El nuevo gobierno encabezado como Secretario del Despacho de Estado por «absolutista ilustrado» Francisco Cea Bermúdez, del que ya no formó parte ningún «ultra» (los «sucesos de la Granja» supusieron el fin de la carrera política del conde de Alcudia y de Calomarde, este último huyó a Francia disfrazado de fraile), tomó una serie de medidas para ganar adeptos a la causa de la futura Isabel II. Se reabrieron las universidades, cerradas por el ministro Calomarde, y se promulgó una amnistía que permitió la excarcelación de muchos presos liberales y la vuelta a España de una parte importante de los exiliados. Además el 5 de noviembre se creó el nuevo Ministerio de Fomento General del Reino, un proyecto «reformista» boicoteado durante dos años por los «ultras» —no lo podían aceptar porque recordaba al Ministerio del Interior de la época josefina y al de la Gobernación de los liberales—​, y al frente del cual figuró Victoriano de Encima, un «reformista» conocedor de la nueva doctrina del liberalismo económico, pero el nuevo Ministerio no comenzaría realmente a actuar hasta después de la muerte de Fernando VII. Sin embargo, el Gobierno de Cea Bermúdez seguía comprometido con la continuidad de la monarquía absoluta. «Sus decisiones no fueron más allá de anular la fuerza del carlismo y ganarse a la población. Debido al auge del carlismo precisaban del apoyo de los liberales y por ello se vieron obligados a hacer algunas concesiones, pero para los liberales esto no supuso el fin de la represión. En 1832 prosiguieron las causas contra los implicados en los intentos insurreccionales liberales de los dos años anteriores, en muchos casos resueltas con penas severas. Al decir de Mesonero Romanos, se tuvo la impresión de que volvía "el terror de 1824"», ha afirmado Emilio La Parra López.​ Josep Fontana considera, por su parte, que «Zea no estuvo a la altura de la situación en estos momentos finales del reinado, ya que el miedo al liberalismo le impidió ver que el auténtico peligro que les amenazaba era el de la contrarrevolución carlista».​ El 15 de noviembre se promulgaba un decreto que castigaba a los que proclamaran e indujeran a otros a adoptar «un Gobierno que no sea el monárquico puro y duro» bajo Fernando VII.

El 20 de junio de 1833, fue jurada Isabel como princesa heredera en la iglesia de San Jerónimo el Real de Madrid, lugar tradicional de la jura de los príncipes de Asturias y el 29 de septiembre de 1833 tras la muerte de su padre Fernando VII, Isabel II ascendió al trono de España sin haber cumplido todavía los tres años de edad, motivo por el cual se nombró a su madre María Cristina de Borbón-Dos Sicilias(13) regente del reino.

Año 1833

Presencia del marqués de Malpica en la cabalgata del desfile de proclamación de la reina Isabel II. La Revista española 25/10/1833, página 4.

La Revista española 25/10/1833, página 4. Presencia del marqués de Malpica en la cabalgata del desfile de proclamación de la reina Isabel II

El reinado de Isabel II (y la regencia de su madre María Cristina(14) y Espartero) constituye uno de los períodos no bélicos más convulsos y críticos para el posterior devenir histórico de la sociedad española. En abril de 1834 Publicación del Estatuto Real, en febrero de 1836 el Decreto de desamortización de Mendizabal de bienes de las órdenes religiosas y restablecimiento de la Constitución de 1812 (12 de agosto), 1837 abolición del régimen señorial y el diezmo. Nuevos decretos desamortizadores. Constitución de 1837, 1840 Ley de Ayuntamientos, 1845 Constitución moderada, 1851 Concordato con la Santa Sede, 1855 Ley de Desamortización general de Pascual Madoz. Ley general de ferrocarriles, 1856 Constitución non nata. Ley de Sociedades Bancarias y Crediticias.

Una cronología.

Nombramientos por la reina regente María Cristina de la servidumbre de la reina Isabel II. La Revista española 6/12/1833, página 2.

La Revista española 6/12/1833, página 2. Nombramientos por la reina regente María Cristina de la servidumbre de la reina Isabel II

Después del fallecimiento del nefando y mendaz Fernando VII en 1833, su última esposa, la reina María Cristina de Borbón-Dos Sicilias(13), se presenta, ante la minoría de edad de su hija la princesa de Asturias Isabel II, de forma inmediata a sí misma como Reina Gobernadora e intenta gobernar equilibrando las tendencias liberales y las fuerzas más conservadoras de la nobleza atrayéndolas y asimilándolas al servicio de la casa real.

Estamos ya en en los inicios de la primera guerra Carlista. Las guerras carlistas, en el fondo, obedecían al enfrentamiento secular (derivado de la escasez de recursos en un planeta finito) de dos conceptos de la vida muy diferentes, quienes gozando de un buen estado socioeconómico y detentando el poder (junto con toda la caterva de aduladores serviles, pelotas, informantes, difamadores, la iglesia y simples admiradores, que, viviendo a la sombra y el servicio de aquellos, mantienen el estatus) no desean cambio alguno (por si no les favorece), son partidarios de gobiernos autoritarios que conserven esa estructura social de tintes feudales, los "conservadores" o "tradicionalistas", frente a quienes piensan en legislar para que el reparto de recursos progrese hacia sociedades más solidarias, igualitarias y justas (monarquía no absoluta sino constitucional, posibilidad de partidos políticos, sufragio universal, libertad de opinión, de expresión y de comercio, igualdad ante la ley, separación de poderes ...), los "liberales o progresistas".

Ofensiva carlista: La primera fase tiene lugar en el comienzo de la guerra. Son los carlistas quienes, guiados por líderes más eficientes, organizan a las tropas en los principales territorios que dominan (el norte, Cataluña y el Maestrazgo). Cabe destacar la actuación de líderes como Zumalacárregui en el norte. Fue importante también la labor de Juan Antonio Guergué en Cataluña, que unificó las partidas catalanas. La fase comienza en 1833 y termina en 1835 con la muerte de Zumalacárregui. El carlismo puso en jaque al gobierno cristino y logró extenderse por todo el norte de la península.

Año 1834

Admisión de Velázquez en la orden De Santiago apadrinado por el marqués de Malpica. El Artista 1/1/1834, página 21.

El Artista 1/1/1834, página 21. Admisión de Velázquez en la orden De Santiago

El padrino de Velázquez en su admisión en la orden de Santiago era D. Baltasar Barroso y Enríquez Cabrera (m. 21 de marzo de 1669), III marqués de Malpica, I conde de Navalmoral, señor de Parla y de San Martín de Valdepusa, caballero de Santiago, mayordomo y gentilhombre de cámara del rey, gobernador de la guardia alemana que se casó con Ana Polonia Manrique de Luna y Mendoza, VII condesa de Osorno, V condesa de Morata de Jalón, III marquesa de Vilueña, IX señora de Galisteo etc y​ al que sucedió, al carecer de descendencia directa, su sobrino bisnieto Antonio Gaspar Barroso de Ribera Pimentel y Zúñiga Dávila (m. en abril de 1699), IV marqués de Malpica, etc. Dio las ordenanzas para el gobiernos de las villas de Valdepusa e hizo, en 1698, la división del término de Malpica entre sus noventa y siete vecinos.

La admisión de Velázquez en la orden de los Caballeros de Santiago no está exenta de cierta controversia como puede leerse, por ejemplo, aquí, acá y allá.

Esta noticia sobre un hecho del siglo XVII apareció en 1834 en plena primera guerra Carlista.

Año 1835

Enlace de una de las hijas del marqués de Malpica. El Español (Madrid. 1835). 15/12/1835, n.º 45, página 3.

El Español (Madrid. 1835). 15/12/1835, n.º 45, página 3. Enlace de una de las hijas del marqués de Malpica

Se refiere a la boda del tercer hijo (hija segunda) María de la Encarnación Joaquina Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohórquez que nace en Madrid el 27 de junio de 1817, se casa en 1835 con Francisco de Borja de Silva Bazán y Téllez-Girón, XI Marqués de Santa Cruz (1815 - 1889) y fallece el 8 de agosto de 1884. Aquí puede leerse un artículo del 20-4-1903 firmado por J. G. AHASCAL en Ilustración artística que nos puede resultar de interés para abundar algo más el carácter y el entorno familiar de esta señora Marquesa de Sta. Cruz.

Año 1836

Crónica de la 1ª guerra carlista en los alrededores de Malpica. Eco del Comercio 6/1/1836.

Crónica de la 1ª guerra carlista en los alrededores de Malpica

El surgimiento del carlismo como tendencia política se puede considerar en la Revuelta de los "Agraviados" catalanes de 1827, que constituyó una Junta Suprema, pero cuyas condiciones no serían sancionadas por Carlos; dentro de planteamientos como la disolución del ejército, exilio de funcionarios no absolutistas, restauración de la Inquisición o abolición de la instrucción pública. Con la muerte del rey Fernando VII, los carlistas comenzaron a pertrecharse y sus jefes militares comenzaron a preparar sus fuerzas para lo que pudiera suceder. La ostentación de preparativos fue bastante significativa; nunca hicieron las cosas con sigilo, y abiertamente se disponen a adueñarse del poder. La participación en el bando carlista en esta fase de preparación, de algunos altos cargos militares es indiscutible, pero su número no es demasiado elevado. Los primeros gritos carlistas, tanto en Valencia, Bilbao o Talavera, no serían pronunciados por generales de alto rango. Algunos son lanzados por jefes de inferior rango o por comandantes realistas, o por un administrador de Correos, como fue el caso de Talavera de la Reina (en dónde algunos consideran que comenzó el levantamiento carlista).

Se suele establecer como comienzo de la contienda cuando el general Ladrón de Cegama proclamó rey al infante don Carlos con el nombre de Carlos V el 6 de octubre de 1833 en Tricio (La Rioja), apoderándose con los voluntarios sublevados de Logroño y pasando a Navarra a unirse con los sublevados de esta provincia. La unión de estos voluntarios en Navarra fue el embrión de las tropas de las que se hizo cargo Tomás de Zumalacárregui y que hicieron posible que la guerra durase siete años.

Exponemos algunos hechos históricos de la evolución y características de la guerra carlista en la provincia de Toledo. (Rodríguez de Gracia, Hilario; "La guerra de los siete años en Toledo (1833- 1840). Temas Toledanos, 1988.)

Los partidarios de Isabel II, que al inicio de la guerra tenía tres años y su madre la reina María Cristina de Borbón-Dos Sicilias ejercía de gobernadora, se contaban entre los nobles latifundistas, y la burguesía liberal pero el campesinado (con muy duras condiciones de vida) eran solían ser "simpatizantes" de la causa carlista.

Comenzando por la iglesia, a la muerte, el 30 de enero de 1936, del arzobispo Pedro Inguanzo y Rivero (autoritario, rígido, insobornable y de radical fernandino) el Cabildo catedralicio intento hacerse cargo de la iglesia toledana pero la reina regente María Cristina nombre para el cargo a Pedro González Vallejo, obispo de Mallorca, nombramiento que el cabildo considera una injerencia real en sus asuntos, cuando Vallejo entra en Toledo, en marzo de 1836, el Cabildo enfrentado a la decisión real y, por ende, con el personaje propuesto no salen a recibirle. Después del verano de 1836, el gobernador civil Joaquín Gómez remite al recién nombrado arzobispo unas instrucciones, dándole cuenta de la obligación que tenían todos sus pastores de almas de obtener el certificado de adhesión, González Vallejo contestó con rapidez al jefe político, dándole cuenta que su orden se vería cumplida y aquellos eclesiásticos que no firmasen su solidaridad serían removidos de sus cargos y retiradas sus licencias ministeriales y adjunta una lista de 21 religiosos "desafectos" a la causa nacional. La Iglesia tomó una postura abierta en apoyo del bando carlista, volcando todos sus recursos persuasivos y todo su potencial humano y económico y la feligresía rural apuntaba más a una adscripción al carlismo que no al liberalismo pero la implicación de los hombres de la Iglesia fue subrepticia y muy solapada, con una actuación poco abierta hacia el bando del Pretendiente. Hay indicios, como hay ataques por parte de los liberales, señalando al clero indiscutible auxiliar de la causa de Carlos María Isidro, aunque algunos alegan que era un medio de defensa, y no como un adhesión incondicional al carlismo, por las “injusticias” que sufriría la institución. Pero está meridianamente claro una posición de intransigencia en el clero, materializada en convicciones filoabsolutistas, denigrando sistemáticamente al bando liberal autor de una desamortización, la de Mendizábal, de los decretos de exclaustración y de la ley de 24 de julio de 1837, la de abolición nominal de todas las prestaciones en especie al clero

Aunque resulta bastante arriesgado e inexacto fijar cuándo comienzan a actuar las primeras partidas carlistas y cuál es el ámbito geográfico preferido en la provincia, se suele establecer que los conatos hacen acto de presencia en los primeros meses de 1834 con la persecución, por de la columna de húsares mandada por Gaspar Goicoechea de una facción, que componían gentes de Villanueva de Bogas, Ajofrín y Aranjuez, comenzada en la finca del Castañar, antigua propiedad de los condes de Mora, continuada por Argés, Layos, Ventas con Peña Aguilera, Navahermosa y que vuelve al punto de partida, sin poder dar alcance a los guerrilleros que se contentaban con realizar algunas escaramuzas, como las que se relatan en los artículos, y raramente presentaban batalla en campo abierto, cuando se veían imposibilitados de realizar cualquier acción y son perseguidos, se producía la disgregación de la facción y cada uno intentaba salvar su pellejo por su cuenta. En las poblaciones de Gálvez, Ventas con Peña Aguilera y Menasalbas ya actuaba en la invasión de los Cien mil hijos de San Luis la facción del Locho que estaba dividida en grupos y cada uno de ellos no se componía de más de una docena de individuos, empleando la consabida táctica de asaltos rápidos y contando con la celeridad en la huida hasta que es desarticulada, en julio de 1834 por los cristinos y toma el mando el Palillos que era su lugarteniente. La facción del Lobito, natural de Madridejos, cuyo teatro de operaciones se situaba entre Gálvez y Las Guadalerzas sufre en el mes de junio, un duro golpe, al quedar malherido el cabecilla y morir diez de sus hombres. Al principio las acciones de las partidas carlistas se realizaban en la zona sur de la provincia, en e la sierra, donde era fácil despistar a las tropas regulares, pero a finales de julio se detecta una partida facciosa en la zona norte compuesta por dos grupos, uno mandado por Santiago Carrasco y otro por Pedro Recio, con más de cien hombres que se ocultaba en la dehesa de Alamín. A primeros de agosto ese contingente sería derrotado en Lominchar y sus integrantes son dispersados.

Hasta 1835, se observa una franca dispersión de las partidas carlistas de composición poco numerosa cabecillas improvisados que se titulan generales y otros no utilizan nada más que el de comandante, pero en los primeros meses de 1835, de la atomización grupal se pasa a un movimiento de conjunción de fuerzas con una mayor coordinación y disciplina de los cabecillas hacia los comandantes de un rango superior. El jefe supremo más representativo, actuando en la provincia, es "La Diosa", quien coordina todos los contingentes facciosos de los Montes, aunque debió perder esa categoría al ser derrotado por el teniente Francisco Solano, en marzo, en los términos de Navalmoral y Navalucillos.

Durante el mes de abril se lleva a cabo una amplia operación de castigo en los Montes por la columna Morales y, aunque en los combates murieron 16 facciosos y otros tantos cayeron prisioneros, no fueron dispersadas totalmente las bandas armadas por lo que se nombra general en jefe del contingente real a D. Juan Palarea "el Médico", un antiguo guerrillero buen conocedor de las tácticas de lucha utilizadas por los facciosos, el cual se acantona en Toledo con 200 infantes del batallón provincial de Santiago y refuerza las tropas con dos compañías de caballería lo que aporta cierta sensación de seguridad en la capital y provincia pero sin descuidar los posibles ataques facciosos, así en el verano de 1835, los ayuntamientos intentan proveer de armamento y munición a sus voluntarios, operación que presenta graves dificultades ante la carencia de fondos de muchos de ellos. Los vecinos tienen que soportar algunas obras defensivas, cerrando calles con tapiales o reparando murallas y puertas. En los últimos meses del año se respira en Toledo un ambiente de precaución, cuando no de cierto miedo. En la primera quincena de noviembre se toman medidas de orden público, y se prohíben las reuniones de más de cinco personas y se impone un toque de queda y se insta a que nadie, sin el correspondiente permiso, tenga armas de fuego en su casa.

Tormenta en Madrid. El Español 13/8/1836.

Tormenta en Madrid. El Español 13/8/1836

Tormenta en Madrid que afectó a la casa del entonces marqués de Malpica Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco.

Año 1837

Crónica de la 1ª guerra carlista en los alrededores de Malpica. El Eco del comercio. 11/1/1837, n.º 987, página 4.

Crónica de la 1ª guerra carlista en los alrededores de Malpica
Crónica de la 1ª guerra carlista en los alrededores de Malpica
Crónica de la 1ª guerra carlista en los alrededores de Malpica

Año 1838

Crónica de la 1ª guerra carlista en los alrededores de Malpica. Eco del Comercio 5/2/1838.

Crónica de la 1ª guerra carlista en los alrededores de Malpica

El interés adicional de esta noticia es que confirma que el Tajo se cruzaba por Malpica, de dos formas, mediante la barca ya citada en otros artículos y vadeando el río por encima del Peñón, que es mi hipótesis.

Orden de inutilizar la barca de Malpica. Eco del Comercio 4/3/1838.

Crónica de la 1ª guerra carlista en los alrededores de Malpica

Basilio intenta vadear el Tajo por Malpica. Eco del Comercio 28/3/1838.

Crónica de la 1ª guerra carlista en los alrededores de Malpica

El año 1838 es el período de mayor movimiento de las tropas seguidoras de Carlos Isidro, y así lo atestiguaba Flinter, en un bando que lanzó, de forma inconsciente decía que los pueblos estaban asolados por los forajidos que por todas partes pululaban. El 3 de enero José María Gómez de la Llave, en San Bartolomé de las Abiertas, apresa a 'I'unarra, Serrano y Félix, fusilados al intentar huir de La Pueblanueva. El del 9 de enero, los milicianos de Madridejos, con Casto Álvarez Ugena, como comandante abortan el asalto al correo de Andalucía. El día 7 de enero la facción intenta tomar Villaseca; pero al toque de alarma y al fuego de los vecinos huyeron. Una actuación de similares tintes se repite al siguiente día en Ventas, donde un grupo de 20 facciosos es repelido. En la dehesa del Castañar se conjuntan con otra partida, formando un contingente de 70 jinetes y 50 infantes, que serán atacados por sólo 50 realistas y salen en desbandada, no sin dejar en el suelo a varios heridos y 4 muertos. En Nambroca, dice el BOP del día 14 de enero, el heroico vecindario, con tres malas escopetas, se defendió de un grupo considerable de facciosos; mientras en El Romeral, la milicia logra su dispersión e impide que roben un buen número de reses de ganado. Pero no todas eran victorias de los realistas, como publicaba el BOP, En la segunda quincena del mes, varios son los pueblos que sufrieron el envite de los destacamentos carlistas. Francisco Pérez, uno de los lugartenientes de Jara, se presentaba en Escalona y exigía 20.000 reales de impuesto a cambio de no incendiar los molinos. En Almonacid, el día 21, quiso entrar una partida a caballo y durante dos horas se lo impidieron los paisanos, los cuales solicitaban a la Diputación armas y fuerzas de choque para previsibles ataques. La contribución carlista más importante fue la del general de Basilio García que tenía pensamientos de dirigirse, desde Cuenca, hasta la franja de los Montes y aunar todas las facciones allí existentes. En los últimos días de enero, Basilio ya se encuentran en el partido de Orgaz y la población es atacada por las partidas de Revenga, el Fero y Ángel Mora, que amenazan con convertir el pueblo en cenizas, aunque se retiran, repelidos hacia Los Yébenes y Marjaliza. En Los Yébenes entraban 3.500 carlistas el 24 de enero y se llevaban 3.000 reales de los fondos municipales. Y por esas fechas la partida de Ganda realizaba una importante batida por el partido de Escalona, acechando los pueblos de Villamiel, Arcicóliar y Camarenilla. Villacañas, Añover, Consuegra, son algunas de las poblaciones donde la milicia pone en fuga a sus presuntos atacantes. En La Estrella, el comandante del regimiento de la Reina se enfrentó con 1.200 carlistas que llevaban a más de 400 mozos secuestrados, en cuyo encuentro cayeron muertos 13 facciosos y sólo 2 milicianos urbanos. En Novés, el destacamento de Antonio Sociats ataca a las gavillas de Lago y Gaspar a bayoneta y en el combate mueren los cabecillas. El 16 de enero Belvís de la Jara sufría un duro ataque de Felipe Muñoz, con más de 300 caballos, siendo quemadas más de una docena de casas. El 18 el general Flinter derrota a los carlistas en Yébenes donde capturó a cerca de 1.300 prisioneros. La angustia no es menos evidente en el sector de Los Montes. La gavilla de Tercero entra en la Puebla de Montalbán e intenta capturar al nacional Francisco Ríos, quien había mandado fusilar a un hijo del cabecilla en Menasalbas. En Las Herencias, Estrella y Aldeanueva impiden que se celebren los sorteos y los facciosos se llevan a los mozos, mientras que en Turleque los secuestrados son los concejales y se exige un rescate de 1.000 reales por ellos, exigencia que la Diputación ordena que no se realice. Poca actividad, al menos oficial, tuvieron los meses de agosto y septiembre, excepto que Ganda fue repelido en Carpio de Tajo, que iba acompañado del coronel Luis González, del ejército de Aragón y 100 jinetes, y que Los Cerralbos es asaltado por las facciones de Perdíz y Palillos, con el balance total de varias casas saqueadas y ocho destruidas por el fuego.

Paseo con Lope de Vega y Moreto por la Vega de Toledo en 1630. Semanario pintoresco español 24/6/1838.

Discusión de Lope de la Vega y otros literatos

Se describe un paseo y una lectura y charla, sobre los satíricos epigramas del conde de Villamediana, de tres hombres de letras por la Vega de Toledo: Lope de Vega, Agustín Moreto y el poeta (menos conocido) Baltasar Elisio de Medinilla, también asesinado como el controvertido conde.

El marqués a que se refiere los epigramas de Juan de Tassis y Peralta, II conde de Villamediana (poeta del Barroco, libertino y de vida muy agitada y escandalosa, asesinado con picas de rejoneo en un carruaje por dos desconocidos, según unos y a espada, según otros, cuya amena biografía ruego que leáis), contra del duque de Lerma, el conde-duque de Olivares y otros magnates, es D. Pedro Barroso de Ribera I marqués de Malpica (más abajo hay otra noticia en que se habla del entronque de este marqués con su mujer Catalina) en cuya casa sirvió como secretario Lope de Vega en 1590 y más tarde, por segunda vez, entra al servicio del marqués de Malpica en 1595.

Para conocer algo del primer marqués de Malpica D. Pedro Barroso de Ribera acudimos a la obra de Fermín Caballero en su página 92, cuya transcripción presentamos después:

Biografía de D. Pedro Barroso de Ribera I marqués de Malpica. Manuscrito Fermín Caballero, pág 92

D. Francisco Barroso de Ribera y Dña. María de Figueroa y Toledo, tuvieron por hijo y sucesor a D. Pedro Barroso de Ribera, que casó con Dña Catalina de Ribera. En 1581 compró la casa accesoria al Palacio de San Martin; y en 1599 compro al Sr. Felipe 3° las alcabalas de Malpica y Valdepusa, y las tercias reales de corderos de Valdepusa. En este mismo año empieza la tercera época de la casa de Malpica, por ser D. Pedro el primer Marques de este título, a quien lo concedió el referido D. Felipe el piadoso con fecha en Valencia a dos de Marzo de 1599. También se hizo en este año un prolijo deslinde y amojonamiento entre la tierra de Pusa y la de Talavera, con presencia del de 1503.

Clemente 8° concedió a D. Pedro que pudiese beneficiar tres mil fanegas de trigo entre labradores de su estado, para fundar con el producto un Convento de Franciscos en Malpica, que no tuvo efecto.

Un privilegio ancestral. Diario constitucional de Palma de Mallorca 11/7/1838.

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Lo que atrajo mi atención fue el privilegio, que no sé a cuál de los títulos del marqués vendría asociado. El finado debía ser D. Fernando de Aguilera y Contreras (Madrid, 20 de agosto de 1784-ibíd. 2 de mayo de 1838), XV marqués de Cerralbo, GE,​ XIII conde de Villalobos,​ VII conde de Fuenrubia, marqués de Almarza, XIV marqués de Flores Dávila, V conde de Casasola del Campo, de Alba de Yeltes, de Peñalba, de la Oliva de Gaytán, de Foncalada, Grande de España, embajador extraordinario en Sajonia (1819), presidente del Consejo de las Órdenes Militares, caballero de la Orden del Toisón de Oro, de la Orden de Alcántara, Gran Cruz de Carlos III, prócer del Reino que casó el 26 de diciembre de 1807 en Madrid con María de las Angustias Fernández de Córdoba y Pacheco (fallecida el 4 de agosto de 1864),​ hija de Manuel Antonio Fernández de Córdoba y Pimentel, VIII marqués de Mancera, Grande de España de primera clase, marqués de Malpica, de marqués de Montalbo, y de Povar, y de María Teresa del Carmen Pacheco y Fernández de Velasco, V duquesa de Arión, GE. Al morir sin descendencia le sucedió su hermano: José de Aguilera y Contreras (Madrid, 23 de septiembre de 1787-ibíd. 25 de diciembre de 1872), XVI marqués de Cerralbo.

Robo de mulas por los carlistas en Malpica. Eco del Comercio 4/11/1838.

Crónica de la 1ª guerra carlista en los alrededores de Malpica

El general Narváez, a mediados de diciembre, pone en estado de sitio los partidos de Puente, Talavera, Torrijas, Escalona, Orgaz, Ocaña, Lillo y Madridejos, mientras José Orive, comandante general, reclama mayores fortificaciones para Toledo, aumenta la artillería del Alcázar y ordena que sea derribado el convento de San Miguel de los Ángeles.

Año 1839

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El Caballerizo mayor era el jefe de palacio encargado de la dirección y gobierno de la caballeriza del rey o reina de España, a cuyo cargo estaba el cuidado y gobierno de la caballería de S. M., de la ballestería, armería y casa de los caballeros pajes y acompañaba a sus majestades tan pronto salía de palacio, además el título le confería la honra de tener llave de cámara y aposento en palacio, el mando en la casa de los pajes del rey, en los piqueros y en la armería real, el privilegio de andar en coche del rey con seis mulas o caballos, la precedencia fuera de palacio sobre el Mayordomo mayor y Sumiller de Corps. Joaquín Fernández de Córdova y Pacheco, X marqués de Malpica y VI duque de Arión desempeño este cargo desde 1839 a 1854, durante el reinado de Isabel II.

Por lo que respecta a la primera guerra carlista en la provincia, al principio de 1839 la guerra carlista se recrudece. La facción de Palillos, con 100 infantes y 90 caballos, luchaban contra el coronel Rosendo Nevares en San Pablo de los Montes, el día 15 de enero; en Navahermosa y las sierras del Castañar hubo otro choque en los primeros días de febrero y el batallón de la Milicia de Orgaz, con una tropa formada en Almonacid y cuyo mando se cede al diputado moracho Francisco Gálvez, mata al cabecilla Coracero y captura a otros 8 carlistas en Valdemozárabes. Una nueva acción de combate se repite en el puerto de las Navillas y en San Pablo, donde caen abatidos 13 facciosos y, como ya es reiterativo hasta la saciedad, no hay pérdidas por parte de los isabelinos. Con un importante botín se salda el choque con el hijo de Palillos, nombrado brigadier por Carlos V, en Almonacid. Su gavilla estaba compuesta por 100 infantes y 30 caballos y en el campo quedaron 40 muertos carlistas, tomándose una maleta del brigadier que iban llenas de dinero, alhajas y documentos. En el territorio comprendido entre el Tiétar y el Alberche, el batallón de América, esto ya en el mes de marzo, lucha contra una gavilla de más de 500 hombres, confrontación que se salda con 51 fallecidos, 102 hombres que se acogen al indulto y 44 fusilados, todos, claro, del bando carlista. El 25 de febrero tiene lugar el luctuoso asalto a Orgaz, cuyo resultado se saldó con una-sangrienta carnicería, no sólo durante el combate por apoderarse los facciosos del ayuntamiento y la cárcel, sino .por el dramatismo que conllevó, ante el secuestro de varios hacendados y la exigencia de un cuantioso botín para ser puestos en libertad. Las actuaciones bélicas de los isabelinos tienen un signo mucho más optimista en el mes de mayo. Las partidas carlistas dan golpes de mano menos audaces, ante la prevención de las autoridades y la continua vigilancia de los contingentes armados. El acoso a que se ven sometidos hace que se refugien en lo intrincado de las sierras y sólo salen de sus escondites para ejecutar algún robo. Los partes de guerra hablan de que entre el Tajo y el Guadiana apenas si existen gavillas y a la derecha del Tajo, en las faldas del Sistema Central, entre el Tiétar y el Alberche, únicamente hay actuaciones esporádicas del cabecilla Perdiz. Entre febrero y mayo han perdido los carlistas casi medio millar de hombres y más de dos centenares se han acogido al indulto. También son frecuentes las disensiones entre cabecillas. Felipe y Palillos, concretamente, se hacen la guerra entre ellos. En junio, el primero de esos comandantes fusilaba en Espinoso a cinco hombres del segundo, mandando noticia al alcalde de Alcaudete para que los enterrase. El Feo de Yepes, que asaltaba Cuerva a primeros de julio, es perseguido por las tropas, se dispersa y abandona a 15 individuos que tenía secuestrados y 8.000 reales en dinero. La llegada de Ramón Casariego a Toledo como jefe político hace que aumente la presión de la Milicia, Guardia Nacional y compañías militares, con sistemáticas batidas. Las partidas de Ramón Carbonero, alias Tenaza, famoso por las atrocidades que cometió Basilio García en Yébenes, el 9 de mayo de 1838, es destruida, al igual que la del Feo de Yepes, Lorenzo, o las de Luisito Dolé y la Niña, que son alcanzadas el 17 de julio en las cercanías de la capital. Entre el mes de julio y el de agosto de 1839 han caído líderes como Verde, el Fraile, Valenciano, "hombre temido por los horrores que cometió en aquellos contornos" -Los Montes-, el Carnicero, Tripacana, Pedro Ruiz, alias el Mestizo, Calvillo, Tenazo, Dolé o la Niña y la guerra está en una fase donde prima más el bandolerismo aislado que la defensa de un ideal político. En toda la provincia se levanta el estado de sitio el 13 de noviembre de 1839, aunque todavía permanezca actuando en zonas muy concretas la facción de Palillos. El día 9 asaltaba el correo de Talavera en el monte de Santa Cruz y en diciembre robaba a unos vecinos de Navahermosa.

Diario de avisos de Madrid 1839_9_21_arriendopstosPusa

Los pastos de invierno son aquellos cultivos e hierbas que permanecen verdes en esta estación y a los que se accedía en trashumancia por la red de cañadas y caminos rurales reguladas por el rey Alfonso X. Para poder subastarlos en arrendamiento se edificó la tapia que rodeaba, delimitaba y cerraba parte de la dehesa de Valdepusa y de la cual solo disponemos de la descripción que Fermín Caballero realiza en las páginas 236 y 237 del manuscrito que hemos citado:

Tapia de la Dehesa: Pared de tierra que comprendía 22 quintos, y que hoy solo conserva el cimiento y el vallado de su ruinas. Principiaba en el Pusa junto a Malpasillo seguía comprendiendo Las Querencias, Cabeza, Valdefuentes, Encinamocha y los Macarros, pasaba el arroyo Navalmoral rodeaba la Ventilla, Montón de tierra y el Macho, y concluía en Montalbán en la Sierrezuela. El otro ramal empezaba en el Pusa en Fuentelaparra, y comprendía la Solana, Castillo, Magdalenas, Peladillo y Vaqueriles, y por entre el bajo y Bernuy, iba a cruzar el Pusa, y por entre Tapias y Hornaguera y Valdemerina hasta tierra de Montalbán. Además había dos ramales laterales uno desde dicho punto hasta el Cedena circundando el Relucido y el otro desde el Vaqueril bajo rodeando a Bernuy hasta Valdepicazo. Todas estas tapias ocupan una longitud de 56,500 varas cerca de ocho y media leguas, obra que costaría en el día 30,000 rs si se hubiera de reedificar. Si cuando se hizo esta larga barrera se hubiera edificado una torre de 10 varas por frente, hubiera tenido una altura de 2,825 varas esto es, unas 15 veces la gran pirámide de Egipto y más de diecinueve veces la torre de Estrasburgo. Para entrar en la dehesa había varias puertas, como la Valera, la de Macarro, la del Mesto, la de la Mata de lobo y otras.

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La Gran Cruz de la Real y Muy Distinguida Orden de Carlos III (creada por el rey de España Carlos III, mediante real cédula de 19 de septiembre de 1771, con la finalidad de condecorar a aquellas personas que se hubiesen destacado especialmente por sus buenas acciones en beneficio de España y la Corona) se reserva a quienes, habiendo cumplido servicios relevantes para España, fueran o hubieran sido presidentes del Congreso de los Diputados, del Senado, del Tribunal Constitucional, del Consejo General del Poder Judicial, del Tribunal Supremo, ministros u otras altas autoridades del Estado, además de todos aquellos que posean otra «Gran Cruz» civil o militar española durante, al menos, tres años. El número máximo de Grandes Cruces está limitado a 100, sin contar las concedidas a los ministros. En este año de 1939, en plena primera guerra carlista, le es concedida a D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco X marqués de Malpica.

Año 1841

Llamamiento y justificación para la formación de la Sociedad para el socorro de las pobres monjas de Madrid por la marquesa de Malpica.

Llamamiento y justificación para la formación  de la Sociedad para el socorro de las pobres monjas de Madrid por la marquesa de Malpica

Se realiza un llamamiento a la formación de la Sociedad para el socorro de las pobres monjas de Madrid por parte de la marquesa de Malpica Dña. María de la Encarnación Francisca de Asís Álvarez de las Asturias Bohorquez y Chacón y se insta a su reglamentación e instalación.

El 29 de agosto de 1839 Espartero y Maroto firman el Convenio de Vergara en el que se reconocen los empleos y grados del ejército carlista y se recomienda al gobierno que proponga a las Cortes la modificación de los fueros pero D. Carlos no reconoce el acuerdo y la guerra continúa desde agosto de 1839 a julio de 1840, en los focos de resistencia de Lérida y Navarra. Los últimos leales carlistas, acaudillados por el General Cabrera llevan a cabo una guerra brutal, con escenas y acontecimientos terribles. Al fin, éstos serán derrotados. Tras la decisión de doña María Cristina de “renunciar a la regencia del reino por interés de la nación” (12 de octubre de 1840)(15), la solución de las Cortes fue una nueva regencia única. Realizada la votación pertinente, Espartero logró 179 votos, frente a los 103 de Agustín Argüelles. Ésta fue la Revolución de 1840, que llevó al poder y la regencia por aclamación a Baldomero Espartero que gobernó desde el 17 de octubre de 1840 hasta el 23 de julio de 1843 .

Instalación de la Sociedad para el socorro de las pobres monjas de Madrid en casa de la marquesa de Malpica, 17 de marzo de 1841.

Instalación  de la Sociedad para el socorro de las pobres monjas de Madrid en casa de la marquesa de Malpica, 17 de marzo de 1841

Se establece la sede de la Sociedad para el socorro de las pobres monjas de Madrid en casa de la marquesa de Malpica Dña. María de la Encarnación Francisca de Asís Álvarez de las Asturias Bohorquez y Chacón y se nombra la junta directiva de la citada sociedad y las integrantes de la sociedad se distribuyen en secciones.

Anuncio de vacante de la plaza de cirujano en Malpica de Tajo: Boletín Oficial de la Provincia de Toledo, 22/4/1841

1841 Anuncio de vacante de la plaza de cirujano en Malpica de Tajo
1852 Anuncio de vacante de la plaza de cirujano en Malpica de Tajo

Estos anuncios nos informan que en año 1841 el número de vecinos del pueblo era de entre 80 y 90 y en 1842 había 76 vecinos en nuestro pueblo y que los cirujanos duraban poco pues hay varios anuncios en casi todos los años posteriores de vacantías en este puesto de cirujano..

Pronunciamiento de 1841: El asalto al Palacio Real

Para entender este pronunciamiento de 1841, en que los marqueses de Malpica y Povar (Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco y Joaquín Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques) se vieron inmersos, hemos de exponer las circunstancias que lo propiciaron:

Al morir Fernando VII en 1829, al ser aún la princesa de Asturias Isabel II menor de edad, su madre María Cristina de Borbón-Dos Sicilias se presentó de forma inmediata a sí misma como Reina Gobernadora y ejerció el cargo de reina regente de forma corrupta y ambiciosa, cobrando comisiones por casi cualquier actividad financiera de importancia comercial, hasta 1840 año en que la actuación de los progresistas en las ciudades más importantes del país y el escaso apoyo del Ejército para acabar con el movimiento revolucionario urbano de 1840, el chantaje del general Espartero a consecuencia de su irregular y fecunda unión morganatica (de su unión, nacieron cinco hijos y tres hijas) con el taranconense Agustín Fernando Muñoz y Sánchez (Capitán de la Guardia de Corps y escolta de la reina) forzaron a la regente a renunciar a su cargo en Valencia el 12 de octubre de 1840.

Pero la reina no olvidó la suplantación en la regencia y el que Espartero le separara, e impidiera el ejercicio de la tutoría, de sus hijas, la Reina Isabel y la princesa Luisa Fernanda cargo para el que fue designado Agustín Argüelles el 10 de julio de 1841 y, regularizado su matrimonio morganático con la bendición el Papa Gregorio XVI, ella y los moderados creyeron ver renacer la esperanza de que María Cristina pudiera liderar el partido sin lacra alguna en su historial personal. Juan Donoso Cortés Francisco Javier de Istúriz, Diego de León, Juan González de la Pezuela y otros moderados del ala más conservadora se ganaron, con el apoyo de su esposo AgustínFernando, la confianza de María Cristina hasta que decidió financiar (con más de ocho millones de reales) y potenciar y colaborar en una sublevación (con el apoyo del rey francés Luis Felipe de Orleans interesado en frenar las ideas liberales de Inglaterra, algunos jefes del ejército, ciertos nobles y significados carlistas) contra Espartero para terminar con su regencia y recuperar la tutoría y custodia de Isabel y Luisa Fernanda.

Los objetivos y los escenarios, encaminados a devolver la regencia a María Cristina, eran dos: el Palacio Real y propiciar la sublevación en algunas provincias del Norte de España, como Zaragoza, Navarra, Vizcaya y Alava, que cuestionase el prestigio militar de Espartero. Pero el acontecimiento de mayor resonancia popular, y el que aquí nos ocupa, fue el asalto al Palacio Real el día 7 de octubre de 1841 para capturar a Isabel II y a su hermana y “llevarlas al País Vasco; allí se proclamaría de nuevo la tutoría y regencia de María Cristina y se nombraría un gobierno presidido por Istúriz. Esa noche de lluvia, los generales Diego de León y Manuel de la Concha, con la complicidad de la guardia exterior, entraron en el Palacio Real, pero no lograron apoderarse de las dos niñas, ante la resistencia que hicieron en la escalera principal los alabarderos de la Guardia Real dirigidos con maestría por el coronel Domingo Dulce y Garay; pero mejor reproducimos a continuación lo que publicó el Boletín Provincial:

«como a las siete y media de la noche de ayer (7 de octubre de 1841) fueron seducidos dos batallones del regimiento de infantería de la Princesa, que se dirigieron rápidamente desde el cuartel en que cometieron el delito al Real Palacio. A las ocho principió a reunirse la Milicia Nacional, y las tropas de la guarnición tomaron las armas, y todos cercaron aquel edificio, sin que nadie dudase del triunfo de las armas nacionales sobre los rebeldes; luego que amaneciese, los jefes de aquellos no esperaron el momento, y como a las doce abandonaron por un sitio secreto a los que habían seducido. Luego que amaneció dirigiese al Real Palacio el regente del reino entre aclamaciones del pueblo, Milicia Nacional y tropas del Ejército, que presenciaron la rendición de las armas de los amotinados, los cuales sufrirán el severo castigo a que se han hecho acreedores. Durante la permanencia de estos en Palacio, no pudieron penetrar en las habitaciones de S.M. y A. Por la heroica resistencia que opusieron los valientes Alabarderos que estaban de servicio, S.M. y A. continúan sin novedad en su importante salud, y reina en esta capital la mayor alegría. De orden de S.A. lo comunico a V.S. para su satisfacción y la de los habitantes de la provincia de su mando»

(BOB, 11/10/1841).

A partir de la inserción de este aviso en el Boletín Provincial son numerosas las noticias que encontramos sobre este asunto y los consejos de guerra posteriores, aquí solo me hago eco en aquellas en que se cita la casa de Malpica

Espartero, el duque de la Victoria, también publica un manifiesto en el BOB:

«Españoles. El horrendo atentado que acaba de tener lugar en esta Corte, cometido por generales y Jefes infieles puestos a la cabeza de una pequeña parte de la guarnición que lograron arrastrar en su crimen, es uno de aquellos acontecimientos cuya maldad no tiene límites, no parecía posible en el noble y siempre respetuoso carácter castellano para con sus Monarcas y su patria. Nunca los españoles atentaron contra la vida y seguridad personal de sus Reyes; y si a la sorpresa y violencia armada que durante horas hicieron anoche aquellos criminales a la Regia morada de nuestra Augusta Reina Doña Isabel II y su excelsa Hermana, se agrega la circunstancia de la tierna edad de Personas tan caras, se agrava el carácter de alevosía que presente el acontecimiento.

....

... Madrid 8 de octubre de 1841. =El Duque de la Victoria = El Ministro de la Gobernación de la Península. =Facundo Infante (BOB, 13/10/1841).

Estaban al tanto de la conjura, conforme se desprende de los partes de los consejos de guerra celebrados posteriormente, los generales Concha y Diego de León, y Juan Pezuela; el teniente coronel, Ramón Nouvillas; los comandantes, Joaquín Rabanet y Francisco Lersundi; los capitanes, Manuel Borja y Luis Asensio; los subtenientes, José Gobernando y Juan Mier, todos ellos del regimiento de infantería de la Princesa núm. 4º. Todos ellos cometieron el delito de invadir aquella noche el Palacio Real. También tomaron parte en la sedición militar de la noche del día 7 en el Real Palacio, Don Dámaso Fulgorio, comandante del regimiento de infantería de la Princesa num. 4 y el teniente coronel José Fulgorio del regimiento de infantería de la Princesa núm 5. Dos hermanos que tendrán distintos finales. Y como cómplices aparecerán Gregorio Quiroga y Frías, brigadier de infantería y como representante, de la, que podemos denominar, trama civil don Vicente Alcázar, conde de Requena.

Los principales militares implicados, como O'Donnell y Manuel de la Concha consiguieron exiliarse. Otros como Borso di Carminati, Manuel Montes de Oca y Diego de León fueron apresados y ajusticiados.

Pormenores aparecidos, el 11-10-1841, en el periódico el Correo Nacional sobre el asalto al Palacio Real del 7-10-1841
Pormenores aparecidos, el 12-10-1841, en el periódico el Correo Nacional sobre el asalto al Palacio Real del 7-10-1841

Los dimes y diretes con la prensa suele rellenar la información sobre noticias sobre las que aún no dispone de noticias contrastadas

Rectificación del el 12-10-1841, en el periódico el Correo Nacional de lo publicado el día anterior referente al marqués de Povar en relaciónel asalto al Palacio Real del 7-10-1841
Pormenores aparecidos, el 12-10-1841, en el periódico el Correo Nacional sobre el asalto al Palacio Real del 7-10-1841

Rectificación de las alusiones vertidas por este mismo periódico el día anterior en que justifica la presencia en palacio del marqués de Povar, como gentilhombre de cámara, para supervisar la cena de las infantas.

Consejo de guerra al conde de Requena y al brigadier Gregorio Quiroga Frias sobre los sucesos del 7 de octubre (asalto al Palacio Real). El correo nacional 25-10-1841, página 1/3
Consejo de guerra sobre los sucesos del 7 de octubre (asalto al Palacio Real). El correo nacional 25-10-1841, página 1
Consejo de guerra al conde de Requena y al brigadier Gregorio Quiroga Frias sobre los sucesos del 7 de octubre (asalto al Palacio Real). El correo nacional 25-10-1841, página 2/3 (primera parte)
Consejo de guerra sobre los sucesos del 7 de octubre (asalto al Palacio Real). El correo nacional 25-10-1841, página 2 parte primera
Consejo de guerra al conde de Requena y al brigadier Gregorio Quiroga Frias sobre los sucesos del 7 de octubre (asalto al Palacio Real). El correo nacional 25-10-1841, página 2/3 (segunda parte)
Consejo de guerra sobre los sucesos del 7 de octubre (asalto al Palacio Real). El correo nacional 25-10-1841, página 2 parte segunda
Consejo de guerra al conde de Requena y al brigadier Gregorio Quiroga Frias sobre los sucesos del 7 de octubre (asalto al Palacio Real). El correo nacional 25-10-1841, página 3/3
Consejo de guerra sobre los sucesos del 7 de octubre (asalto al Palacio Real). El correo nacional 25-10-1841, página 3

Este artículo fue posteriormente reproducido en otros periódicos locales y nacionales de los cuales no me hago eco pues nada distinto aportan.

Consejo de guerra sobre la causa de D. Dámaso y D. José Fulgosio sobre los sucesos del 7 de octubre (asalto al Palacio Real). El correo nacional 1-11-1841, página 1/2
Consejo de guerra sobre la causa de D. Dámaso y D. José Fulgosio sobre los sucesos del 7 de octubre (asalto al Palacio Real). El correo nacional 1-11-1841, página 1/2
Consejo de guerra sobre la causa de D. Dámaso y D. José Fulgosio sobre los sucesos del 7 de octubre (asalto al Palacio Real). El correo nacional 1-11-1841, página 2/2
Consejo de guerra sobre la causa de D. Dámaso y D. José Fulgosio sobre los sucesos del 7 de octubre (asalto al Palacio Real). El correo nacional 1-11-1841, página 2/2

En este artículo del segundo consejo de guerra, loa testigos corroboran la presencia de los marqueses de Malpica y de su hijo, en palacio el día del asalto. Declaracione en el mismo sentido aparecen en varios periódicos que publican los consejos de guerra del gentil-hombre de cámara de S.M. D.Rafaél Sánchez Torres (31-11-1841) el del brigadier y gentil-hombre de cámara de S.M. duque de San Carlos.

Emplazamiento al marqués de Povar para declarar sobre los sucesos del 7 de octubre (asalto al Palacio Real) y anuncio-convocatoria de una junta de la primera sección de la Sociedad de Socorro de la religiosas de Madrid, 23-11-1841
Emplazamiento al marqués de Povar para declarar sobre los sucesosdel 7 de octubre (asalto al Palacio Real)  y anuncio-convocatoria de una junta de la primera sección de la Sociedad de Socorro de la religiosas de Madrid

Aunque no he encontrado reseña, es lógico pensar que el XI marqués de Povar Joaquín Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques (29/6/1816- 23/11/1847 ), se presentó y fue absuelto de los cargos

Año 1842

Espartero y los estertores de la primera guerras carlista en la comarca de Talavera.

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La reina Isabel II tiene 12 años y actúa como regente el general Espartero, héroe de la primera guerra carlista y que en 1841 fue uno de los principales artífices del aborto del asalto a palacio para secuestrar a la reina Isabel II. Es un periódo entre guerras en donde aún se realizan algunas incursiones de facciones carlistas incontroladas como la que aquí se describe que se dedican al pillaje y el bandolerismo.

Salidas de la casa real. 21-08-1842 Diario constitucional de Palma.

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Últimos coletazos de los sucesos del 7 de octubre de 1841 (asalto al Palacio Real)

Demostración de la poda en el olivar del Sotillo de Malpica de Tajo propiedad del marqués del mismo nombre. El Eco del comercio 10/10/1842, n.º 40, página 4.

El Eco del comercio 10/10/1842, n.º 40, página 4, Demostración de la poda en el olivar del Sotillo de Malpica de Tajo propiedad del marqués del mismo nombre

El Sotillo era el terreno que se extiende, en el recodo o meandro que describe el río Tajo, desde los molinos de Corralejo hasta la altura del peñón que estuvo plantado de olivas (2 998, según dice Pantaleón López 16 años más tarde, pero bien podrían ser un par de ellas más) perteneciente al señorío de Valdepusa, propiedad, en aquella época de D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco VI Duque de Arión, X Marqués de Malpica, IX de Mancera y su esposa la marquesa María de la Encarnación Álvarez de las Asturias-Bohorques y Chacón que parece ser que, además de sus varias ocupaciones en la corte, también se interesaba por los asuntos agrícolas.

Año 1843

La reina y su hermana en una corrida de toros. El Eco del comercio 10/10/1842, n.º 40, página 4.

La Posdata 13/10/1843, página 4, la reina y su hermana en una corrida de toros

Pues eso una actividad clásica de aquella época, los toros a la que además de su majestades asistieron, entre otros, los marqueses de Malpica.

La reina en el teatro. Diario constitucional de Palma 24/10/1843, página 3.

Diario constitucional de Palma 24/10/1843, página 3. La reina en el teatro

Tomás Rodríguez Rubí (Málaga 1817- Madrid 1890) fue un importante político, dramaturgo, periodista, senador vitalicio (tras su jubilación) y Académico de la Lengua muy relacionado con Isabel II (a la que acompañó en su exilio de 1868) y de moda por aquel entonces en la corte. La Rueda de la Fortuna de Tomás Rodríguez Rubí es un drama historico con explícita intención política que, bajo el disfraz del historicismo (el personaje principal, el Marqués de la Ensenada, nada tiene que ver con el real), trata asuntos políticos contemporáneos, las conspiraciones, las maniobras políticas, las traiciones e intrigas palaciegas denotan una actitud crítica contra los falsos valores del ambiente cortesano movido por el afán de poder, las recomendaciones y el amiguismo, las maquinaciones y conjuras que es un claro reflejo, y denuncia, del ambiente cortesano de su época.

Terminada la regencia del general Espartero, quien tuvo que abandonar España el 30 de julio de 1843 y refugiarse en Inglaterra, los moderados, con el general Narváez a la cabeza, llegaron de nuevo al poder siendo proclamada reina efectiva de España, Isabel II, a los trece años, adelantándose cinco años su mayoría de edad, el 8 de noviembre de 1843, Isabel II fue declarada mayor de edad por 193 votos a favor frente a 16 en contra. Dos días después, Isabel II juró la Constitución en sesión solemne ante las Cortes y fue proclamada reina de España. Con los moderados gobernando, la reina María Cristina regresó a España el 23 de marzo de 1844 lo que le permitió mangonear a diestro y siniestro, no hubo negocio en España en el que no estuvieran involucrados María Cristina de Borbón su marido y amiguetes como el marqués de Salamanca el general Narváez o el presidente del gobierno Luis José Sartorius, hablamos de una época en que no había control parlamentario no había libertad de prensa jueces y fiscales estaban comprados España era el paraíso de la corrupción y en ese plan estuvimos hasta 1854 cuando se montó la revolución con la famosa Vicálvarada porque España estaba zozobrando y amenazaba con "irse a pique".

Año 1844

Organización para la creación de una academia de canto y declamación. El Corresponsal 28/1/1844, página 4.


El Corresponsal 28/1/1844, página 4. Organización para la creación de una academia de canto y declamación

Es nombrado presidente de la junta de gobierno del comité organizador de la academia D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco X marqués de Malpica y director D. Tomás Cortina. No sé si el proyecto cuajó pues ya existía el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, impulsado por la reina María Cristina, cuya fundación oficial lo fue por Real Decreto del 15 de julio de 1830 (Gaceta del 16 de septiembre) con el nombre de "Real Conservatorio de Música y Declamación de María Cristina".

Recolección de la aceituna a mano. El Eco del comercio 29/1/1844.


El Eco del comercio 29/1/1844. Recolección de la aceituna a mano

Otro de los artículos de Juan Andrés (el divulgador de moda en aquella época sobre asuntos de agricultura) esta vez sobre los beneficios de la recogida de la aceituna a mano. A las mujeres que solo cogían las aceitunas de las ramas de las faldas de la oliva se les pagaba 1,5 reales menos por costal de aceituna.

La casa del marqués de Malpica y otras, se engalanan para celebrar el regreso a Madrid de la reina madre María Cristina. El Boletín del ejército (Madrid). 24-4-1844.


La casa del marqués de Malpica y otras, se engalanan para celebrar el regreso a Madrid de la reina madre María Cristina

Tras varios intentos fallidos de conciliar las tendencias políticas entre progresistas y moderados y diversos escándalos de corrupción durante su regencia, María Cristina se vio obligada a ceder la regencia a Baldomero Espartero y exiliarse el 17 de octubre de 1840 en el vapor Mercurio. Durante el exilio francés mejoraron su capacidad de hacer negocios y enriquecerse de manera directa o través de socios interpuestos, una práctica que había sido consustancial a la ex regente y su marido secreto desde tiempos anteriores. Con la declaración de la mayoría de edad de Isabel II, Fernando Muñoz recibió el título de Duque de Riánsares y autorizó a su madre la María Cristina a regresar a España, entrando en Madrid el 22 de marzo de 1844 (aunque se volvería a ir durante un breve periodo de tiempo en 1847). El matrimonio Muñoz y Borbón se formalizó el 13 de octubre de 1844. A partir de ese momento la pareja formada por la reina madre y el Duque de Riánsares, como se les citaba en la prensa, siguió ampliando sus posesiones y su riqueza y siguió controlando grandes parcelas de poder político a través del ala más conservadora del partido moderado, en una etapa en la que Isabel II mostraba una total dejación respecto a los asuntos de la política. En este contexto se encuadra esta noticia que da fé del hecho y celebra su regreso.

Censo electoral para las elecciones a Cortes de 1844


Censo electoral para las elecciones a Cortes de 1844, almas

El interés de esta noticia radica en que nos proporciona el dato de los habitantes que tenía Malpica en este año de 1844.

Año 1845

La reina Isabel II y su séquito en las carreras de caballos. El Castellano 8/5/1845.

El Castellano 8/5/1845 La reina Isabel II y su s´quito en las carreras de caballos

Asistieron a la carrera la reina Isabel II (en plena adolescencia con 15 años, habiendo tomado posesión del trono con 13) y su madre María Cristina (que había regresado a España de su exilio en Francia en el 1844) y su séquito.

El sitio de Medianil estaba en la casa de campo y se llamaba así pues se entraba por una puerta existente en la tapia que la separaba del Pardo que se comenzó en el reinado de Fernando VI y se terminó en el de Carlos III en 1770. La puerta original fue derribada después de la Guerra Civil de 1936-39 y sus piedras utilizadas para montar la actual Puerta de Castilla. Supongo que ahí se habilitó un hipódromo provisional para celebrar las carreras.

Las primeras carreras de caballos en Madrid se celebraron en La Alameda de Osuna en el año 1835 y la primera abierta al público se celebró el 20 de abril de 1843. Diez años más tarde se disputaron carreras en el nuevo Hipódromo de la Casa de Campo. No existía aún una reglamentación seria y un calendario de pruebas, y además el programa de carreras era minúsculo. El 31 de enero de 1878, aunque sin las obras totalmente terminadas, y coincidiendo con los esponsales de Alfonso XII con María de las Mercedes de Orleáns y Borbón se inaugura el Hipódromo de La Castellana. En 1932 se cierra el hipódromo de La Castellana (a la altura de lo que hoy es Nuevos Ministerios) y las carreras se trasladan al de Legamarejo en Aranjuez. Las primeras obras de reconstrucción del hipódromo de la Zarzuela (derruido durante la guerra civil) finalizan en mayo de 1941, fecha en la que se inaugura el recinto.

El marqués de Malpica en el séquito de la reina. El Boletín del ejército (Madrid). 5-7-1845, página 8.

El marqués de Malpica pasea con la reina

Nombramiento de senadores vitalicios. El Católico 23/8/1845.

El Católico 23/8/1845. Nombramiento de senadores vitalicios

Supongo que el nombre de José será un error de redacción del periódico y quien es nombrado senador vitalicio, por la reina Isabel II, es D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco X marqués de Malpica.

En la constitución española de 1845 en su TÍTULO III, Artículo 14 se escribía "El número de senadores es ilimitado: su nombramiento pertenece al rey" y en su Artículo 15, "Solo podrán ser nombrados senadores los españoles que, además de tener treinta años cumplidos, pertenezcan a las clases siguientes: Presidentes de alguno de los Cuerpos Colegisladores. Senadores o diputados admitidos tres veces en las Cortes. Ministros de la Corona. Consejeros de Estado. Arzobispos. Obispos. Grandes de España. Capitanes generales del Ejército y Armada. Tenientes generales del Ejército y Armada. Embajadores. Ministros plenipotenciarios. Presidentes de tribunales supremos. Ministros y fiscales de los mismos." ¡se nota que la constitución de 1845 no era fruto de un proceso constituyente de la soberanía nacional sino una componenda de los moderados para asegurarse el gobierno de la nación!

Año 1846

Asalto y robo a la marquesa de Malpica. El Católico 5/5/1846.

Socorro a las monjas

En la fecha la esposa del marqués de Malpica era Dña. María de la Encarnación Francisca de Asís Álvarez de las Asturias Bohorquez y Chacón (1798-1863).

En cualquier conflicto bélico (injustificable moralmente desde cualquier punto de vista), pues esta sería una partida de inadaptados procedente de la primera guerra carlista, los bandidos, ladrones y asesinos aprovechan las circunstancias para llevar a cabo sus fechorías.

Entronque con, y genealogía de, el primer Marqués de Malpica. El Fénix 6/12/1846.

Entronque con, y genealogía de, el primer Marqués de Malpica. El Fénix 6/12/1846

El "venerable prelado", cuyo nombre en ningún momento se cita en el artículo tal vez por ser tercera parte de una biografía, es Juan de Ribera, el Patriarca, (beatificado en 1960) que fue uno de los principales impulsores de la expulsión de los moriscos (después de fracasar en su evangelización), impulsó las misiones populares, con predicadores reclutados entre las filas de los seguidores de san Juan de Ávila y desplegó personalmente una amplia acción misionera, desarrolló un exquisito e importante mecenazgo en el campo de las artes e impulsó la contrarreforma como virrey y capitán general de Valencia (consultar biografía). Una de sus tres hermanas, Catalina de Ribera, es quien entronca con el primer marqués de Malpica D. Pedro Barroso de Ribera (o Pedro de Ribera Barroso para otros).

Meses antes de la publicación de esta noticia se había desencadenado, en septiembre de 1846 (el 28 de agosto de 1846 se había anunciado el próximo matrimonio de la reina con otro de sus primos, Francisco de Asís de Borbón, que contaba con el apoyo de Francia), la segunda guerra carlista o “guerra de los madrugadores” (matiners) consecuencia del fracasado intento de la boda de Isabel II y Carlos Luis de Borbón y de Braganza, conde de Montemolín (primogénito de don Carlos y denominado Carlos VI en la genealogía carlista) tras el manifiesto del 23 de mayo de 1845, que fue el acicate a que respondió con entusiasmo todo el partido montemolinista, detrás de cuya hipotética alianza se situaban conocidos valedores como el filósofo Jaime Balmes o Juan de la Pezuela y Ceballos, allanó de nuevo el camino a la irracionalidad de la fuerza. Se desarrollará en Cataluña donde aprovecharon el rechazo de la población a las quintas, que el gobierno moderado acababa de introducir en Cataluña.​ Los partidarios de Montemolín organizaron sus partidas y reavivaron la guerra civil. En esta ocasión, los carlistas tomaron también el nombre de montemolinistas. La acción de más importancia de esta nueva campaña fue la sorpresa de Cervera hecha por Benito Tristany en la madrugada del 16 de febrero de 1847.

Isabel II se casó con su primo Francisco de Asís de Borbón el 10 de octubre de 1846 en el Salón del Trono del Palacio Real de Madrid, el mismo día que Isabel cumplía 16 años. Fue una boda doble, pues al mismo tiempo su hermana, la infanta Luisa Fernanda de Borbón, contrajo matrimonio con el príncipe Antonio de Orleans, duque de Montpensier(13) e hijo menor de Luis Felipe I de Francia. Tal y como relató posteriormente al embajador Fernando León y Castillo durante su exilio parisino, Isabel II no se llevaba bien con su primo y marido Francisco, cuya homosexualidad ha sido afirmada por algunos autores. La misma reina parece haber comentado en una ocasión sobre su propia noche de bodas: «¿Qué podía esperar de un hombre que en la noche de bodas llevaba más encajes que yo?».

Año 1847

SOCIEDAD PARA EL SOCORRO DE LAS RELIGIOSAS DE MADRID.— Diario de Madrid, 1-3-1847

Socorro a las monjas

En la fecha la marquesa de Malpica era Dña. María de la Encarnación Francisca de Asís Álvarez de las Asturias Bohórquez y Chacón (1798-1863).

Noticias de la Corte.— Diario de Madrid, 9-5-1847


Noticias de la Corte.— Diario de Madrid, 9-5-1847

Relevo en la cúpula del cuerpo de alabarderos.— El Católico, 16-6-1847

Relevo en la cúpula del ejército

El duque de San Lorenzo relevado al mando del Real Cuerpo de Alabarderos había de ser el IV D. Lorenzo Fernández de Villavicencio y del Corral y toma el relevo el X marqués de Malpica D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco.

Cambios en el uniforme de alabarderos reales. El Espectador 26/6/1847.

El Espectador 26/6/1847. Cambios en el uniforme de alabarderos reales

Después del relevo el X marqués de Malpica D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco posiblemente desease hacer algunos cambios en el cuerpo de alabarderos reales y tal vez pensase que bien podía comenzar por el uniforme pero hubo de quedar en agua de borrajas, un rumor, pues no he encontrado documentación al respecto que lo confirme.

Después del atentado fallido que Juan de Cañamares realizó en Barcelona contra el Rey Fernando el Católico en diciembre de 1492, éste mandó que los mozos de espuela le siguiesen con espada en mano. La Sección de Alabarderos puede considerarse heredera de la escolta personal del Rey Fernando el Católico creada en 1504, siendo su primer Capitán D. Gonzalo de Ayora, contando con 50 hombres armados de Alabardas. Esta unidad fue el embrión de las Guardias Españolas, que junto con la Guardia Alemana traída por el Rey Carlos I formaron el núcleo de las Tropas de Casa Real durante la época de los Austrias. Fue Felipe V quien creó los Alabarderos, con el nombre de Real Cuerpo de Guardias Alabarderos, refundiendo las antiguas Compañías de la Casa de Austria de Guardias Amarillas, Viejas y de la Lancilla o de a caballo, mediante una Real Ordenanza de 6 de mayo de 1707. El uniforme de alabardero de la época de la reina Isabel II, usaban bicornio y el resto del uniforme es el descrito en el artículo 173 y siguientes del Reglamento orgánico del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos, aprobado por S. M. en Real Orden de 6 de Agosto de 1875 y reformado por la de 23 de Junio de 1881. Para los días de gala usarán casaca larga de paño azul turquí, cuello, vueltas y solapa de grana con galón de plata ancho; la solapa corta y redonda, abrochada por el medio con corchetes, teniendo siete botones a cada lado; forro de tela de lana del mismo color de grana; faldones vueltos, sujetos por la punta con un botón y en sus ángulos, castillos y leones; los faldones con carteras guarnecidas con galón de plata estrecho, chupa de grana con carteras figuradas, guarnecidas unas y otras por sus cantos con galón de plata estrecho; calzón blanco de punto con botín negro hasta medio muslo; sombrero de tres picos, puesto de frente, con galón ancho de plata; los botones serán plateados, un poco convexos, y con las iniciales R.G.A. y la corona real encima. En los casos permitidos usarán para su abrigo capa de paño blanco, con embozos encarnados de raso de lana y un ojal de galón ancho de plata para el cuello. Los jefes de este Real Cuerpo usarán bota de montar de charol en lugar de botín.

Crónica de la corte. El Español 20-7-1847.

Crónica de la corte

El séquito real en Aranjuez

Nuevo relevo al mando del cuerpo de los alabarderos reales. El Católico 29/10/1847.

El Católico 29/10/1847. Nuevo relevo al mando del cuerpo de los alabarderos reales

Si el 12 de junio había sido puesto al frente del cuerpo de los alabarderos reales el X marqués de Malpica D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco, ahora es relevado por el I duque de Bailén D. Francisco Javier Castaños Aragorri Urioste y Olavide.

Carta de sucesión expedida a favor de D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco. La Carta 30/10/1847.

La Carta 30/10/1847. Carta de sucesión a favor de D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco

Las Cartas de sucesión no son sino un reconocimiento expreso del valor y eficacia de la posesión civilísima, que el prellamado detenta desde la constitución de la merced, pero que opera desde la expedición de la oportuna carta de sucesión; es decir, la Carta administrativa (de sucesión o rehabilitación, tramitada mediante el correspondiente expediente administrativo), es por decirlo así, aquella que legaliza o autoriza el uso y disfrute del título.

Fallecimiento del marqués de Povar. La Esperanza 24/11/1847.

La Esperanza 24/11/1847 Fallecimiento del marqués de Povar

El XIII marqués de Povar D. Joaquín Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques (hijo de Joaquín Fernández de Córdoba Pacheco Téllez-Girón y María Encarnación Alvarez de las Asturias Bohorques y Chacón) era diputado a Cortes por Madrid, Gran Cruz de Carlos III y gentilhombre de cámara con ejercicio y servidumbre, se casó el 20 de junio de 1838, siendo su primer marido, con María del Carmen Álvarez de las Asturias Bohórquez y Guiraldes, I condesa de Santa Isabel y le sucedió en el marquesado de Povar su hijo Fernando Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques .

Pésame por el fallecimiento del marqués de Povar. El Popular 29/11/1847.

El Popular 29/11/1847. Pésame por el fallecimiento del marqués de Povar

Pésame del distrito electoral de las vistillas al marqués de Malpica por el fallecimiento deI marqués de Povar D. Joaquín Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques .

Año 1848

Segunda guerra carlista. El Clamor público. 16/8/1848, página 2.

Parte de la II guerra carlista en Toledo

Antes de la publicación de esta noticia se había desencadenado, en septiembre de 1846 (el 28 de agosto de 1846 se había anunciado el próximo matrimonio de la reina con otro de sus primos, Francisco de Asís de Borbón, que contaba con el apoyo de Francia), la segunda guerra carlista o “guerra de los madrugadores” (matiners). La noticia que aumentó las posibilidades bélicas de los carlistas fue la entrada del mítico general Ramón Cabrera el 23 de junio de 1848 en España, que en poco tiempo organizó un ejército de 8.000 hombres. El 16 de noviembre, Cabrera derrotó al brigadier Manzano en Avinyó pero no pudo detener la fuga de soldados y la rendición de otras partidas, hecho que le desalentó profundamente. Ese mismo mes, el líder carlista fue herido en El Pasteral, junto al río Ter, retirándose ante la superioridad de los isabelinos, estando a punto de caer en sus manos. A estas alturas del conflicto, el Tigre del Maestrazgo reclamó la presencia de Carlos VI al frente de sus tropas, como la única solución para continuar la guerra. El pretendiente lo intento pero, cuando iba a pasar la frontera, fue detenido por la policía francesa y enviado a Gran Bretaña. En ese mes, el general Concha disolvió varias partidas y derrotó a Cabrera en el santuario de Pinós. A finales de mes, el Tigre, constantemente acosado por los isabelinos, se vio obligado a pasar la frontera francesa.

Año 1849

El Clamor público 3/3/1849. Segunda guerra carlista, incursión de una facción por los pueblos de los alrededores.

El Clamor público 3/3/1849. Segunda guerra carlista, incursión de una facción por los pueblos de los alrededores

Atendiendo a lo que publica Miguel Méndez-Cabeza en su página La mejor tierra de Castilla la guerra carlista comenzó en Talavera, esta comarca no debía andar nada escasa de partidarios del carlismo.

Segunda guerra carlista, incursión de una facción por los pueblos de la comarca. El Católico 5/3/1849.

El Católico 5/3/1849. Segunda guerra carlista, incursión de una facción por los pueblos de la comarca

En esencia el Heraldo publicaba que "No existe en los montes de Toledo faccioso alguno ni ha tomado precauciones la autoridad de la provincia, al mismo tiempo que hace mención de haber destacado un oficial de guardia civil con quince hombres, el cual ha permanecido en esta cabeza de partido algunos días, se asegura de público que en el término de Navas de Estena, distante tres leguas de esta villa, continúan sin ser molestados por las tropas que deben existir en la provincia de Ciudad-Real".

La partida de carlistas, que sí actuaba por esa zona en esos meses, estaba mandada por uno de los hermanos Bermúdez, Valentín que según se cuenta en la entrada anterior ya habían realizado incursiones, en Malpica, Cebolla e illán de Vacas, Maqueda y Santa Olalla.

En respuesta a estas incursiones el jefe político interino de Toledo don José María Andueza, dirigió a los habitantes de la zona dos circulares, de la que se publica una y que reproduzco aquí pues me parece que "no tiene desperdicio" en cuanto a declaración de intenciones e "improvisar sobe la marcha":

Los facciosos, ocultos por algún tiempo en lo interior de los montes, han logrsdo sorprender algunos pueblos indefensos , robando, caballos, dinero, armas y comestibles. Para que no se repita esta sorpresa y para que la facción sea esterminada, ademas de la protección que las columnas han de dispensar á los pueblos, es preciso que estos, á imitación de Cebolla, se esfuercen en impedir la entrada de los rebeldes; en la seguridad de que suele bastar una actitud imponente, para que los mismos que ni son muchos ni se hallan organizados, desistan de an empeño que no pueden llevar á cabo sin la criminal condescendencia de los pueblos. A fin de que tenga efecto, ordeno y mando lo siguiente:

Artículo 1º. Las autoridades dependientes de la mia en todos los pueblos de la provincia tendrán vigías en las torres, establecerán rondas de vecinos honrados, comunicarán rápidamente á quien corresponda las noticias que adquieran sobre el paradero y dirección de los facciosos, prestarán todo género de auxilios á los gefes de columnas, bien procedan de esta provincia ó de las limítrofes, y adoptaran cuantas medidas sean convenientes para facilitar la persecución de los rebeldes.

2°. Los alcaldes quedan autorizados para espedir gratis licencias de escopeta á cuantos vecinos les inspiren confianza, con la obligación de que 11amados por su autoridad han de defender con ellas el lugar, impidiendo la entrada do los facciosos en e1 pueblo.

3•. Esta disposición no comprende á los alcaldes de los pueblos que no lleguen á doscientos vecinos y que serán protegidos especialmento por las columnas de La Guardia Civil pues no puede exijierse de ellos una defensa que ofecería dificultades, ni seria oportuno que se concediesen licencias para uso de armas que podrían ser para los rebeldes. En cambio dichos alcaldes recogerán las escopetas á todos los que las tengan con licencia o sin ella, remitiéndolas con la debida formalidad al pueblo cabeza de partido, cuyo alcalde, dando recibo, las custodiará en lugar seguro, dándome cuenta de las que sean, para devolverlas á su tiempo á los dueños.

4º. Los alcaldes adoptarán las medidas convenientes para que no sea posible que los facciosos se apoderen de los caballos de los particulares.

5º. Los funcionarios públicos dependientes de mi autoridad que no cumplan exactamente cuanto aqueda prevenido ó que se muestren indiferentes en el servicio, sufrirán la multa de l,000 rs., sin perjuicio de las demás penas á que se hagan acreedores.

Toledo 2 de marzo de 1849.—El G. P. I., José María de Andueza.

Año 1850

Inauguración del nuevo edificio de las Cortes. Apertura de la sesión de 1850. La España 1/11/1850, página 3.

La España 1/11/1850, página 3. Inauguración del nuevo edificio de las Cortes. Apertura de la sesión de 1850

El 31 de octubre de 1850 tiene lugar la inauguración del Palacio del Congreso de los Diputados en la Carrera de San Jerónimo, que será al fin una sede estable después de su itinerancia por la Isla de León, Cádiz, Sevilla, y el Convento del Espíritu Santo de Madrid. Formando parte de la cabalgata real (en el séptimo coche) como Caballerizo Mayor participaba en el desfile inaugural de las cortes y apertura de la legislatura D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco, X marqués de Malpica.

La calle de Malpica prolongación de la Mayor en Madrid. El Clamor público. 28/12/1850, página 3.

Cambio de nombre de la calle Malpica por Mayor en Madrid

Sabía que hay en Madrid calles con el nombre de nuestro pueblo (en el barrio de Vallecas por ejemplo), pero desconocía que parte de la actual calle Mayor en otro tiempo se llamase (o fuese conocida por) calle Malpica, así que me puse manos a la obra a indagar un poco.

Año 1851

Anuncio para el contrato de médico en Malpica. Boletín de medicina, cirugía y farmacia 23/2/1851.

Boletín de medicina, cirugía y farmacia 23/2/1851. anuncio para el contrato de médico en Malpica

Un par de datos han despertado mi interés por esta noticia: El número de vecinos de nuestro pueblo en este año de 1850 que eran 72 y los emolumentos del médico, cinco mil reales (la peseta no se introdujo hasta 1868) pagaderos por trimestres. Si aplicamos las equivalencias posteriores (1 pts = 4 reales y 1 € = 166,386), la dotación equivaldría 1 250 pts. y 7,5 € al año.

Condecoración con el Toisón de Oro a Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco X marqués de Malpica. El Observador 7/6/1851.

El Observador 7/6/1851. Condecoración con el Toisón de Oro a Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco X marqués de Malpica

A D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco (Madrid, 22 de abril de 1787 - Madrid, 1 de octubre de 1871), X marqués de Malpica, IX conde de Gondomar, XIX señor de Parla, XX señor de Valdepusa, VI duque de Arión y grande de España le fue sido concedida la distinción de la Orden del Toisón de Oro que es una de las órdenes de caballería más prestigiosas y antiguas de Europa, y está muy ligada a la dinastía de los Habsburgo y a las coronas de Austria y España

Año 1852

Cacería de caza mayor en Valdepusa. El Heraldo 14/11/1852.

El Heraldo 14/11/1852. Cacería de caza mayor en Valdepusa

Los participantes, además del marqués de Malpica D. Joaquín eran Pedro Colón y Ramírez de Baquedano, XIII marqués de Varagua, etc.

Durante este período (entre mayo de 1844 y julio de 1854), la llamada Década Moderada, María Cristina y Fernando Muñoz fueron acumulando desencuentros con amplísimos sectores de la sociedad española. De hecho, la reina madre se convirtió en el símbolo de todos los males posibles. Su avaricia, sus tendencias absolutistas, su ansia de poder, su intervención constante en la Corte y sus negocios eran objeto de censura en panfletos o en los corrillos de las gentes.

Año 1856

Convite diplomático. La España 23-1-1856, página 4.

La España 23-1-1856, página 4. Convite diplomático

Durante las violentas jornadas revolucionarias de julio de 1854, el palacio de las Rejas fue asaltado e incendiado, teniendo toda la familia Muñoz-Borbón que refugiarse en el Palacio Real. Del mismo modo fueron asaltadas las casas de los tres ministros moderados más odiados: el conde de San Luis, Esteban Collantes y Doménech, y la del banquero Salamanca. Los revolucionarios los culpaban, como a la reina María Cristina y al duque de Riansares, de la prolongada permanencia en el poder de los moderados y los relacionaban con los escándalos económicos del tema de los ferrocarriles. Finalmente, el 28 de agosto de 1854, la ex Reina Gobernadora con el duque de Riansares y su familia abandonaron Madrid, siendo confiscados todos sus bienes aunque no se fueron con las manos vacías, sacaron de España el equivalente a unos cincuenta millones de pesetas.

La revolución de 1854 y su orientación anticlerical (libertad de culto) hizo reaccionar nuevamente a los carlistas; los defensores de la unidad católica dirigieron exposiciones a las Cortes, levantaron su voz en la tribuna y en la prensa y, al cundir entre los pueblos la noticia de la pretendida reforma, hubo quienes quisieron recurrir al levantamiento en armas. El nuevo levantamiento empezaría de manera descoordinada y antes de tiempo debido a la impaciencia de algunos cabecillas carlistas.​ En marzo y abril de 1855 se levantaron en Castilla la Vieja algunas partidas que aclamaron a Carlos VI si bien su actuación fue en un primer momento escasa. Hombres notables del partido legitimista estaban reunidos en Zaragoza para organizar la insurrección a nivel nacional. Pero a mediados de 1855 el gobierno tuvo conocimiento de la conspiración. El capitán Cipriano de los Corrales, seguido de 70 jinetes del regimiento de Bailén y de algunos paisanos, salió entonces de Zaragoza el 22 de mayo y dio el grito de ¡Viva Carlos VI!, cortando el hilo telegráfico que comunicaba a la capital de Aragón con Madrid lo que dio lugar a que se alzaran más facciones en Aragón, que fueron perseguidas por la tropa y la Milicia Nacional. Sin embargo, como en la segunda guerra carlista, donde tuvo más importancia fue en Cataluña, en la que entraron desde Francia Marsal, Borges, Rafael Tristany, Estartús y otros emigrados. Se levantaron partidas numerosas, como las de Boquica, Comas y Juvany. Marsal fue investido del cargo de comandante general interino y Tristany —a quien acompañaban sus hermanos— del de comandante general de la provincia de Barcelona. El primero, que cayó herido y fue hecho prisionero en Orriols, fue fusilado en Gerona el 8 de noviembre de 1855. Tristany, al frente de unos 200 hombres, logró sostenerse un año, y después emigró de nuevo.

Teatro en beneficio de las obras de beneficencia domiciliaria, Diario oficial de avisos de Madrid (4-12-1856)

Obras de beneficencia domiciliaria, marquesa de Malpica (1856)

Le gant et l'éventail (El guante y el abanico) de Bayard et T. Sauvage es una comedia, mezclada con canto, en tres actos. En cuanto a Fe, esperanza y osadia es una comedia en un acto y en verso de Juan José Nieva, publicada en 1852.

Año 1857

Veraneando en el balneario de Cestona. La España 23-8-1857, página 4.

La España 23-8-857, página 4. Veraneando en el balneario de Cestona

El 28 de noviembre de 1857 nacería en el Pardo el Infante Alfonso Francisco de Asís Fernando Pío Juan María de la Concepción Gregorio Pelayo futuro Alfonso XII, cuya prematura e inopinada muerte de tuberculosis, a solo tres días de cumplir 28 años y con apenas una década como jefe del Estado español, no fue óbvice para que en su existencia y vida institucional efímeras fueran suficientes para poner los cimientos de un nuevo régimen monárquico de gobierno parlamentario, con la Constitución de 1876 constitución que se mantuvo en vigor hasta 1923, hasta el Golpe de Estado de Primo de Rivera, lo que la convierte en la constitución más longeva de la historia de España hasta este momento (47 años).

Año 1858

Besamanos real. La Época 7-1-1858, página 3.

La Época 7-1-1858, página 3. Besamanos real

Besamanos real para celebrar el nacimiento de Alfonso Francisco de Asís Fernando Pío Juan María de la Concepción Gregorio Pelayo, futuro Alfonso XII al que asistieron los marqueses de Malpica.

Medalla de plata al aceite del marqués de Malpica. La Iberia 24/3/1858, página 4.

 La Iberia 24/3/1858, página 4. Medalla de plata al aceite del marqués de Malpica

Se cita en páginas anteriores del diario, pero el reconocimiento es al aceite presentado a concurso por el marqués de Malpica D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco, que supongo procedente, el aceite, de Valdepusa.

Doble subasta en Valdepusa. Diario oficial de avisos de Madrid 29/8/1858, página 2.

Diario oficial de avisos de Madrid 29/8/1858, página 2. Doble subasta en Valdepusa

Se subasta por la casa del marqués de Malpica Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco, el carboneo de la leña de los montes de Valdepusa y el aprovechamiento de la madera de los abundantes fresnos. He aquí lo que, 30 años antes, escribía (página 138) Fermín Caballero en su manuscrito, ya citado más arriba sobre el tema:

Aunque el fruto de la encina lo disfrutaban los pueblos, el árbol fue siempre propiedad del Sr. del terreno, que hizo los usos que le convino. Uno de ellos ha sido el fabricar carbón las más de las veces por contrata. Ha solido costar un real de fabricación cada arroba, a lo que aumentado el porte, puestas, descargue en la Casa, subía casi al precio corriente en Madrid, si bien que su calidad era conocida. Pero en lo que se hacía además del gasto de la Casa, para venderse en la dehesa podría dejar un real de utilidad en arroba. En el día se ha suspendido justamente el carboneo, porque acabaría con las pocas encinas las Vegas de Bienvenida.

Los fresnos han dado algunas veces su utilidad por usarse su madera para ruedas de coches. En 1793 se hizo una corta en que se sacaron 8,093 pinas(10), y 1,118 rayos(11), por valor de 6,886 reales, y en 1800, se hizo otra contrata que no tuvo efecto. A pesar del mal estado del arbolado, no bajan en el día de 2,000 fresnos los que hay en toda la ribera del Pusa, y de que podría sacarse algún producto, sin cortar los troncos, que deben quedar para renovarse.

Los labradores de los pueblos y de la Dehesa podían cortar madera para los aperos de labor. Los primeros han renunciado a esta concesión, y a los segundos se les ha revocado. De suerte que solo los vecinos de Malpica usan de este aprovechamiento sin que se sepa la causa. También han renunciado los pueblos, menos Malpica al uso de las leñas para quemar (excepto las inútiles) que hacían de la Dehesa. Pero debe tenerse entendido, que los vecinos de Malpica, no pueden ni dieron jamás sacar otra leña que la inútil; esto es la seca, la cornicabra.

La corta de leñas podría ser útil a la casa, adoptando las precauciones, para cortar fraundes y monopolios; pero debe esperarse a que prospere el monte que está más distribuido que en 1817 de cuyo año se puso en beneficio este ramo. Además de los usos referidos, podrían sacarse otras ventajas de las plantas de la Pusa. Los vástagos de los acebuches son excelentes para bastones nudosos. La Tamuja es buena para escobas de cuadra y calle. Del Ojaranzo se hacen cajas de escopeta. Del acere las cucharas. La corteza de la Encina se usa para los curtidos. Las caras y palos de fresno se venden en los mercados. De todo se halla en la Dehesa y de nada se saca provecho.

Dos bodas en la Casa del marqués de Malpica. El Clamor público 23/10/1858, página 3.

El Clamor público 23/10/1858, página 3. Dos bodas  en la Casa

El novio en la primera boda, que se celebra en catedral de Toledo y es apadrinada por la reina Isabel II y su esposo y primo Francisco de Asís de Borbón, era el quinto hijo de los marqueses de Malpica D. Pedro Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques X Marqués de Mirabel y su prima se casa con un hijo de D. Pío Pita Pizarro.

Recaudación de fondos para la inclusa de Madrid. La España 4-12-1858.

La España 4-12-1858. Recaudación de fondos para la inclusa de Madrid

La Junta de Damas de Honor y Mérito es la Asociación Femenina no religiosa, de carácter filantrópico más antigua de España (fundada en 1787 por el rey Carlos III), con más de 225 años de historia. La marquesa de Malpica era una de sus más activas componentes. El Hospital de la Inclusa (llamado también Nuestra Señora de la Inclusa) fue un hospital para niños expósitos situado en las cercanías de la Puerta del Sol de Madrid.

Año 1859

Concurso para la plaza de maestra de niñas en Malpica. La Esperanza 12 4 1859, página 3.

La Esperanza 12 4 1859, página 3. Concurso para la plaza de maestra de niñas en Malpica

En España Godoy impulsó la creación del Real Instituto Militar Pestalozziano, abierto en 1806, que se concebía como un establecimiento destinado a la formación de maestros en los métodos del pedagogo suizo. Por otra parte, en 1818, se creó en Madrid la primera escuela mutua, que en 1821 fue considerada como "escuela normal para la enseñanza mutua", sirviendo más tarde como aneja de prácticas a la Normal femenina pero sus orígenes están vinculados a la difusión de unas metodologías determinadas que, en aquel momento, gozaban de gran predicamento pero la aparición de las primeras normales se asocia al despegue de nuestro sistema escolar, que, a través de numerosos vaivenes, comienza a perfilarse a lo largo del reinado de Isabel II. Las escuelas normales españolas se originan en este contexto, como respuesta institucional a la creciente demanda de maestros y como vía de control de la enseñanza elemental por parte del Estado liberal. Anteriormente, el acceso a la docencia en nuestras escuelas elementales se llevaba a cabo mediante mecanismos corporativos de control gremial y/o administrativo. Para la habilitación profesional sólo se exigía, en todo caso, el aprendizaje directo al lado de un maestro, durante un período de tiempo, como pasante, leccionista o ayudante, al igual que en otros ámbitos gremiales, después, los candidatos a la docencia tenían que superar ciertas pruebas demostrativas de sus cualificaciones técnicas y morales ante las juntas examinadoras. Siguiendo esta línea, se creó en 1791 la Academia de Primera Educación y se dictó, en 1797, el reglamento de escuelas de primeras letras. En 1834, el Ministro del Interior, Moscoso de Altamira, constituyó una comisión cuyos cometidos serían "la formación de un plan general de instrucción primaria", el establecimiento de "escuelas de enseñanza mutua lancasteriana" y, sobre todo, la creación de :una Normal, en la que se instruyan los profesores de las provincias, que deben generalizar en ellas tan benéfico método pero la primera escuela normal o Seminario Central de Maestros del Reino, se inauguró en Madrid el 8 de marzo de 1839, después de la tenaz gestión de Montesino, su primer director. La ley Moyano, de 9 de septiembre de 1857, que venía a articular y ordenar todo el proceso legislativo anterior, contempla las escuelasnormales como escuelas profesionales, junto a las de veterinarios, profesores mercantiles, náutica, aparejadores y agrimensores 24 . Disponía de nuevo la erección de escuelas en todas las provincias y de una normal central en Madrid, la primera enseñanza se organizaba en dos niveles (título I), se preveían dos tipos de maestros, elemental y superior, además del grado de maestro normal para los profesores de las escuelas normales. El plan de estudios (arts. 68-71), desarrollado por el R.D. de 20 de septiembre de 1858, comprendía dos cursos para el grado elemental, uno más para el superior y otro para el de maestro normal. La ley Moyano aún autorizaba la provisión de escuelas elementales incompletas y de párvulos con personal sin titulación (preveía la ley la posibilidad de agregar las funciones de maestro a las de cura párroco, secretario de ayuntamiento "u otras compatibles con la enseñanza" en los pueblos que no lleguen a las 700 almas), con el solo aval de un "certificado de aptitud y moralidad", expedido por las juntas locales (art. 181), lo que suponía el reconocimiento implícito de la incapacidad de las normales para atender las necesidades escolares y dejaba la puerta abierta al caciquismo, un mal endémico en la España de la Restauración, que tan abiertamente criticarían los regeneracionistas y también preveía la creación de normales femeninas, si bien no precisaba más que algunos someros aspectos sobre ellas.

Y en este contexto (echad un vistazo a la ley Moyano, que puede ser de interés) es en donde se convoca este concurso para cubrir la plaza de maestra de niñas en nuestro pueblo.

Visita de la imagen de la virgen de la Almudena a la casa del marqués de Malpica. La Esperanza 12-09-1859.

María de la Blanca Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias Bohorques, era la novena​ hija de Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco, el 25 de febrero de 1862 le fue concedido el marquesado de Cubas (noticia de la que nos haremos eco posteriormente) y se casaría en Madrid, el 16/03/1862, con Andrés Lasso de la Vega Quintanilla, VIII Conde de Casa Galindo.

Comida en honor del príncipe turco Mohmed-Alí Pachá. La Época 20/6/1859.

La Época 20/6/1859. Comida en honor del príncipe turco Mohmed-Alí Pachá

Año 1860

Banquete regio a los generales de África. La Época 7/5/1860, página2.

Banquete regio a los generales de África 7/5/1860

Carlos Luis y sus partidarios "los carlistas" pensaron en aprovechar el clima de descontento en el ejército y el pueblo por las condiciones de paz de la guerra de África —que no entregaban a España Tánger ni Tetuán a pesar de la victoria declara en el Tratado de Wad-Ras, tras la derrota en la batalla homónima(16), firmado el 26 de abril de 1860—, así como el hecho de que las tropas siguiesen aún en África, y realizaron una nueva intentona, que incluía todo un programa de gobierno para dar solución a los problemas de España. El 1 de abril de 1860 el capitán general de Baleares general Ortega, (que se había hecho recientemente carlista tras conocer las maniobras de la infanta Carlota antes de la muerte de Fernando VII) realizaba el pronunciamiento con el que pretendía proclamar rey a Carlos VI enviando una expedición militar a la península, cerca de la población de San Carlos de la Rápita. Fracasó debido a la negativa de sus propios oficiales a secundarlo. Ortega fue fusilado por un consejo de guerra formado por capitanes, ante las protestas del general, que consideraba que debía ser juzgado por un tribunal civil o bien por un consejo de guerra de generales, según correspondía a su grado. El conde de Montemolín, que desembarcó en España con esta intentona, se vio obligado a huir y se ocultó en Ulldecona, pero el 21 de abril fue detenido junto a su hermano Fernando de Borbón y Braganza y trasladado a Tortosa, donde se le obligó tanto a él como a su hermano a hacer una renuncia de sus derechos al trono. Sin embargo, una vez en libertad y en el extranjero, manifestó que aquella renuncia no había tenido validez, también el general Dulce, capitán general de Cataluña, y muchos otros militares, debían secundar el movimiento, aunque finalmente faltaron a su compromiso. Según este testimonio, el general Ortega fue condenado a muerte por quienes antes habían sido sus amigos, «temiendo que las revelaciones que podía hacer marcarían en sus rostros el estigma de la traición y felonía». Antes de ser fusilado, Ortega pidió a su ayudante Francisco Cavero que, en caso de que le sobreviviera, no delatase jamás a los que habían estado implicados.

Séquito de la reina, El Clamor público. 16/8/1860, página 2

Séquito de la reina, maquesa de Malpica (1860)

Componentes de la comitiva real que acompañaría a los reyes en su viaje entre los que se encuentra la marquesa de Malpica y no su esposo.

Bautizo noble. El Clamor Público, 31-5-1860.

Bautizo noble. El Clamor Público, 31-5-1860

La marquesa de Malpica representa a la infanta Isabel Francisca en un bautizo de la nobleza.

Año 1861

Toma de almohadas en palacio. La Corona 24/1/1861.

La Corona 24/1/1861. Toma de almohadas en palacio.

La toma de almohada era una antigua ceremonia palatina de la corte española en la que las mujeres grandes de España por derecho propio o esposas de grandes de España se sentaban por primera vez ante la reina de España en una almohada, prerrogativa propia de su rango. Es el equivalente a la ceremonia de la cobertura prevista para los hombres en esta ocasión la ceremonia se oficiaba ante la reina Isabel II.

Resultado de la cuestación a favor de la Inclusa y Colegio de la Paz (relación de señoras participantes y resultado), Diario oficial de avisos de Madrid, 28/6/1861

Cuestación  a favor de la Inclusa y Colegio de la Paz, marquesa de Malpica (1861)

La marquesa de Malpica y sus hijas realizando obras benéficas como esta cuestación a favor de la Inclusa.

Rifa de la asociación de Beneficencia domiciliaria. El Pensamiento español, 16-10-1861.

Rifa de la asociación de Beneficencia domiciliaria (1861)

Otra de las actividades benéficas era la organización de rifas.

Año 1862

Boda de la marquesa de Cubas. Escenas contemporáneas. 12/3/1862, n.º 8, página 52.

Escenas contemporáneas. 12/3/1862, n.º 8, página 52. Boda de la marquesa de Cubas

Blanca Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques I Marquesa de Cubas (marquesado que le concedió la reina Isabel II como regalo de bodas y que hace referencia a la localidad de Cubas de la Sagra en la provincia de Madrid), nace en Madrid el 22 de octubre de 1835, se casa en Madrid (3/16/1862) con Andrés Lasso de la Vega Quintanilla, VIII Conde de Casa Galindo y fallece, sin descendencia, en 1917 .

Concesión de los marquesados de Cubas y Griñón a sendas hijas del marqués de Malpica. La Correspondencia de España 26/1/1862, n.º 1.323, página 3.

La Correspondencia de España 26/1/1862, n.º 1.323, página 3. Concesión de los marquesados de Cubas y Griñón a sendas hijas del marqués de Malpica

Las agraciadas marquesas (hijas de los marqueses de Malpica Joaquín Fernández de Córdova y Pacheco y Encarnación Álvarez de las Asturias-Bohorques y Chacón) son Blanca Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques I Marquesa de Cubas que nace en Madrid el 22 de octubre de 1835, se casa en Madrid (3/16/1862) con Andrés Lasso de la Vega Quintanilla, VIII Conde de Casa Galindo y fallece, sin descendencia, en 1917 y María Cristina Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques I Marquesa de Griñón nace en Madrid el 6 de septiembre de 1831, se casa en Madrid, (4/28/1879) con Fernando Rámirez de Haro y Belvís de Moncada, IX Conde de Villariezo y fallece en Madrid el 18 de febrero de 1893. La titularidad de los marquesados hace referencia a Cubas y Griñón, pueblos de la comarca de La Sagra (conflictiva comarca compartida y fronteriza entre las provincias de Toledo y Madrid) de la comunidad de Madrid que pertenecieron al antiguo señorío medieval de Cubas y Griñón. Pedro de Mendoza y Vozmediano vende el señorío de Cubas y Griñón a un primo de su primo el I marqués de Villmagna en 1627 al I marqués de Povar, capitán de la guardia de Felipe IV, pero esta es otra interesante y fecunda historia colateral que tal vez algún día abordaremos.

Convite en palacio. La Correspondencia de España 21-11-1862, página 2.

La Correspondencia de España 21-11-1862, página 2. Convite en palacio

Año 1863

Malpiqueño herido en Madrid. El Clamor público 11/4/1863, página 3.

El Clamor público 11/4/1863, página 3. Malpiqueño herido en Madrid

Tiene toda la pinta de ser una "asunto de faldas" esta primera noticia no relacionada con los marqueses de Malpica sino con uno de los vecinos del pueblo que, al parecer, estudiaba veterinaria.

Ensanche para el viaducto de la calle Segovia. La España 30-4-1863, página 4.

La España 30-4-1863, página 4. Ensanche para el viaducto de la calle Segovia

Sobre el asunto de la calle y palacio de los marqueses de Malpica en Madrid, trato, sucintamente, en esta otra página

La marquesa de Malpica enferma de gravedad. La Correspondencia de España 3/5/1863, página 2.

La Correspondencia de España 3/5/1863, página 2. La marquesa de Malpica enferma de gravedad

Dos días después de la publicación de esta noticia, de la que se hacen eco varias publicaciones de la prensa, moriría en Aranjuez Doña María de la Encarnación Francisca de Asís Álvarez de las Asturias Bohórquez y Chacón, marquesa de Malpica.

Muerte de la marquesa de Malpica Doña María de la Encarnación Francisca de Asís Álvarez de las Asturias Bohórquez y Chacón. La Época 6/5/1863, n.º 4.662, página 3.

La Época 6/5/1863, n.º 4.662, página 3. Muerte de marquesa de Malpica Doña María de la Encarnación Francisca de Asís Álvarez de las Asturias Bohórquez y Chacón

El día 5 de mayo de 1863, moriría en Aranjuez Doña María de la Encarnación Francisca de Asís Álvarez de las Asturias Bohórquez y Chacón, marquesa de Malpica. Toda la prensa se hace eco de la defunción y del traslado del cuerpo, en un tren especial, a su casa de Madrid. En esta página expongo algunos datos sobre su biografía y un par de necrológicas publicadas en los medios.

Entierro Doña María de la Encarnación Francisca de Asís Álvarez de las Asturias Bohórquez y Chacón, marquesa de Malpica. El Pensamiento español 8/5/1863, página 3.

El Pensamiento español 8/5/1863, página 3. Entierro Doña María de la Encarnación Francisca de Asís Álvarez de las Asturias Bohórquez y Chacón, marquesa de Malpica

El día 8 de mayo de 1863, fue el entierro de Doña María de la Encarnación Francisca de Asís Álvarez de las Asturias Bohórquez y Chacón, marquesa de Malpica.

Un socavón en la calle Malpica. El Pensamiento español 11/6/1863, página 3.

Un socavón en la calle Malpica

Un socavón que deja al descubierto los cimientos de la casa del marqués de Malpica en la calle homónima.

Un socavón en la calle Malpica. Rectificación. El Pensamiento español 11/6/1863, página 3.

El Pensamiento español 11/6/1863, página 3. Un socavón en la calle Malpica. Rectificación

Un socavón que deja al descubierto los cimientos de la casa del marqués de Malpica en la calle homónima y permite que el público tenga noticias de la muralla árabe. En 1953, al derribar parte del antiguo Palacio de Malpica que comprendía las actuales fincas de Mayor nº 81 y Mayor nº 83, hasta Bailén nº 12 aparecen los primeros restos de la muralla islámica que estaba recubierta de ladrillos y que servía como muro de contención del jardín del edificio. En los años 70 hubo otro descubrimiento de la muralla árabe y de la base del torreón sur de la Puerta de la Vega, durante el derribo de lo que quedaba el Palacio de Malpica, en la finca colindante a Mayor nº 83.

Año 1865

Un cura carismático, flores que deben dar "fruto" y los "danzantes de San Sebastián" en Malpica. La Corona 16/5/1865, página 6.

La Corona 16/5/1865, página 6. Un cura harpagón, flores que deben dar fruto y los danzantes de San Sebastián en Malpica

Lo interesante de la noticia, además de la idiosincrasia del ecónomo(17), es los interrogantes que lo que articulista narra me genera, ¿había danzantes en Malpica o se refiere a los morraches(18)?, ¿y en San Martín de Pusa(19)?, ¿que fueron primero los danzantes o los morraches?, ¿unos y otros eran simultáneos en el tiempo o se produjo algún tipo de proceso de conversión, transformación o simbiosis?.

Año 1866

Santa misión en Malpica. El Tajo 20-3-1866.

El Tajo 20-3-1866. Santa misión en Malpica

Las masas populares que se habían unido a la sublevación protagonizada el 22 de junio de 1866 por la guarnición del cuartel de artillería de San Gil gritaban: «¡Abajo los Borbones!». Era la primera vez, pero no la última que el pueblo lanzaba esta consigan en contra de la monarquía de los borbones. Aquel levantamiento, bajo los auspicios de los partidos progresista y democrático, resultó limitado y escasamente organizado y pronto pudo ser aplastado. Pero ese primer conato antidinástico evidenciaba un divorcio difícilmente reversible.

Año 1867

Propuesta de la carretera de San Martin- Santa Olalla. El Tajo 24-3-1867.

El Tajo 24-3-1867. Propuesta de la carretera de San Martin- Sant Olalla

Primer intento de trazar la carretera de San Martín que no se terminaría hasta ocho años después el 29/04/1895.

Año 1869

Robo en la iglesia de Malpica de Tajo. Boletín Oficial de la Provincia de Toledo, n.º 163, 11/4/1869.

Robo en la iglesia de Malpica de Tajo. Boletín Oficial de la Provincia de Toledo, n.º 163, 11/4/1869

El alzamiento carlista de 1869. La Discusión 4-8-1869, página 3.

Noticias sobre las guerras carlistas

El alzamiento carlista de 1869 (no confundir con la tercera guerra carlista que tuvo lugar en España de 1872 a 1876) fue un levantamiento armado que tuvo lugar en algunos lugares de España (principalmente en la provincia de León, Castilla la Vieja y La Mancha) entre julio y agosto de 1869, tras la aprobación en junio de ese año de una nueva Constitución liberal (consecuencia de "La Gloriosa" de 1868) que sancionaba por primera vez la libertad de cultos, vulnerando lo establecido en el Concordato de 1851.

Antecedentes: Hemos citado ya la sublevación del cuartel de San Gil, el 22 de junio de 1866, al mes siguiente, la reina Isabel II destituyó al general O'Donnell por considerar que había sido demasiado blando con los insurrecto, (aunque habían sido fusilados a 66 de ellos) y nombró para sustituirle al general Narváez, líder del Partido Moderado. Narváez adoptó inmediatamente una política autoritaria y represiva, lo que hizo imposible el turno en el poder con la Unión Liberal de O'Donnell, que entonces optó por hacer el «vacío en Palacio» —según la expresión del propio O'Donnell—, lo que significaba el retraimiento en el Senado, pero a lo que se negó en rotundo el líder unionista fue a pactar ninguna iniciativa con los progresistas, con los que estaba «dolido por los acontecimientos del cuartel de San Gil, en especial con Prim», líder del Partido Progresista y de la coalición de fuerzas que pretendía el derrocamiento de Isabel II. Solo tras la muerte de O'Donnell, en noviembre de 1867, se sumaría la Unión Liberal —liderada entonces por el general Serrano— al pacto de Ostende que habían firmado un año antes progresistas y demócratas. En abril de 1868 falleció el general Narváez y la reina nombró para sustituirle al ultraconservador Luis González Bravo que siguió con la política autoritaria y represiva de su antecesor. Unido a la mala situación financiera pues a principios de 1866 estalló la primera crisis financiera de la historia del capitalismo español provocaron el inicio de esta revolución que comenzaron Prim y Topete, el 18 de septiembre se sublevaba Topete al frente de la escuadra. Al día siguiente, tras la llegada de Serrano y los generales unionistas desde Canarias, Topete leyó un manifiesto redactado por el escritor unionista Adelardo López de Ayala en el que se justificaba el pronunciamiento y que acababa con un grito —«¡Viva España con honra!»— que se haría célebre. En septiembre de 1868, la insurrección que pasaría a la historia como "la Revolución Gloriosa" destronó a la reina española Isabel II que el día 30 abandonaba España desde San Sebastián y marcaría el inicio del período denominado Sexenio Democrático (1868-1874).

El alzamiento carlista de 1869. La Iberia 4-8-69, página 3.

Noticias sobre las guerras carlistas

El alzamiento carlista de 1869. La Iberia 5-8-69, página 3.

Noticias sobre las guerras carlistas

El alzamiento carlista de 1869. La Igualdad 11-8-69, página 3.

Noticias sobre las guerras carlistas

Este alzamiento carlista fue un levantamiento armado que tuvo lugar en algunos lugares de España (principalmente en la provincia de León, Castilla la Vieja y La Mancha) entre julio y agosto de 1869, tras la aprobación en junio de ese año de una nueva Constitución liberal que sancionaba por primera vez la libertad de cultos, vulnerando lo establecido en el Concordato de 1851. Sería conveniente leer uno de sus Episodios nacionales, España sin rey, de Benito Pérez Galdós para documentarse sobre este alzamiento.

Año 1870

A orillas del Pusa. La América 13-12-1870.

La América 13-12-1870. A orillas del Pusa

Una loa sobre esta poesía, sobre el Pusa, de Ventura de la Vega que ya hemos publicado y tratado más arriba.

Nos encontramos ya en pleno Sexenio Democrático o Sexenio Revolucionario que se inicia tras la revolución de 1868 (la Gloriosa) y salida de España de Isabel II y que suele dividirse a su vez en tres etapas distintas: la primera, la del Gobierno provisional de 1868-1871; la segunda, el reinado de Amadeo I (1871-1873); la tercera, la Primera República Española, proclamada tras la renuncia al trono del rey Amadeo de Saboya en febrero de 1873. A su vez, esta se divide entre el período de la República federal, a la que pone fin el golpe de Pavía de enero de 1874, y la República unitaria —también conocida como la dictadura de Serrano—, que se cierra con el pronunciamiento en diciembre de 1874 en Sagunto del general Arsenio Martínez Campos en favor de la restauración de la Monarquía borbónica en la persona del hijo de Isabel II: Alfonso XII.

Año 1871

Fallecimiento del marqués de Malpica. El Pensamiento español 3/10/1871, página 4.

El Pensamiento español 3/10/1871, página 4. Fallecimiento del marqués de Malpica.

Muere D. Joaquín Fernández de Córdova y Pacheco, marqués de Malpica y de Mancera, duque de Arón y conde de Gondomar, mariscal de campo, caballero del Toisón de Oro, gran cruz de San Hermenegildo y condecorado con otras varias por acciones de guerra. Tras la deposición de Isabel II en 1868, se mantuvo fiel a la reina, negándose a prestar juramento al Rey Amadeo I, nombrado rey por las cortes en 1870 y que abdicaría en 1873, lo que hizo que perdiese todos sus grados y honores militares. Varios medios de prensa se hacen eco de la noticia de su muerte.

El buen rey que vino de Italia. El Liberal.

El Liberal. El rey que vino de Italia

Una semblanza de Amadeo I de Saboya.

Año 1873

Tercera guerra carlista en Malpica. La Esperanza. 25/9/1873, página 2.

La Esperanza. 25/9/1873, página 2. Segunda guerra carlista.

Varios medios de prensa se hacen eco de la noticia.

La tercera guerra carlista fue una guerra civil que tuvo lugar en España de 1872 a 1876, entre los partidarios de Carlos, duque de Madrid, pretendiente carlista al trono, y los gobiernos de Amadeo I, de la I República y de Alfonso XII.

Año 1874

Vacante de la plaza de médico en Malpica de Tajo. El Genio médico-quirúrgico. 15/3/1874, página 15.

El Genio médico-quirúrgico. 15/3/1874, página 15. Vacante de la plaza de médico en Malpica de Tajo.

Lo que despertó mi interés por esta convocatoria fue el bajo número de habitantes que tenía el pueblo de Malpica en estas fechas, solo 150 vecinos.

Anuncio de derribo del palacio del marqués de Malpica en Madrid. La Correspondencia de España, 4/7/1874, n.º 6.059, página 3.

La Correspondencia de España, 4/7/1874, n.º 6.059, página 3, Anuncio de derribo del palacio del marqués de Malpica en Madrid.

Al derribar el citado palacio sito en la calle Malpica (y el contiguo) se descubrió, delimitando los jardines, el mayor fragmento visible de la muralla árabe del siglo IX (de unos 120 metros de longitud con una altura de 11,5 metros y un grosor de 2,6 metros y construida con grandes sillares de pedernal o sílex en su parte inferior, reforzados, tras su deterioro, en la parte superior de su cara externa con sillares de caliza aparejados a soga y tizón), la que rodeaba la almudayna árabe, y que es el más antiguo monumento de Madrid mandado construir Muhammad I (más conocido como Mohamed I) quinto emir independiente de Córdoba. Aunque la existencia de este trozo de muralla ya se intuía y de él hablan cronistas del siglo XIX como Mesonero Romanos, no se descubrió hasta 1953, al derribar la casa-palacio del marqués de Malpica, donde había sido utilizado como soporte y muro trasero de la edificación. Hoy está la plaza y parque de Mohamed I (en honor al fundador de Madrid) que es declarado Monumento Histórico Nacional y Bien de Interés Cultural en 1954.

Año 1875

Constitución del Ayuntamiento de Madrid. La Época, 8/1/1875, n.º 8.115, página 3.

La Época, 8/1/1875, n.º 8.115, página 3, nombramiento del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid

Se trata de D. Fernando Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias Bohorques. Marqués de Malpica (XI), duque de Arión (VII).( Madrid, 2.I.1845 – 30.XII.1891) nieto del X marqués de Malpica D. Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco (Madrid, 22 de abril de 1787 - Madrid, 1 de octubre de 1871). Abogado, propietario, diputado y senador. Con la Restauración fue nombrado por el Ministerio de la Regencia concejal teniente alcalde de Madrid y, aunque residente siempre en esta ciudad, fue elegido por primera vez diputado conservador en las primeras Cortes de la Restauración por el distrito de Talavera en 1876.

El 11 de febrero de 1873, al día siguiente de la abdicación de Amadeo I, el Congreso y el Senado, constituidos en Asamblea Nacional, proclamaron la República por 258 votos contra 32 y nombraron como presidente del Ejecutivo al republicano federal Estanislao Figueras. El 3 de enero de 1874, cuando Castelar perdió una moción de confianza y se procedía a la elección de un nuevo Gobierno, Pavía hizo llegar una nota al presidente de las Cortes, Nicolás Salmerón, ordenándole que desalojase el local, como no lo hicieran, fuerzas de la Guardia Civil y del Ejército entraron en el edificio del Congreso disparando tiros al aire por los pasillos (al estilo Tejero), y los diputados lo abandonaron rápidamente. Pavía justificó el golpe afirmando, como el golpista de turno, que lo había dado por «la salvación del Ejército, de la libertad y de la patria». Tras el golpe de Estado, Pavía convocó a todos los partidos políticos —excepto cantonalistas y carlistas— para formar un gobierno de concentración nacional, que daría el poder al general Serrano, comenzando así una dictadura republicana que culminaría con la restauración de la monarquía en la persona de Alfonso XII a partir del 29 de diciembre de 1874, durante este periodo con la ayuda de prácticas electorales fraudulentas, dos grandes partidos dinásticos de notables, el Partido Liberal-Conservador (o Partido Conservador) y el Partido Liberal-Fusionista (o Partido Liberal), se turnarían durante casi medio siglo en el Gobierno, hasta el golpe de Estado del general Miguel Primo de Rivera y Orbaneja (13 de septiembre de 1923), con el que se iniciaría la primera (y mucho menos funesta) de las dos dictaduras que conocería la España del siglo XX.

Discurso de Investidura del marqués de Malpica como grande de España. La Época. 21/3/1875, n.º 8.186, página 1.

La Época. 21/3/1875, n.º 8.186, página 1. Discurso de Investidura del marqués de Malpica como grande de España

Se trata de D. Fernando Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias Bohorques. Marqués de Malpica (XI), duque de Arión (VII).( Madrid, 2.I.1845 – 30.XII.1891). Abogado, propietario, diputado y senador. Con la Restauración fue nombrado por el Ministerio de la Regencia concejal teniente alcalde de Madrid y, aunque residente siempre en esta ciudad, fue elegido por primera vez diputado conservador en las primeras Cortes de la Restauración por el distrito de Talavera en 1876. El 26 de enero de este 1875 solicitó en el Senado su ingreso por derecho propio como Grande de España (según quedaba comprendido en el párrafo 2.º del artículo 21 de la Constitución); fue admitido y juró el cargo el 12 de noviembre.

Año 1876

Inundaciones en Malpica y Cebolla. El Siglo futuro, 14-12- 1876.

Inundaciones en Malpica y Cebolla

Hasta los años cincuenta del pasado siglo, el Tajo era un río muy bravo que registraba fuertes crecidas en épocas de lluvias, y más aún cuando un temporal de lluvia seguía a una temporada de nieves. La construcción de los pantanos de Entrepeñas, que almacena aguas de la cabecera del Tajo, y de Buendía, que retiene las aguas del Guadiela, principal afluente de su curso alto, ha sido el motivo por el que posteriormente y en la actualidad no haya crecidas fuertes y destructivas exceptuando puntuales temporales de fuertes lluvias. Durante la segunda mitad del siglo XIX destacan las inundaciones del 8 de enero de 1856, 6 de diciembre de 1876 (la que se publicita en este artículo que fue la de mayor magnitud de tiempos modernos) y 8 de diciembre de 1899. Ya en el pasado siglo XX se registraron bastantes avenidas pero tal vez la más importante fuese la del 7 marzo de 1947 que inundó el Sotillo y llegó a rodear la fuente por encima, otra del 24 de febrero de 1955 en que se ahogaron, al volcar la lancha neumática desde la que cazaban patos, el hijo primogénito, del conde de Mayalde (Director general de Seguridad en el 39 y alcalde de Madrid del 52 al 65), el marqués de Corvera y su primo, el marqués de Astrillas, y la crecida del 29 febrero de 1964 que al final resultó ser una falsa alarma (se avisó de que abandonáramos el pueblo y subiésemos a los Cerrillos, pero al final no fue muy caudalosa la inundación). En este artículo complemento la información sobre las crecidas del río Tajo a su paso por nuestro pueblo y añado algunas fotografías.

Año 1878

Mejora de la carretera Santa Olalla a San Martin de Pusa. La Iberia 24_2_1878, página 2.

La Iberia 24_2_1878, página 2, mejora de la carretera Santa Olalla a San Martin de Pusa

En este artículo sobre el puente de Malpica se describe y documenta también la carretera cuya reforma se aprueba en este Real decreto y que no se terminaría hasta el 29/04/1895.

Año 1879

Noticia que narra alguna práctica similar a un incipiente Caciquismo. La Iberia 5/4/1879, página 1.

La Iberia 5/4/1879, página 1. Caciquismo en acción

Aunque el auge del caciquismo ocurrió algo más tarde las prácticas eran ancestrales.

Las primeras elecciones de la Restauración tuvieron lugar el 20 de enero de 1876, obteniendo la mayoría los liberal conservadores de Cánovas, con 333 escaños. Se celebraron todavía bajo el sistema establecido en la Constitución de 1869. El ascenso al poder del general Martínez Campos condujo a una convocatoria de elecciones, a las que concurre el marqués de Malpica D. Fernando Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias Bohorques, para el 20 de abril de 1879 que otorgó a los liberal-conservadores 293 escaños.

Denuncia de prácticas electorales poco éticas. La Iberia 6/4/1879, página 1.

La Iberia 6/4/1879, página 1, denuncia de prácticas electorales poco éticas.

Continúan las denuncias públicas de prácticas previas a las eleciones a Cortes de 1879, poco éticas.

Elegido diputado por Talavera de la Reina el marqués de Malpica. La Unión 25_4_1879, página 3.

La Unión 25_4_1879, página 3, elegido diputado por Talavera de la Reina el marqués de Malpica.

Elegido diputado por Talavera de la Reina el marqués de Malpica D. Fernando Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias Bohorques en las elecciones de 1879.

Año 1880

Explicaciones de Zorrilla para excusarse de no haber escrito un artículo para este periódico. El Imparcial 8/3/1880, página 3. El Imparcial 8/3/1880, página 3.

El Imparcial 8/3/1880, página 3. Explicaciones de Zorrilla para excusarse de no haber escrito un artículo para este periódico

Artículo que el genial Zorrilla escribe para explicar las razones de no haber escrito un artículo. Entre otras Zorrilla aduce el haber asistido, el viernes noche, a una de las reuniones que organizaba la marquesa de Malpica, que había de ser en aquella época, Dña. Blanca de Osma y Zabala, esposa del XI marqués de Malpica D. Fernando Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques, en donde conoció a un par de morenas, un par de rubias y otro par de pelo castaño que le mantuvieron obnubilado hasta las 4 de la mañana y el resto del sábado.

Persiguiendo bandoleros en Pusa y alrededores. La Correspondencia de España 11/3/1880, n.º 8.023, página 2.

La Correspondencia de España 11/3/1880, n.º 8.023, página 2. Persiguiendo bandoleros en Pusa

La guardia civil persigue una partida de bandoleros que por estos lares merodeaban, noticia de que se hacen eco varios periódicos.

Año 1885

Inundaciones en Talavera y carretera a Toledo. La discusión, 17/2/1885.

Inundaciones en Talavera y carretera a Toledo

Sobre el puente viejo de Talavera existen varias y excelentes publicaciones pero su estudio sistemático comenzó en 1990 año en que se produjo un gran descenso de las aguas del Tajo motivadas por las obras que se estaban ejecutando en el azud de los Molinos de Abajo, que unido a la sequía estival hizo que afloraran estructuras que fueron estudiadas por Moraleda y Pacheco, quienes llegaron a la conclusión de que se trataban de los pilares originales del puente romano, los cuales son reutilizados como cimentación en su primer tramo. Reformas o intentos de reforma han acaecido bastantes hasta que se decidió hacer puente de hierro (cuya obra fue comenzada en 1904 y finalizó cuatro años después, en 1908 por problemas técnicos de los materiales), aquí se publicita la propuesta del marqués de Malpica, aprovechando la avenida de este año, como diputado en Cortes por Talavera para la construcción de un puente colgante.

Comitiva fúnebre de Alfonso XII. La Semana 29-11-1885, página 3.

La Semana 29_11_1885, página 3. Comitiva fúnebre de Alfonso XII

El XI marqués de Malpica D. Fernando Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques al ser diputado y senador aparece en numerosas noticias relacionadas con las cortes, que no reproduzco por ser puramente procedimentales, y como grande de España acompañó al rey en sus viajes y recepciones oficiales y en postrero servicio participó en los funerales del rey Alfonso XII.

Año 1886

Bautizo de Alfonso XIII. La Época 22_5_1886, n.º 12.153, página 2.

La Época 22_5_1886, n.º 12.153, página 2. Bautizo de Alfonso XIII

El XI marqués de Malpica D. Fernando Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques, como grande de España, asistió a la ceremonia del bautizo del rey Alfonso XIII el 22 de mayo, cinco días después de su nacimiento, en la capilla del mismo palacio, por el capellán mayor y arzobispo de Compostela, el cardenal Payá.

La inesperada muerte del rey Alfonso XII el 25 de noviembre de 1885, a sus 27 años, provocó una crisis que llevó al Gobierno presidido por Práxedes Mateo Sagasta a paralizar el proceso de sucesión a la Corona a la espera de que la viuda del rey, María Cristina de Habsburgo diese a luz, pues estaba embarazada en aquel momento. Cuando el 17 de mayo de 1886 la reina regente dio a luz a un varón, Alfonso XIII, este fue reconocido de inmediato como rey, siendo un caso único en la Historia. Su madre María Cristina de Habsburgo-Lorena, ejerció como regente hasta 1902.

Año 1888

La calle Malpica en Madrid se integra en la prolongación de la calle Mayor. La República 4/1/1888, página 3.

La República 4/1/1888, página 3, la calle Malpica en Madrid se integra en la prolongación de la calle Mayor

En esta página traté el tema del nombre de la calle Malpica como prolongación de la calle Mayor de Madrid.

Año 1889

Asesinato de un guarda en Valdepusa. El Correo militar 28/5/1889, página 3.

El Correo militar 28/5/1889, página 3, muerte de un guarda en Valdepusa

En el quinto El Castillo fue asesinado el guarda Balbino Sánchez. De la noticia se hace eco casi toda la prensa de la época, reproduzco lo publicado por algunos medios. Puede consultarse un artículo sobre los guardas de Valdepusa en el blog de Arsenio Talavera Almendro.

Año 1890

Comisión del Senado para felicitar el cumpleaños al rey. La Época 16-5-1890, página 2.

La Época 16-5-1890, página 2. Comisión del Senado para felicitar el cumpleaños al rey

Cumplía el rey Alfonso XIII 4 años.

Año 1891

Muerte del IX marqués de Malpica. La Época 30/12/1891, n.º 14.126, página 3.

La Época 30/12/1891, n.º 14.126, página 3. Muerte del IX marqués de Malpica

Fallecimiento de D. Fernando Fernández de Córdoba Álvarez de las Asturias, Bohorques Zúñiga Pimentel, Barroso de Ribera, VII duque de Arión, grande de España de primera clase, y XI marqués de Malpica. Fue teniente alcalde de Madrid dos veces, diputado a Cortes por el distrito de Talavera (Toledo), senador del Reino por derecho propio, gentilhombre de Cámara con ejercicio y servidumbre de S. M. el Rey D. Alfonso XII, y estaba condecorado con la gran cruz de Carlos III.

Año 1892

Entierro del IX marqués de Malpica. El Día 1_1_1892, página 4.

El Día 1_1_1892, página 4. Entierro del IX marqués de Malpica

Entierro de D. Fernando Fernández de Córdoba Álvarez de las Asturias, Bohorques Zúñiga Pimentel, Barroso de Ribera, VII duque de Arión, grande de España de primera clase, y XI marqués de Malpica. Fue teniente alcalde de Madrid dos veces, diputado á Cortes por el distrito de Talavera (Toledo), senador del Reino por derecho propio, gentilhombre de Cámara con ejercicio y servidumbre de S. M. el Rey D. Alfonso XII, y estaba condecorado con la gran cruz de Carlos III.

Nombrado sucesor del Marqués de Malpica. El Imparcial 13-4-1892, página 1.

El Imparcial 13-4-1892, página 1. Nombrado sucesor del Marqués de Malpica

Noticia que se hace eco de la publicación en la Gaceta de Madrid la real carta de sucesión a favor de D. Joaquín Fernando Fernández de Córdoba y Osma, VIII Duque de Arión y XII marqués de Malpica. Biarritz (Francia), 21.IX.1870 – Madrid, 19.XI.1957. Diputado y senador.

Año 1894

Intento de suicidio del médico local. La Época 6-12-1894, n.º 16.002, página 3.

La Época 6-12-1894, n.º 16.002, página 3. Intento de suicidio del médico local

No sé qué tipo de problemas le abocaron a tal decisión, pero está claro que sus conocimientos médicos no le sirvieron de mucho para llevarla a cabo.

Año 1896

Lucha sangrienta en la taberna de Malpica. El Liberal 11-3-1896, página 2.

El Liberal 11-3-1896, página 2, lucha sangrienta en la taberna de Malpica

Hubo de ser una buena zapatiesta para que varios medios de difusión nacional se hiciesen eco de la noticia, de la cual nada más sé.

Año 1897

Muerte de un guarda en El Vaqueril. El Día de Toledo: Año IV Número 271.

Muerte de un guarda en El Vaqueril.

Un guarda mata a otro al considerar que era un furtivo.

Año 1897

Muerte de un adulto por los juegos de un niño con arma. El Día de Toledo: Año IV Número 280 - 1897 mayo 22.

Muerte de un adulto por los juegos de un niño con arma.

Un niño jugando con un arma, mata a un adulto.

Año 1898

Otro asesinato con navaja en 1898. La Campana Gorda: Año VIII Número 313 - 1899 abril 29

Otro asesinato con navaja en 1898

Otro asesinato con navaja en 1898.

Año 1899

Recuerdos de Toledo. El Álbum ibero americano. 30-1-1899, n.º 4, página 5.

El Álbum ibero americano. 30-1-1899, n.º 4, página 5, Recuerdos de Toledo

No muestro la poesía de Ventura de la Vega pues ya la habrás leído más arriba. El marquesado de Montalbo es un título de nobleza que fue creado por el rey Felipe IV de España, a favor de Francisca de Toledo y Osorio, el 23 de marzo de 1630.

Incendio en el cuartel de Malpica de Tajo. La Campana Gorda: Año VIII Número 332 - 1899 mayo 23.

Incendio en el cuartel de Malpica de Tajo. La Campana Gorda: Año VIII Número 332 - 1899 mayo 23

Incendio en el cuartel de Malpica de Tajo.

Discurso del duque de Arión ante la regente María Cristina de Habsburgo y su hijo Alfonso XII. La Época 12-4-1899, n.º 17.545, página 1

La Época 12-4-1899, n.º 17.545, página 1. Discurso del duque de Arión ante Alfonso XII

El discurso fue emitido por D. Joaquín Fernando Fernández de Córdoba y Osma, VIII Duque de Arión y XII marqués de Malpica ante la reina regente María Cristina de Habsburgo en la ceremonia de "Cobertura de Grandes de España". Los Grandes de España (quienes los han contado dicen que son 417 en la actualidad) pueden «cubrirse» ante el rey, haciéndolo por primera vez en el acto denominado cobertura de grandes,​ por el que se convertían en grandes efectivos y las mujeres grandes de España por derecho propio, las esposas de los grandes de España se convertían en efectivas en el acto denominado la "toma de almohada" para poder sentarse en palacio en las audiencias reales, no sé si los esposos de las mujeres grandes de España realizaban una ceremonia similar. Creo que la ceremonia desapareció con el rey Alfonso XIII.

Un vecino de Malpica hiere a otro vecino de Los Cerralbos. La Campana Gorda: Año VIII Número 364 - 1899 julio 1.

Un vecino de Malpica hiere a otro vecino de Los Cerralbos. La Campana Gorda: Año VIII Número 364 - 1899 julio 1.

Seguimos con otra crónica de sucesos de este año 1899 en Malpica de Tajo.

Saca de conejos en Valdepusa. El Heraldo de Madrid, 15-9-1899, página 4.

El Heraldo de Madrid, 15-9-1899, página 4. Saca de conejos  en Valdepusa

Diez mil pares de conejos son ¡veinte mil conejos!. En un anuncio posterior, de 1903, los conejos se cambian por perdices.

Carboneo en Valdepusa. El Liberal 29-9-1899, página 4.

El Liberal 29-9-1899, página 4. Carboneo en Valdepusa

Veinte mil arrobas a 11,5 kg la arroba hacen 230 000 kg de picón, 230 toneladas de carbón vegetal.

Reyerta por el robo de bellota en Corralchico. La Campana Gorda: Año VIII Número 459 - 1899 octubre 24.

Reyerta por el robo de bellota en Corralchico. La Campana Gorda: Año VIII Número 459 - 1899 octubre 24

Reyerta por el robo de bellota en Corralchico que termina con la muerte, por disparo de revolver, de un vecino de Carpio de Tajo.


Transcurrido el año 1900 sin nada apreciable que reseñar entramos con el 1901 en siglo XX que por aligerar la facilidad y rapidez de carga mostramos en esta otra página.

0) Como en muchos campos de la física (campos centrales, como el gravitatorio y electrostático, mecáníca ondulatoria, ...) la ley que rige la relación entre felicidad y educación (x) y amoralidad y sinvergonzonería (y =f(x)) es la de la inversa de los cuadrados y = K/x2, es decir la inmoralidad es inversamente proporcional al cuadrado del grado de educación o felicidad, una persona educada y feliz no suele inmiscuirse en la vida de los demás y mucho menos verter críticas descalificadoras o no constructivas (para proponer mejoras y no para difamar). Por contra y, como es lógico, la credulidad (y la credibilidad en ocasiones) crece exponencialmente con la ignorancia, Credulidad=kIgnorancia, (k >1, que a su vez depende del grado de educación o formación). >>

1) Se suele considerar el inicio de la prensa en España con la publicación en 1661 de "La Gaceta de Madrid" (el BOE, de aquella época) pero era un medio oficial muy minoritario, así continua durante el siglo XVII en que solo usan y consultan la prensa una minoría "ilustrada" (fundamentalmente porque eran caros y una inmensa mayoría del pueblo llano no sabía leer) y es a partir de finales del siglo XIX cuando su difusión y uso confieren a la prensa su fundamental papel social, no solo didáctico o costumbrista y utilitarista, sino informativo y de intención social y política. La libertad de prensa se instaura en España por la disposición sobre libertad de imprenta promulgada por las Cortes de Cádiz el 10 de noviembre de 1810 pero el regreso a España del "rey Felón" y la publicación del Manifiesto de los Persas se volvió a interrumpir toda la actividad periodística: El 25 de abril de 1815 se prohibió cualquier publicación no oficial. A partir de entonces se suceden alternativamente las etapas de represión y libertad de imprenta coincidiendo con los periodos absolutistas y liberales respectivamente en las cuales los gobiernos intentarían controlar la prensa. Se suele afirmar que fue durante la regencia de Espartero y el reinado de Isabel II cuando nació el periodismo moderno informativo y se consolido el acceso de la clase obrera a la prensa de manera que desde 1868 y 1875 (reinado de Amadeo de Saboya y la Primera República) aparecen en España cerca de seiscientos periódicos que son fundamento del proceso revolucionario de la libertad de imprenta, que se recogerá en la Constitución de 1869. >>

2) Este matrimonio fue testigo y protagonista de una época convulsa, cuyos cambios sociales, políticos y culturales se consideran claves en la historia pues, venidos al mundo en la sociedad estamental, feudal (en sus formas, instituciones y privilegios) e inmutable del Antiguo Régimen, vivieron grandes y fundamentales acontecimientos: la invasión francesa de Napoleón, la entronización de José I, Pepe Botella, y la guerra de Independencia subsiguiente, el surgimiento y afianzamiento legal, en Cádiz, de los partidarios del liberalismo, mientras el pueblo español asumía el protagonismo y se sumergía, durante seis años, en una guerra total con múltiples episodios de crueldad, pillaje y saqueamiento, destrucción y muerte pero no ausente de heroísmo, dando incluso la vida en defensa de la patria y el rey hasta conseguir la victoria final y el regreso del rey Felón; la división ideológica en dos Españas (liberales y moderados o conservadores) que se enfrentarán en lucha suicida durante todo el siglo; la pérdida de las posesiones en América; el conflictivo y agitado reinado de Isabel II de España, "la de los Tristes Destinos" quien llegada al Trono sin haber cumplido aún los trece años de edad, que fue mangoneada, desde un comienzo, por su madre y sus propios políticos, y cuya agitada vida privada (engendró doce hijos sin haber consumado su matrimonio, de los cuales siete fallecieron al nacer o prematuramente) tuvo, a consecuencia de sus veleidades (o usándolas como pretexto o justificación), una sucesión de "pronunciamientos", crisis gubernamentales y guerras coloniales, que desembocaron finalmente en su exilio. A pesar de esta polémica institución monárquica, estos dos personajes se mantuvieron fieles (salvo tal vez en una ocasión que en su momento comentaré) a la corona, a la dinastía legítima por "derecho divino", prestando servicio y consagrando sus vidas a la institución monárquica y a sus representantes (como lo habían hecho sus antepasados) obviando los errores que, como seres humanos, pudieran cometer. Sus vidas transcurrieron, pues, a la sombra y bajo la protección, de una Monarquía en circunstancias difíciles e incluso peligrosas, consiguiendo, a cambio, algunos reconocimientos, la Grandeza de España de 1ª Clase, prócer del reino, caballerizo mayor, sumiller de corps, montero y ballestero mayor de la Reina para terminar ocupando el cargo de Jefe Superior de Palacio, mariscal de campo, senador vitalicio, primer comandante general del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos, caballero de la Gran Cruz de la Real y distinguida Orden de Carlos III y de la Militar de San Hermenegildo, así como de la de San Genaro de Nápoles y de la Rosa del Brasil y obtuvo la máxima distinción al ser elegido caballero de la Insigne Orden del Toisón de Oro; con respecto a su esposa María de la Encarnación fue aya de varios de los infantes (Alfonso XII entre ellos) reales. Los honores y distinciones recibidos de la Corona también alcanzaron a su descendencia: en 1861 dos hijas de los Duques reciben sendas mercedes nobiliarias; Blanca, el marquesado de Cubas, Cristina el de Griñón y Luisa el de Zugasti, anteriormente, en 1859, había sido una nieta de estos señores, doña Joaquina de Silva y Fernández de Córdoba, la concesionaria del marquesado de Isasi. >>

3) Fermín Caballero, "DESCRIPCIÓN histórica, cronológica, estadística y topográfica del Marquesado de Malpica" pág 94. >>

4) “[…] ya había dado comienzo la Guerra de la Independencia y, desde el primer momento, el 2 de mayo de 1808, el duque de Arión luchó en el puente de Toledo de la capital, a la cabeza de un grupo de paisanos y soldados, contra la invasión francesa. Pasó después al Ejército de Extremadura y fue ascendido a brigadier por méritos en la batalla de Medellín y a coronel tras el sitio de Gelves. Participó a continuación en las campañas de Talavera, Puente del Arzobispo y Ocaña, entre otras —lo que le valió la Cruz de distinción de Talavera de la Reina y otras por méritos de guerra—. Se incorporó más tarde al Ejército de Andalucía, destacando en los sitios de Málaga y del Campo de Gibraltar. Fue nombrado en 1811 ayudante de campo del general Castaños, puesto en el que concluyó la campaña” (Real academia de la Historia). Su madre y familiares se refugian en el castillo de Malpica y luego en la casa-palacio de San Martín de Pusa hasta el final de la contienda después de la cual "se encontró la Marquesa tan falta de medios y dinero, que tuvo que hacer el viaje de Malpica a Madrid, cuando su liberación, en burro, por no tener coche, ni caballos, ni mulas, según narra el Padre Coloma”. >>

5) Reyes españoles que hayan realizado alguna felonía ha habido, por desgracia, unos cuantos (alguno en época no muy lejana) pero, en mi opinión y a mi entender y según la mayoría de los historiadores, casi ninguno es más merecedor de este calificativo y apodo que Fernando VII, quien, al decir de Salvador de Madariaga fue el Rey más despreciable que ha tenido España. Hipócrita, cobarde (su propia madre llegó a llamarlo "marrajo cobarde"), "mezquino, desconfiado, vil, falto de escrúpulos, rencoroso, miserable, taimado, abyecto, felón, cínico, engreído, terco, arrogante, ingrato, desleal, vengativo y hasta rastrero son algunos de los calificativos que se emplean para referirse a él". "Aunque recientemente algunos han tratado de ofrecer una imagen benevolente de este monarca, las más de las veces sin un sólido fundamento documental, sigue predominando una consideración negativa tanto de su persona, como de su reinado. Aparte de los fracasos cosechados (represión política, decadencia económica, científica y cultural, torpeza en el trato con los movimientos independentistas americanos…) no debe pasarse por alto la personalidad del rey. Debido, quizá, a la educación clerical y al ambiente oscuro y represivo en que transcurrió su infancia y juventud, se desarrolló en él una acusada desconfianza hacia los demás y una tendencia patente al disimulo y al engaño; como escribió lord Holland, perspicaz observador de la España de la época, Fernando VII fue un hombre falso. Los escritores del siglo XIX resaltaron su insensibilidad ante el sufrimiento de los demás y su inclinación a la crueldad con sus enemigos, que eran para él todos los que no acataran sin reparos su autoridad. Su educación y su base ideológica absolutista le hicieron muy consciente de su elevada condición, pero fue un hombre débil de carácter, que se dejó llevar por los acontecimientos y por el círculo de íntimos del que siempre se rodeó, constituido al principio de su reinado por personas relevantes social y políticamente situadas en la órbita del absolutismo y, tras 1814, por oscuros personajes movidos por el oportunismo y el ansia de riquezas, quienes formaron la llamada «camarilla», cuya composición varió con el tiempo, pues Fernando VII nunca mantuvo fidelidad hacia sus próximos" . Justo después de que Fernando VII se hiciera con el trono comenzó la Guerra de Independencia y el monarca pasó seis años en Bayona, prácticamente como prisionero de lujo de Napoleón. Cuando el francés se lo pidió, Fernando no dudó en ofrecer en bandeja al pueblo que unos meses antes le había ayudado a hacerse con la corona en el Motín de Aranjuez. Lo hizo a cambio de recibir de Napoleón una generosa pensión y llevar en Francia un estilo de vida colmado de lujos. "Napoleón le exigió el trono de España y Fernando se lo dio sin rechistar", Durante los seis años que España estuvo dominada por los franceses bajo el mando de José I Bonaparte (hermano de Napoleón), Fernando vivió a todo tren en el país vecino. Tan cómodo se sentía al lado de Napoleón y tan olvidados tenía a los españoles que dieron su vida por él que llegó a suplicar convertirse en "hijo adoptivo" de Napoleón Bonaparte. "Lo pidió a través de una carta dirigida el 4 de abril de 1810 a Berthèmy, gobernador de Valençay y, por tanto, el carcelero de Fernando. La carta decía lo siguiente: "Mi mayor deseo es ser hijo adoptivo de S. M. el emperador, nuestro soberano. Yo me creo merecedor de esta adopción, que verdaderamente haría la felicidad de mi vida, tanto por mi amor y afecto a la sagrada persona de S. M. como por mi sumisión y entera obediencia a sus intenciones y deseos”. De vuelta a España "Gobernaba como un déspota, escuchando los consejos que en cada ocasión le convenían. Fernando VII representaba los más retrógrados valores del absolutismo en todos los sentidos. Acabó con cualquier atisbo de progreso político y social en un país que había experimentado un considerable desarrollo durante el siglo precedente y al que, con la llegada de las ideas de la Revolución tras la invasión napoleónica, también se asomaban las ideas del cambio político" Para más abundar puede consultarse en la red una abundante documentación, esta biografía de Emilio La Parra, titulado "Fernando VII. Un rey deseado y detestado", que dice de él "Debido a su carácter, fue una persona despreciable. Era cruel, pues no duda en decretar la muerte de sus oponentes políticos; hipócrita, este rasgo de su personalidad enervó a su madre, la reina María Luisa, y también a Napoleón; desconfiado de todos y ante todo; cobarde, pues no supo reaccionar en los años de la Guerra de la Independencia; autoritario hasta el extremo y sumamente pagado de su alta condición; obsesionado por el dinero, siempre consideró que el territorio de la monarquía española era patrimonio suyo; y hedonista" y/o consultar también esta página web de El Cierre Digital >>

6) María Josefa Amalia de Sajonia tenía tres años cuando falleció su padre Maximiliano de Sajonia y fue ingresada en un convento que no abandonó hasta que vino a España a casarse con Fernando VII (su tío segundo) en 1819 con 16 años de edad. Para llevar a cabo las negociaciones de casamiento, Fernando VII envió a Fernando de Aguilera Ruiz de Contreras, marqués de Cerralbo (quien el 26 de diciembre de 1807 había contraído matrimonio con María de las Angustias Fernández de Córdova Pacheco, hija de Manuel Antonio Fernández de Córdova y Pimentel, VII marqués de Malpica y de María del Carmen Pacheco Téllez-Girón, que, en 1775, se había convertido en V duquesa de Arión) que también acompañó a la futura reina en su viaje hasta España. La noche de bodas fue la crónica de un fracaso anunciado. Cuando María Josefa vio aparecer al rey -grueso, enorme, feroz, feo, desnudo, afectado de macrogenitosomía (desarrollo excesivo de los genitales) y excitado-, comenzó a gritar y a correr como alma que lleva el diablo. Así lo narró en una carta el escritor Prospero Merimée: "La reina fue puesta en el lecho sin ninguna preparación. Entra Su Majestad. Figúrese a un hombre gordo con aspecto de sátiro, morenísimo, con el labio inferior colgándole. Según la dama por quien sé la historia, su miembro viril es fino como una barra de lacre en la base, y tan gordo como el puño en su extremidad; además, tan largo como un taco de billar. (...) Ante esta horrible vista, la reina creyó desvanecerse, y fue mucho peor cuando Su Majestad Católica comenzó a toquetearla sin miramientos, y es que la reina no hablaba más que el alemán, del que S. M. no sabía ni una palabra, así que la reina se escapa de la cama y corre por la habitación dando grandes gritos". Cabe decir que, por si fuera poco, ni siquiera se entendían: ella no sabía español ni él alemán. El monarca fue a buscar a su cuñada y a la sirvienta mayor para que instruyesen a la novia y le explicasen lo que iba a suceder. Las señoras hablaron con la joven, y pronto él volvió a intentarlo, sin encontrar resistencia. Pero María Josefa no pudo soportar el pánico y acabó por irse de vientre: orinó y defecó durante el acto, manchando a su pareja. El rey, muy experimentado en esas lides por sus continuadas "juegas nocturnas" huyó muy enfadado de la alcoba. Ante aquella primera experiencia, la reina se cerró en banda y se negó a volver a acostarse con su marido creyendo profundamente que lo que intentaba hacer con ella era absolutamente pecaminoso. La situación empezaba a tornarse grotesca, con la reina invitando constantemente a su marido a rezar el rosario y otras largas letanías, para evitar caer en la tentación carnal. Así que el asunto fue expuesto en Roma, ante el mismísimo papa León XII quien tuvo que dirigir una misiva a María Josefa asegurándole que lo que debía hacer con su marido estaba “bendecido por la Santa Madre Iglesia”. >>

7) Ya se encontraba en Malpica, escondiéndose de la represión, el liberal Fermín Caballero y Morgáez, que como hemos citado escribió el manuscrito "DESCRIPCIÓN histórica, cronológica, estadística y topográfica del Marquesado de Malpica" que tanta y tan valiosa información nos ha proporcionado sobre Valdepusa. >>

8) La batalla de Guadalete es el nombre con el que se conoce la que tuvo lugar en la península ibérica entre el 19 y el 26 de julio de 711 (aunque algunas fuentes señalan 712​) cerca del río Guadalete (Bética) y cuyas consecuencias fueron decisivas para el futuro de la península. En ella el rey godo Rodrigo fue derrotado y probablemente perdió la vida a manos de las fuerzas del Califato Omeya comandadas por Táriq ibn Ziyad. La derrota fue tan completa que supuso el final del Estado visigodo en la península ibérica y el comienzo de alrededor de 700 años de dominación musulmana. >>

9) El cruce del río Berézina fue la catástrofe final de la campaña francesa de Rusia, diezmó al ejército de Napoleón y marcó un punto de inflexión en el devenir de las guerras napoleónicas. En las semanas siguientes, la Grande Armée continuó su penosa retirada, y el 14 de diciembre de 1812 salió del territorio ruso. >>

10) Pina: Cada uno de los trozos curvos de madera que forman en círculo la rueda del carro, donde encajan por la parte interior los radios y por la exterior se asientan las llantas de hierro. >>

11) Rayo: Cada una de las piezas que a modo de radios del círculo unen el cubo a las pinas de una rueda. >>

12) Antonio de Orleans, duque de Montpensier, sin menospreciar sus actividades artísticas y cortesanas y mecenazgos, que también realizó, se comportó como un intrigante nato para conseguir acceder al trono de España. En 1846 se casó en Madrid con María Luisa Fernanda de Borbón, hermana de Isabel II, conocedor del malintencionado rumor de que la reina Isabel II tenía una enfermedad mortal y no tardaría mucho en morir, y su hermana, la infanta Luisa Fernanda, se convertiría en soberana en pocos años, se apresuró a casar con la infanta. Montpensier se sintió engañado, y comenzó a intrigar contra ella en las revueltas aguas de la política decimonónica española, hasta tal punto que su presencia en Madrid se volvió incómoda. Como sus propiedades francesas habían sido confiscadas por los revolucionarios al llegar los recien casados a Madrid, solicitaron el pago de lo que restaba de la herencia de Fernando VII, que eran cerca de 57 millones de reales,​ y también pidieron el pago de los tres millones de reales anuales que el Estado había fijado para la infanta. Estas demandas en un mal momento para la hacienda pública provocaron el disgusto del Gobierno. Ramón María Narváez, presidente del gobierno decidió alejarlo de la corte. Los Montpensier fijaron su residencia en Aranjuez, pero el Real Sitio seguía estando muy cerca, por lo que se les invitó a instalarse en un lugar más alejado y se les compró el palacio de San Telmo en Sevilla que se convirtió en una corte paralela, que acogía a los descontentos con la política isabelina. Desde Sevilla seguía muy atentamente todo lo que pasaba en Madrid. Varias personas de toda su confianza le informaban de lo que se cocía en el Palacio Real y de los rumores sobre los posibles padres de los hijos que iba teniendo la soberana. Antonio de Orléans tomaba buena nota de todos los escándalos y continuamente intentaba provocar conspiraciones. De hecho, estaba maquinando un gran complot para destronar a su cuñada y poner en su lugar a su esposa cuando asistió en Madrid a la boda de una de las hijas de Isabel II, la infanta Isabel (la famosa «Chata») con el conde de Girgenti. Los detalles de la conspiración se descubrieron a tiempo y los Montpensier fueron expulsados de España. Se fueron a toda prisa a Lisboa. A Montpensier le esperaba un largo exilio, pero ni aún desde el extranjero dejó de conspirar para subir al trono y e incluso se rumoreó que estaba detrás de intentos de asesinatos del general Prim a quien había ayudado económica en su revolución pero que le dio la espalda al elegir para el trono de España a Amadeo I de Saboya). El fiscal del caso del asesinato de Prim, Joaquín Vallando, 9 de septiembre de 1871 indicó «que aparecía en primer término la responsabilidad del Excmo. duque de Montpensier, contra quien debe dirigirse el procedimiento como principal autor del complot que tuvo por objeto el asesinato del Excmo. Sr. D. Juan Prim». El juez se limitó a solicitar una declaración de Antonio de Orleans, que testificó ante un juez delegado en Riom. Tras la salida de España de Amadeo I de Saboya, se restauró la monarquía borbónica con Alfonso XII, que se enamoró de María de las Mercedes de Orleans, una de las hijas del duque, con la que contrajo matrimonio en 1878. Como suegro del rey, trató de influir en las altas esferas de la política española, como revela la correspondencia con su hija. El rechazo de Antonio Cánovas del Castillo, presidente del gobierno, y del propio Alfonso XII cercenó sus pretensiones, que recibieron el golpe definitivo ante la inesperada muerte de María de las Mercedes pocos meses después de la boda. El duque intentó un nuevo enlace de Alfonso con una de sus hijas, Cristina, sin embargo, esta falleció de tisis en el Palacio de San Telmo el 28 de abril de 1879 y no fue posible. Sí lo fue, en cambio, la boda entre otro de sus hijos, Antonio de Orleans, y la infanta Eulalia, hija menor de Isabel II, que se casaron en 1886 sin que a la novia le entusiasmara la idea que terminó con la primera separación matrimonial de un miembro de la familia real española. El 17 de mayo de 1886 nació un hijo póstumo de Alfonso XII, el futuro Alfonso XIII, lo que frustró que el duque de Montpensier volviese a intentar influir en la elección del futuro rey >>

13) Si su marido Fernando VII, el rey Felón, fue uno de los reyes más nefastos y catastróficos para España, esta cuarta y última consorte, María Cristina de Borbón, no le iba a la zaga. Era muy ambiciosa, deshonesta hasta la inmoralidad y corrupta, era la reina del "trinque" y el "pelotazo". Como su felón marido despreciaba la cultura, la educación y las buenas formas y su afán por "afanar" era desmedido e insaciable; exigía subvenciones y comisiones de cualquier actividad económica rentable, de las concesiones del ferrocarril de las navieras y del servicio de correos, de la canalización del Ebro, de las obras del puerto de Valencia, del estanco de la sal, del comercio negrero de esclavos; perdió tanto el pudor a la hora de enriquecerse a costa del estado y se sentía tan impune, por su condición de reina cuya corte se conocía popularmente como "la Corte de los Milagros" pues todos los que se arrimaban a ella se hacían ricos y enriquecían a la reina y regente, que fue amablemente invitada a que abandonase el país en dos ocasiones llevándose consigo cuanto pudo arramplar, 37 millones de reales en efectivo e incuantificables bienes muebles y joyas, en 1840, y el equivalente a unos cincuenta millones de pesetas en 1854. Cuando estalló la revolución de 1854, fue asaltado su palacio de la calle de Las Rejas (hecho que Pérez Galdós denominó «la justicia misma en todo su esplendor») y, amenazados de muerte, tuvieron que huir hacia Francia, a través de Portugal, a finales de agosto. Sus bienes fueron confiscados y, meses después, se constituía en las Cortes una Comisión parlamentaria que debía investigar qué había ocurrido con las joyas de la Corona y la forma de gestionar determinados bienes públicos por parte de la reina madre. El debate parlamentario traspasó las fronteras. La habilidad del matrimonio Muñoz y Borbón y el cambio de la coyuntura política, a partir de 1856, atemperaron la situación y no se llegó mucho más lejos. Pero la pérdida de credibilidad de la madre de Isabel II había llegado a un punto de no retorno. >>

14) En este mes de diciembre la reina regente María Cristina de Borbón conoce, durante un paseo por La Granja, al capitán de la guardia de Corps Agustín Fernando Muñoz y Sánchez (hijo del estanquero de Tarancón, Cuenca) con quien contrae, en secreto, matrimonio morganático en el palacio real de Madrid el 28 de diciembre de 1833, este matrimonio, que impedía a María Cristina ocupar legítimamente la Regencia y que no tenía validez ni desde el punto de vista canónico ni desde el civil, dadas las condiciones en que se hizo, restó mucha popularidad a la Reina Regente, todo el mundo estaba enterado, pero, la situación era tan increíble, que nadie sabía que decir así que mientras de cara a la galería la regente del reino mantenía la farsa de viuda doliente lloriqueando por Fernando VII, se presentaba en las Cortes luciendo un embarazo tras otro, incluso algún consejo de ministros llegó incluso a suspenderse porque María Cristina se puso de parto, la regente no hacía más que parir hijos con la alegría de una jovenzuela hasta ocho hijos (tres niñas y cinco niños) por eso se popularizaron coplas como esa que decía "lloraban los liberales que la reina no paría y ha parido más muñoces que liberales había" y esa otra de “nuestra reina es una señora casada en secreto y embarazada en público”. Como la reina de España no podía estar casada solo con el hijo del estanquero de Tarancón posteriormente se fueron concediendo los títulos de​ I duque de Riánsares, grande de España, I marqués de San Agustín, I duque de Montmorot en Francia y caballero de la Insigne Orden del Toisón de Oro, por algo lo llamaron "hidalgo de teta y bragueta". Fue el promotor, junto con María Cristina, de múltiples pelotazos (no es algo inventado por algunos políticos de la actual democracia) por casi cuatro décadas, recibiendo comisiones por casi todo buen negocio, incluyendo la trata clandestina de esclavos africanos durante más de tres décadas (la trata de esclavos estaba abolida en la península desde 1837), la producción del azúcar y la construcción del ferrocarril en la Península. Además de ello las colecciones de arte del duque de Riánsares y de sus hermanos el conde del Retamoso y el marqués de Remisa están definidas por Pascual Madoz y en ellas se ven representados numerosos pintores clásicos como Velázquez, Murillo, Zurbarán, Tiépolo, Lucas Jordán, Tintoretto o Goya. >>

15) Lo acaecido fue que el general Espartero chantajeó a la reina María Cristina con hacer públicos oficialmente (revelación que Espartero hizo pública años más tarde) los documentos de su boda y los hijos paridos si no entregaba el poder y dejaba España, "te hice duque pero no conseguía hacerte caballero" dicen que dijo la expoliadora María Cristina de Borbón, quien nunca supo lo que era ser una dama. La reina María Cristina no se fue con el estanquero de Tarancón y su prole con las manos vacías por supuesto, en palacio encontraron 700 estuches vacíos que en su momento albergaron joyas por valor de 78 millones de reales los valiosísimos muebles renacentistas y obras artísticas irrecuperables volaron de palacio y la mayoría fueron subastadas y también dejó vacía la hucha que ella misma creó cuando murió el Felón, en 1833, pues cuando el nuevo responsable de la intendencia Martín de los Heros fue a hacer cuentas de lo que quedaba en patrimonio nacional y en el conocido bolsillo secreto de la reina resultó que María Cristina se lo haya llevado todo, en total otros 37 millones de reales. >>

16) La tercera (y definitiva) pareja de Los leones del Congreso de los Diputados, fabricados en bronce por el escultor español Ponciano Ponzano, fueron moldeados con los cañones capturados a los marroquíes en la citada batalla de Wad-Ras. Aunque popularmente se les llama Daoíz y Velarde (héroes de la guerra de la Independencia Española tan homenajeados posteriormente pero tan abandonados en su momento por las instancias oficiales en su levantamiento) pues se erigieron en su honor, pero en realidad sus imágenes son las mismos que los del carro de la Fuente de la Cibeles, las dos efigies serían Hipómenes y Atalanta, personajes de la mitología griega que fueron convertidos en leones y condenados a no poder volver a mirarse. Existe también cierta polémica, aún no resuelta, sobre la falta de testículos en uno de ellos. >>

17) Según el diccionario de la RAE ecónomo, en este artículo, se refiere a alguna de las primeras acepciones: 1. m. y f. Religioso que administra los bienes de una diócesis, iglesia o convento. 2. m. Clérigo que sirve un oficio eclesiástico cuando está vacante, o cuando, por razones legales, no puede el propietario desempeñarlo. El artículo de Arsenio Talavera "Algunas curiosidades de morraches o marraches en Valdepusa" despeja la duda y nos especifica que el citado ecónomo era Ciriaco Fernández-Giro y Escobar cura de la iglesia de San Martín de Pusa, en cuya defensa salieron sus "discípulos" con un contraartículo que también muestra y comenta Arsenio Talavera en esa publicación. >>

18)Lo primero que pienso que hay deslindar, pues algunos, como el articulista, confunden, es que danzantes y morraches son dos figuras festivas totalmente distintas, ya que se diferencian en su función y en su vestimenta o disfraz. La vestimenta de los danzantes (aunque muy variada según el lugar) suele ser más elegante, visten polainas o pantalón corto, chaleco, chaqueta o librea y capa, como aditamento se decoraban con cintas y cascabeles (cierta semejanza con un "tuno" moderno) y el disfraz de los morraches, ... ya todos lo conocemos. La función de los danzantes es bailar (antiguamente al son de la dulzaina y el tambor y haciendo sonar los sonajeros, en la actualidad acompañados de grupos de música tradicional con guitarras, laudes, bandurrias, tamboriles, panderetas y requintos, ...) para entretener y divertir a la concurrencia y realizar ofrendas al santo, o santa, cuya festividad se conmemora, mientras que los morraches fueron incorporados, descontextualizados, por el cristianismo a la festividad de San Sebastián, reinterpretando su función primigenia, para añadir algo de tipismo, mucho colorido y ciertas dosis de jolgorio a esta celebración. En respuesta a mi pregunta de más arriba, no tengo noticia ni constancia de que en Malpica hubiese habido danzantes, luego el articulista se referiría a los morraches. >>

19) Tengo entendido que hubo un tiempo en que existieron ambas figuras danzantes y "marraches", en la actualidad no sé cuáles permanecen. >>